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En el 2013, el Ministerio de Cultura de Colombia le otorgó el premio Vida y Obra a dos exponentes históricos de las artes nacionales: José Antonio Torres, ‘Gualajo’, el rey de la marimba de chonta, que nació en el municipio de Guapi y fue un ícono de la música del Pacífico colombiano; y al miembro honorario de la Academia de Medicina de Medellín, Luis Alberto Correa Cadavid, una figura fundamental de la música clásica en el país, que en 1983 fundó la Orquesta Filarmónica de Medellín.
“El Premio Nacional de Vida y Obra (…) representa el máximo reconocimiento a la labor de aquellos creadores, investigadores o gestores culturales colombianos cuyo trabajo haya sobresalido en la labor de fortalecimiento del sector cultural y que haya contribuido de manera significativa al enriquecimiento del arte y la cultura en nuestro país”, aseguraba la comunicación que informaba el reconocimiento. Y, claramente, ‘Gualajo’ y Correa han sido unos motores de enriquecimiento de la cultura colombiano. Por ejemplo, el maestro paisa, que nació el 2 de julio de 1942 en Medellín, ha formado a generaciones de músicos como director de orquestas y coros y, según datos de la Filarmónica de Medellín, dirigió más de 3.000 conciertos, óperas, zarzuelas y oratorios.
La trayectoria de Correa, que además de la música realizó estudios de filosofía, medicina y cirugía, está íntimamente ligada a la historia de la Orquesta Filarmónica de Medellín. El maestro fundó la agrupación en 1983, la dirigió hasta el 2013 y desde entonces es su director emérito. En el libro de Luis Carlos Rodríguez que publicó el Ministerio de Cultura para conmemorar el reconocimiento que le otorgó a Correa, el maestro antioqueño relata el nacimiento de la Orquesta. La agrupación se creó gracias al esfuerzo del Estudio Polifónico de Medellín, también liderado por Correa, y tenía como base la Orquesta de Cámara de Medellín. Y justo en el año de su fundación, cuando se estaban finiquitando los detalles de su estructura, el Estudio Polifónico recibió una invitación para participar en las celebraciones de la Semana Santa de Popayán, pero el jueves santo la ciudad fue azotada por un terremoto de 5’5 de magnitud.
“Solo dos miembros de nuestro coro sufrieron en su integridad física: uno con fractura de pie y otra presentó un paro cardio-respiratorio. Como médico, reuní las fuerzas que tenía a mi alrededor y tomé las decisiones que tenía que tomar”, recuerda Correa en el libro. Ese episodio demuestra la capacidad de liderazgo del maestro, que además de crear varios agrupaciones artísticas como el Grupo de Música Antigua, la Coral Ciudad de Envigado y el Coro Masculino del Estudio Polifónico de Medellín, también ejerció durante 42 años la medicina en su consultorio particular. Gracias al empuje del maestro Correa, la Orquesta se ha logrado consolidar en el panorama de la música clásica en Colombia, con programas que, además de sus conciertos regulares en múltiples formatos, también se enfocan en la educación para la formación de públicos con conciertos didácticos y tertulias filarmónicas, entre otros.
Hasta el 2 de julio, el trabajo de la Orquesta Filarmónica de Medellín se podrá apreciar en la plataforma Teatro Digital, de Bancolombia y la Alcaldía Mayor de Bogotá a través del Instituto Distrital de las Artes y su escenario el Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo. (Ver aquí: https://www.teatromayor.org/teatro-digital/en-vivo) En la retransmisión, la agrupación tiene como director y solista invitado al pianista israelí David Greilsammer, con un repertorio dedicado a Mozart.
FUENTE. Teatro Mayor (Enviado por la académica Rocío Gómez Gallego, Presidente de la Academia de Medicina de Medellín.