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El 25 de septiembre de 2021 se celebra el Día Mundial del Farmacéutico, organizado por la Federación Internacional Farmacéutica, (FIP). En esta edición, con el lema “Farmacia: siempre de confianza, al servicio de tu salud”, se quiere destacar ahora más que nunca, frente a las noticias falsas y la desconfianza en las instituciones que la Farmacia debe ser un referente de credibilidad al servicio del bienestar de los ciudadanos.
Un documento de hace varios años del Programa Regional de Medicamentos Esenciales y Tecnología para Atención de la Salud de la Organización Panamericana de la Salud estableció que:
- La atención farmacéutica es un concepto de práctica profesional en el que el paciente es el principal beneficiario de la acciones del farmacéutico.
- La atención farmacéutica es el compendio de las actitudes, los comportamientos, los compromisos, las inquietudes, los valores éticos, las funciones, los conocimientos, las responsabilidades y las destrezas del farmacéutico en la prestación de la farmacoterapia, con objeto de lograr resultados terapéuticos definidos en la salud y la calidad de vida del paciente.
- El carácter de beneficiario de la atención farmacéutica se extiende al público en su conjunto y reconoce asimismo al farmacéutico como dispensador de atención sanitaria que puede participar activamente en la prevención de la enfermedad y la promoción de la salud, junto con otros miembros del equipo de atención de salud.
En el informe, se reconoce que la atención farmacéutica se presta en colaboración con los pacientes, los médicos, el personal de enfermería y otros dispensadores de atención sanitaria, y tanto si el farmacéutico proporciona por sí mismo atención farmacéutica a un paciente, iniciando el tratamiento con un medicamento de venta libre, como si actúa dentro de un equipo en relación con un tratamiento prescrito, los criterios que regulen las actividades de los farmacéuticos deben estar en conformidad con las normas nacionales de farmacia basadas en la guía de la práctica farmacéutica, de la Federación Internacional Farmacéutica (FIP).
Entre los ejemplos de situaciones que exigen una atención farmacéutica global cabe citar:
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- Pacientes que son especialmente vulnerables a los efectos adversos por estar en situación fisiológicamente delicada (por ejemplo, los niños, las personas de edad y quienes sufren insuficiencia renal, hepática o respiratoria).
- Pacientes cuyo estado clínico exige la evaluación y la manipulación continuas de la farmacoterapia para conseguir resultados óptimos (por ejemplo, la diabetes mellitus, el asma, la hipertensión y la insuficiencia cardíaca congestiva).
- Pacientes sometidos a medicación múltiple y expuestos, por ello, a un alto riesgo de interacciones complejas entre los medicamentos, o entre éstos y las enfermedades, e interacciones entre los medicamentos y los alimentos.
- Pacientes que necesitan ser tratados con medicamentos de extrema toxicidad potencial, especialmente si se dosifican, administran o utilizan de forma inadecuada (por ejemplo, agentes quimoterápicos contra el cáncer, anticoagulantes y estupefacientes administrados por vía parenteral).
- Pacientes con enfermedades graves que pueden presentar un riesgo para su vida si los medicamentos prescritos resultan ineficaces o se utilizan de forma inadecuada (por ejemplo, determinadas infecciones o la diarrea grave).
También manifiesta que los factores socioeconómicos son determinantes en la prestación de la atención sanitaria, el uso racional de los medicamentos y el desarrollo de la atención farmacéutica. “Donde las poblaciones envejecen, la prevalencia de las enfermedades crónicas aumentan y la gama de medicamentos se amplía, la farmacoterapia se convierte en la forma de intervención médica más frecuentemente utilizada en la práctica profesional” dice en informe.
“Una farmacoterapia apropiada permite obtener una atención sanitaria segura y económica, en tanto que el uso inadecuado de fármacos tiene importantes consecuencias tanto para los pacientes como para la sociedad en general. Es necesario asegurar una utilización racional y económica de los medicamentos en todos los países, con independencia de su nivel de desarrollo. Los farmacéuticos tienen un cometido fundamental que desempeñar en lo que se refiere a atender las necesidades de los individuos y la sociedad a este respecto”. Programa Regional de Medicamentos Esenciales y Tecnología para Atención de la Salud