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Por Robin Germán Prieto-Ortiz

 

El uso del material plástico se popularizó en la década de los cincuenta del siglo XX y desde entonces se ha incrementado por su disponibilidad, versatilidad, durabilidad, resistencia al agua y utilidad en diversos sectores, especialmente en el área de la salud. Se considera que desde entonces se han producido entre 7800 y 8300 millones de toneladas de este material y que el 50 % ha sido usado entre los años 2004 y 2017. Cerca del 9 % de esta cantidad ha sido reciclado, el 12 % incinerado y el 79 % depositado en basureros o desechado al medio ambiente.

En junio de 2020 se produjeron en China 200 millones de tapabocas por día, cuando a principios del mismo año se fabricaba una cantidad veinte veces menor, lo que demuestra el gran incremento en su consumo. Lo mismo ocurrió con sustancias viricidas como geles y alcohol, con el consecuente aumento de desechos de envases plásticos, algo preocupante, especialmente teniendo en cuenta que ninguno de ellos puede ser reciclado.

La contaminación del medio ambiente con efectos nocivos sobre la flora y fauna causada por estas sustancias ha sido demostrada por múltiples estudios. En muchas fuentes de agua dulce y en todos los mares se han detectado materiales poliméricos, macro y micro plásticos, que llegan a los cuerpos de agua por lixiviación, inundación y por el viento, generado daños especialmente en la fauna marina.

Se estima que los humanos consumen de 39.000 a 52.000 partículas de microplásticos por año en los alimentos. Estudios recientes han detectado micro y macro plásticos en heces humanas, lo que confirma la exposición a través de los alimentos o el agua. Sin embargo, su efecto en la salud de las personas se ha investigado poco, aunque muchos de los aditivos plásticos y químicos ambientales han sido relacionados con alteraciones endocrinas y otros efectos tóxicos. Aun así, la mayoría de los países continúan clasificando a los plásticos como residuos sólidos inofensivos.

A nivel mundial, el uso del material plástico y la adecuada disposición de sus desechos, han sido tratados por la mayoría de los gobiernos; además existen diversas comunidades e instituciones sin ánimo de lucro dedicadas a impartir educación, tratando de concientizar a la población acerca de la importancia de disminuir la “huella de plástico” y dedicadas a limpiar playas y océanos. Infortunadamente algunas instituciones han aprovechado la pandemia para derogar las prohibiciones en el uso de bolsas desechables. Empresas que alguna vez incentivaron en los consumidores el uso de bolsas reutilizables han cambiado sus políticas favoreciendo el uso de empaques plásticos.

Se deben crear programas de educación y reforzar los ya existente para concientizar a las personas y a las instituciones sobre el adecuado manejo de los residuos plásticos con el fin de prevenir un aumento en la contaminación y una mayor afectación ambiental y de la salud humana. La responsabilidad individual, institucional y las políticas gubernamentales, son indispensables para el adecuado uso y disposición de todos los elementos plásticos y especialmente de los insumos médicos, cuya fabricación y uso se ha incrementado de manera notable durante la pandemia.

Los sistemas de gestión de residuos han sido impactados por la pandemia, por lo que se deben plantear estrategias, revisando a nivel nacional y mundial la normatividad y leyes relacionadas con el uso de elementos plásticos, insumos médicos y el manejo de todos estos residuos. Es de suma importancia buscar el equilibrio entre las medidas de protección del personal de la salud, la población en general y las políticas de salud pública y la protección medio ambiental.

Este artículo fue publicado en el número 1 del volumen 38 (2023) de la Revista Colombiana de Cirugía y se puede consultar en el siguiente enlace https://doi.org/10.30944/20117582.2203


Dr. Robin G. Prieto

El Dr. Robin Prieto es médico, especialista en Cirugía general, especialista en Gastroenterología y Endoscopia digestiva, Centro de Enfermedades Hepáticas y Digestivas CEHYD; editor asociado, Revista Colombiana de Cirugía y Miembro de Número de la Academia Nacional de Medicina.

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