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En el día mundial del agua ¿Cuánto sabemos realmente acerca de “el líquido vital”?
- Aunque habitamos ‘el planeta azul’, cubierto en un 70% de agua, sólo el 0,025% es potable. El 96,5% del agua terrestre corresponde a mares y océanos y el agua salada no se puede beber porque provoca deshidratación y el organismo termina eliminando más agua de la que consume.
- Sólo un 3,5% del agua de la Tierra es dulce. Y aún así ese pequeño porcentaje no garantiza el suministro, porque el 70% de esa porción dulce, está congelada en glaciares y casquetes polares y el otro 30%, se distribuye en el subsuelo, en pozos o acuíferos y, en las cuencas hidrográficas en forma de arroyos y ríos.
- Tres de cada diez seres humanos (unos 2.100 millones de personas) no disponen de acceso a agua potable en sus hogares.
- Sin agua morimos. Una persona puede sobrevivir un mes sin alimento, pero solo siete días como máximo sin beber agua. Sin agua, se secan los cultivos y muere el ganado. La población se enfrenta a hambrunas, falta de salubridad y enfermedades debidas a la contaminación de los escasos recursos hídricos restantes. Se calcula que 3,4 millones de personas mueren al año por enfermedades relacionadas con el agua. Los niños son los más vulnerables. Naciones Unidas denuncia que más de 700 niños menores de cinco años mueren todos los días de diarrea, a causa del agua insalubre o de un saneamiento deficiente.
- El cuerpo humano contiene en promedio unos 37 litros de agua, lo que equivale al 66% de la masa corporal de un adulto. No toda el agua que se consume diariamente se bebe; la mayoría de los alimentos aportan un porcentaje al organismo y cuando una persona siente sed, es porque ha perdido más del 1% del total de agua de su cuerpo.
- Los seres humanos no pueden oler ni saborear sustancias que no sean solubles; en una lengua seca, el azúcar no tiene sabor y en una nariz seca, el olor de una flor no sería percibido.
- El 80% de las aguas residuales del planeta se vierten al medio ambiente contaminadas y con solo cuatro litros de gasolina se puede contaminar hasta 2.8 millones de litros de agua. Los esfuerzos por reciclar el agua o, al menos, por eliminar los residuos antes de verterla al medio ambiente, son muy recientes e insuficientes.
- El consumo humano es desmedido. En promedio, las personas utilizamos por día 190 litros de agua y más de de dos tercios del agua consumida en el hogar se utiliza en el baño. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), una ducha debería durar solo seis minutos y llevarse poco más de 100 litros de agua. La realidad es que nos pasamos de media unos 10 minutos bajo el agua y consumimos unos 200 litros de agua.
- El agua condiciona la educación. Según UNICEF (Agua Potable, Saneamiento e Higiene en las Escuelas: Informe Global 2018), el 31% de las escuelas no tienen acceso a agua potable. Este organismo denuncia que en 1 de cada 4 escuelas de educación primaria no hay servicio de agua potable. El dato se reduce a 1 de cada 6 cuando pasamos a secundaria. No se trata solo de tener o no agua para beber. También incluye la falta de agua para que los niños(as), que pasan mucho tiempo jugando, puedan lavarse las manos en un entorno higiénico y seguro. En el caso de las niñas, la falta de retretes, aumenta la posibilidad de que dejen de acudir a clase cuando tienen el período.
¿Cómo Contribuir?
Acciones pequeñas como:
- Ducharnos en vez de bañarnos. Una ducha en lugar de una tina, supone un ahorro medio de 400 litros por día y hogar. Y siempre duchas cortas.
- No dejar NUNCA el grifo abierto al enjabonarse, lavarse los dientes, las manos, o afeitarse. Con esta práctica tan habitual se derrochan hasta 30 litros por persona cada día.
- No mantener el grifo abierto al lavar los platos. Es mejor llenar el lavaplatos y lavar en él los platos. O abrir el grifo sólo para remojar y enjuagar.
- Reutilizar el agua. Volver a utilizar el agua que no esté sucia para otras acciones, como por ejemplo, lavar el piso, lavar el auto, descargar en inodoros.
- Racionalizar el riego. Se puede hacer aprovechando el agua de lluvia o bien estableciendo sistemas de riego por goteo.
- Revisar fugas en el baño y la cocina. Hay que revisar cada cierto tiempo la grifería y los elementos urinarios porque con el uso pueden aparecer pequeñas fugas que generan importantes pérdidas de agua y dinero al cabo del tiempo.
- Cambiar los electrodomésticos tradicionales por los que tengan la etiqueta A+, A++ o A+++. Sobre todo, la lavadora y el lavavajillas. Este tipo de electrodoméstico ahorran un 50% de consumo de agua gracias a sus sistemas económicos y sus programas de media carga.
- Instalar grifería termostática o electrónica en la cocina y el baño. Estos sistemas hace que el uso del agua se racionalice al poderse regular el consumo.
- Coloca aireadores o reductores del caudal en los grifos. Esto hará que gasten menos cuando los tengamos que utilizar.
Estas acciones no solamente contribuyen al ahorro de agua, sino que benefician el bolsillo también. Dos buenas causas en una.
El día del agua, debe estar presente todos los días de nuestra existencia, porque este líquido vital está unido a nuestra vida de forma indisoluble.
FUENTES: NATGEO, ExpokNews, Y VIVUS.