Decisiones acertadas nace tomando como referente a Choosing Wisely Internartional, una iniciativa de la ABIM: American Board of Internal Medicine. Esta iniciativa que aporta a la autorregulación médica, se implementó por la Asociación Colombiana de Sociedades Científicas en Colombia bajo el nombre “Decisiones Acertadas”

 

Desde la Ley de Talento Humano en Salud (Ley 1164 de 2007), el legislador le reconocía a los profesionales de la salud la facultad de autorregularse (artículo 26), ligado desde ese momento al reconocimiento de la autonomía profesional, situación que quedó reconocida en similares condiciones en la Ley Estatutaria del Derecho Fundamental de la Salud (Ley 1751 de 2015), la cual en su artículo 17 incluye el concepto de autonomía profesional, bajo los parámetros de autorregulación.

De acuerdo con el artículo 26 de la primera norma una forma cierta y concreta de materializar esta autorregulación es reducir el uso de conductas médicas que son inefectivas o que pudieran causar daño a los pacientes. Lo anterior en concordancia con lo dispuesto en el artículo 10 del Código de Ética Médica, que dispone la prohibición a los médicos de someter a los pacientes a riesgos injustificados. Esto se ha logrado en otros países mediante iniciativas denominadas “Choosing Wisely”, y otras iniciativas como “High-Value Care”, las cuales tienen amplia difusión y cobertura nacional en dichos
países.

En este sentido, la Asociación Colombiana de Sociedades Científicas (ACSC) dio inicio desde 2021 a la implementación de la iniciativa “Decisiones Acertadas”, la cual se enmarca dentro de los lineamientos de las iniciativas tipo Choosing Wisely en el mundo. Esta iniciativa ha contado con el apoyo técnico y estratégico de Choosing Wisely International, y en especial de la Dra Wendy Levinson, la Dra Karen Born y el Dr Manuel Giraldo. Adicionalmente, se partió de la experiencia previa de la Sociedad Colombiana de Urología y de la Asociación Colombiana de Medicina Interna, las cuales habían empezado por su cuenta la construcción de listados de recomendaciones de abandonar conductas médicas que pudieran ser inefectivas o riesgosas.

La iniciativa empezó con una fase de acciones preliminares en agosto de 2021, en la que se convocó a la Academia Nacional de Medicina, Ascofame, el Colegio Médico Colombiano y el CAMEC para apoyar la iniciativa. Posteriormente la Dra. Lina Triana, presidente de la ACSC, envió una invitación abierta a las sociedades científicas miembros para que manifestaran su interés en hacer parte de la fase II de la iniciativa, la cual consistía en llevar a cabo los pasos necesarios para construir un listado con cinco recomendaciones de conductas médicas que deben reducirse.

Las seis sociedades científicas que primero manifestaron su voluntad de sumarse a la iniciativa a modo de prueba piloto para luego expandir la iniciativa a las demás sociedades científicas, fueron:

  • Asociación Colombiana de Medicina Interna (ACMI).
  • Sociedad Colombiana de Urología (SCU).
  • Sociedad Colombiana de Anestesia y Reanimación (SCARE).
  • Sociedad Colombiana de Cirugía Ortopédica y Traumatología (SCCOT).
  • Asociación Colombiana de Neurocirugía (ACNCx).
  • Sociedad Colombiana de Pediatría (SCP).

La iniciativa Decisiones Acertadas, bajo el liderazgo de la ACSC, busca reforzar los pasos iniciales que se han dado en Colombia y expandir la iniciativa al mayor número posible de sociedades científicas del país.

 

ANTECEDENTES

La iniciativa Choosing Wisely, que se lanzó en los Estados Unidos en 2012, es una acción concreta que muestra caminos posibles para desarrollar acciones en pro de la autorregulación y que puede ser aplicada en Colombia. Esta iniciativa consistió en convocar a todas las sociedades científicas para que consolidaran una lista de cinco recomendaciones de “no hacer”.

En Colombia, con la expedición de la Ley Estatutaria de Salud (Ley 1751 de 2015), se estableció el Plan de Beneficios en Salud (PBS), el cual como bien lo aclara la Corte Constitucional, parte del establecimiento de un sistema incluyente de servicios con las excepciones que el artículo 15 de dicha norma enumera y las cuales son taxativas. A partir de este artículo año a año en el mes de diciembre y luego de una mesa permanente de trabajo en la cual participan distintos actores del sistema, incluidas las sociedades científicas, se establece cuáles son las tecnologías que se deben excluir del PBS.

Sin embargo, este listado de exclusiones ha sido objeto de controversias porque sus recomendaciones son genéricas y esto puede dejar por fuera tecnologías o usos específicos de estas, que en un caso puntual puedan beneficiar a los pacientes. Frente a esta situación la metodología de las iniciativas tipo Choosing Wisely no hace recomendaciones genéricas ni transversales sino muy ajustadas en términos de las condiciones específicas en que se aplican.

Las iniciativas Choosing Wisely en el mundo buscan facilitar las conversaciones entre médico y paciente acerca del uso inadecuado tecnologías diagnósticas o de tratamiento, y se basa en seis principios:

  • Es un proceso que está en consonancia con la protección del derecho fundamental a la salud y a la seguridad del paciente, porque se centra en lo que los pacientes requieren con necesidad y en evitar aquello que los pacientes no requieren.
  • Es liderada por los médicos. En consonancia con la obligación de autorregulación es lógico que la iniciativa debe nacer desde la propia profesión y no debe ser impuesta ni liderada por otras instituciones por fuera de la profesión médica.
  • Es centrada en el paciente. Dado que los pacientes son una parte importante del problema de sobreuso y sobretratamiento, es necesario involucrarlos en el proceso de definición de recomendaciones de “no hacer”.
  • Es multiprofesional. Para aprovechar al máximo los saberes y experiencias de las profesiones de la salud diferentes a la medicina, es necesario involucrar a otras profesiones de la salud tales como la enfermería, química farmacéutica, terapia física, entre otras.
  • Es basado en evidencia. Cada recomendación de “no hacer” debe basarse en la mejor evidencia disponible y su vigencia debe ser revisada periódicamente para asegurarse de que no se esté ignorando nueva evidencia que pueda cambiar la recomendación.
  • Es un proceso transparente. El proceso para llegar a las recomendaciones de “no hacer” debe ser explicado al público y se deben declarar los conflictos de intereses que pudieran existir en los participantes.

Desde el lanzamiento de la iniciativa en los Estados Unidos, más de 60 sociedades científicas en ese país han publicado sus listados, y la iniciativa se ha expandido a otros 25 países, los cuales han aplicado los mismos principios de Choosing Wisely y en algunos casos, incluso, la misma marca y material gráfico.
Dado el crecimiento acelerado del interés por esta iniciativa, se creó Choosing Wisely International (CWI), con base en Canadá y liderado por el equipo de Choosing Wisely Canadá. Esta iniciativa internacional busca fortalecer una red de cooperación entre iniciativas nacionales para facilitar su implementación a base de lecciones aprendidas y apoyo técnico a países que apenas comienzan a dar pasos en sus iniciativas locales.

En Colombia, la Asociación Colombiana de Medicina Interna-ACMI) en conjunto con el capítulo Colombia del American College of Physicians –ACP-, venía desarrollado la iniciativa de “Medicina de Óptima Calidad” –MOC-, una adaptación local de la iniciativa norteamericana del ACP denominada High Value Care. Esta iniciativa también busca desaconsejar pruebas diagnósticas de poco valor clínico para los pacientes, y es mucho más concreta en la implementación de dichas recomendaciones.

Un elemento clave para el éxito de Decisiones Acertadas es que se involucre al público en general, pues parte del problema del sobre-uso, sobre-diagnóstico y sobre-tratamiento se origina cuando los pacientes le exigen al médico pruebas diagnósticas, medicamentos u otros tratamientos que no son
médicamente pertinentes. Por esta razón, las iniciativas en otros países han involucrado a organizaciones de consumidores desde el principio, para generar la confianza necesaria para que puedan apoyar la iniciativa en el momento de su lanzamiento al público.

Otro elemento clave es enfatizar ante el público y ante los médicos que el objetivo fundamental de la iniciativa es mejorar la calidad y la seguridad del paciente, pues se busca reducir el uso de tecnologías médicas que no son efectivas, o son inseguras, o pueden causar daño al paciente, o su uso no está indicado para un tipo específico de paciente. En particular, se busca desaconsejar el empleo de pruebas diagnósticas o de terapias que son muy comúnmente indicadas por la mayor parte de los médicos pertenecientes a una especialidad, pero las cuales no agregan valor a la atención del paciente. El valor de la atención al paciente debe ser siempre superior a la suma de sus riesgos y costos primarios y derivados. Sin embargo, se debe evitar que esta iniciativa sea vista como una estrategia para reducir costos en el sistema de salud, pues no es su objetivo. Es muy importante enfatizar esto, pues si la iniciativa llega a ser vista como un mecanismo para ahorrar recursos o para reducir costos, perderá su legitimidad y no será apoyada por los grupos de pacientes ni por los médicos clínicos.

 

FUENTE

Asociación Colombiana de Sociedades Científicas. Documento de referencia con el paso a paso para el desarrollo de los listados de recomendaciones. Junio-2022. El documento puede consultarse en: http://decisionesacertadas.sociedadescientificas.com/Decisiones-Acertadas-Documento-Referencia-Junio-30- 2022.pdf

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