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La Sociedad Colombiana de Historia de la Medicina y la Academia Nacional de Medicina presidieron una sesión conjunta para acreditar al Dr. Jairo Hernán Ortega Ortega, Decano del Programa de Medicina de la Universidad de Ciencias Aplicadas y Ambientales U.D.C.A. como miembro activo de la Sociedad Colombiana de Historia de la Medicina.
El Dr. Ortega hizo un recuento histórico de los artefactos que “reemplazaron” al cerebro, partiendo del ábaco a la IA.
La antigüedad
La cultura China en el año 2.000 a.C. ya tenía un sistema contable denominado Suan Pan, una especie de ábaco con cuentas de madera ensartadas en varillas. Estaba separado en dos segmentos, cada cuenta del sector inferior representaba una unidad, mientras que las del sector superior eran equivalentes a cinco unidades.
En Mesoamérica, el Nepohualtzintzin que traduce la “cuenta venerable” sirvió a la cultura Maya como instrumento de cálculo, 91 cuentas que correspondían a la mitad del ciclo del maíz. Las cuentas de las cuatro filas de la parte inferior contaban como unidad, las 3 filas superiores representaban cinco unidades cada una y de derecha a izquierda, las varillas representaban las unidades, decenas, centenas, unidades de mil. Para los Aztecas en su sistema de puntos y líneas, los puntos representaban unidades y las líneas 5 unidades, era un sistema vigesimal.
Por su parte, en Perú usaban el quipu, un sistema de cordeles de lana -de alpacas o llamas- con diferentes nudos que representaban unidades, decenas, centenas, millares y registraban los ingresos y posesiones de los grandes señores del Imperio Inca. En Egipto los pictogramas representaban cifras, vara (1), talón (10), cuerda (100), flor (1.000), dedo (10.000), pez (100.000) y hombre (1.000.000)
Los Autómatas
Se pueden considerar los antecesores de los robots y son invenciones del hombre, creados con diferentes propósitos y en diferentes épocas de la historia. Inicialmente fueron artefactos simples movidos por poleas o por el viento que repetían acciones que reemplazaban labores básicas ejecutadas por humanos o estaban diseñados con el propósito de divertir. El primero que registra la historia data del año 1.500 a.C. llamado el Rey de Etiopía. Era una estatua de Memnon, el rey de Etiopía, que emitía sonidos cuando la iluminaban los rayos del sol al amanecer, una especie de despertador. Algunos autómatas fueron engaños muy elaborados y otros fueron complejos aparatos usados en actos de magia. Con el correr del tiempo se hicieron cada vez más sofisticados y detrás de su maravillosa ingeniería se encontraban genios inventores y maestros relojeros hábiles para construir cualquier tipo de mecanismo.
De la magia en vivo se pasó a la magia del cine a finales del siglo XIX que representó otro tipo de avance tecnológico. Fue Marie-Georges-Jean Méliès el precursor del montaje con la creación de efectos cinematográficos para su película “Viaje a la luna” de 1902.
La imprenta, el teléfono, el cine, la radio, precedieron a la era digital globalizada que vivimos hoy en día donde todo se condensa en celulares inteligentes e internet que reúnen todas las funcionalidades que ocupaban los artefactos creados anteriormente, superando incluso a los computadores que aparecieron a inicios de los 80`s y revolucionaron el mundo.
Hoy, la inteligencia artificial es una realidad y según Bill Gates, es la innovación más transformadora que cualquiera de nosotros verá en su vida. Pero ¿qué pasará con la educación, con el arte? se pregunta el Dr. Ortega. Chat GPT es un modelo de lenguaje de IA que permite tener conversaciones fluidas e inteligentes con una máquina en tiempo real, basadas en el poder de procesamiento del modelo. Un programa entrenado con una gran cantidad de datos de lenguaje natural para poder entender y responder preguntas y comentarios en una amplia variedad de temas. Su aprendizaje es automático, entre más conversaciones o interacciones tiene, más “aprende”. El Dr. Ortega Ortega concluye que la Inteligencia Artificial es el medio, más no el fin y el reto es darle un uso apropiado y responsable.
Por su parte el Dr. Juan Mauricio Pardo Oviedo, Decano de la Escuela de Medicina y Ciencias de la Salud de la Universidad del Rosario, en su comentario de orden señaló que así como los avances invitan a reconocer los desarrollos tecnológicos que han expandido las posibilidades del hombre, también han generado nuevos paradigmas y dilemas éticos, y han cambiado la sociología del pensamiento humano.
“La imprenta fomentó el pensamiento crítico y la secularización, la industrialización impulsó la racionalización y la eficiencia, la electricidad trajo nuevas formas de racionamiento, de expresión artística y cultural, el internet democratizó la comunicación y conocimiento pero también generó nuevas formas de interacción social e influencia política. Sin embargo, estos avances no están exentos de desafíos y dilemas como la desigualdad, la privacidad, la desinformación y el impacto en el trabajo” sostuvo el Dr. Pardo.
En el campo médico, actualmente hay varios desarrollos en curso como el chip cerebral de Neuralink que promete restaurar funciones perdidas en personas con discapacidades, la neuro ingeniería que desarrolla dispositivos que reparan o mejoran las funciones del cerebro y las prótesis neuronales o implantes cerebrales que son dispositivos que se conectan directamente al cerebro de un sujeto biológico y actúan como una interfaz entre las señales que emite el cerebro y un sistema que se encarga de realizar alguna función. La IA podría usarse para el diagnóstico y tratamiento de enfermedades, también para lograr una medicina más personalizada y ojalá preventiva pero no está libre de retos que traen otro tipo de preguntas ¿Cómo se mantendría la privacidad y la seguridad? ¿Cómo se preservará la autonomía en las decisiones como el consentimiento informado? ¿Existiría realmente equidad? ¿Quién podría realmente pagarlo? ¿Quién lo regularía? concluye el Dr. Pardo. Por ahora los humanos, aportan un diferencial que no pueden replicar las máquinas como la escucha, la compasión y el acompañamiento en la enfermedad.
La conferencia completa en: DEL ÁBACO AL CHAT GPT
Nota-resumen. Victoria Rodríguez G. Comunicaciones Academia Nacional de Medicina