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El académico Jaime Eraso López escribe sobre este tema.
Al genio de Hipócrates se le llama el Padre de la Medicina por lo que conviene explicar su significado. Nacido en la Isla de Cos en Grecia, hace más de dos mil quinientos años, durante el siglo de Pericles, V. antes de Cristo, período brillante de este país, cuando se destacan figuras como Sócrates en filosofía, Sófocles en la poesía, Fidias, el escultor de la famosa estatua de la diosa Atenea , Herodoto con sus escritos históricos y luego, poco tiempo después, llegan Platón y Aristóteles, lo cual significa el término de una larga evolución independiente en el terreno de la observación pura y la medicina iluminada por la razón y el sentido de armonía propio de los griegos.
Por eso se ha dicho que se trata de una instrucción espiritual superior, con gran contenido ético. Hay un gran número de obras que llevan el nombre de Hipócrates y la crítica científica y filológica se ha encargado de puntualizar las obras auténticas separándolas de las apócrifas. El conjunto de los libros se denomina Corpus Hipocrático que son el fruto de varios autores, destacándose el libro de los Aforismos y sentencias y el Juramento Hipocrático. Conocido Hipócrates, se tiene la clave de toda la Medicina hasta el siglo XVI. Hipócrates domina a través de la Escuela de Alejandría, de Galeno, de los compiladores bizantinos y de los árabes. Se le llama El Padre no porque haya creado la Medicina sino porque reúne todo lo sabido formando cuerpo y doctrina basados en la observación y la experimentación. Sustrae por primera vez la Medicina del yugo de las especulaciones filosóficas a las cuales siempre había estado sometida y es así cómo considera que el cuerpo humano es un conjunto cuyas partes se hallan en estado de absoluta dependencia con criterio funcional girando alrededor de cuatro elementos que son, aire, fuego, tierra y agua que pueden alterar los cuatro humores que son la sangre ,que es el elemento cálido, la flema que viene del cerebro, la bilis amarilla del hígado y la bilis negra que sale del bazo, elemento húmedo. Estos elementos deben estar en equilibrio y su ruptura ocasiona la enfermedad.
La manera de ver Hipócrates la medicina es netamente biológica y en ella se revela la influencia del pensamiento de la época y su doctrina está libre de prejuicios teológicos. Todas las observaciones anatómicas de Hipócrates y su escuela se hicieron en animales porque hay que esperar mucho tiempo para que se pueda estudiar Anatomía en seres humanos, prácticamente desde el siglo XII, pero con mayor rigor con la presencia de Andrés Vesalio, el verdadero fundador de la Anatomía moderna desde cuando publica su famosa obra en 1543 en Basilea y que lleva por título “De humani corporis fabrica librum septem”, con artísticas planchas anatómicas tan perfectas que se creyó que habían sido obra de Leonardo de Vinci, cuando su autor fue el pintor Kalear, discípulo de El Tiziano. En su época se creía que las enfermedades eran un castigo infringido por los dioses por lo que se dedica a enseñar y convencer a las gentes que las causas están en factores ambientales, la dieta y los hábitos de vida. Rechazó las supersticiones, leyendas y creencias populares y en esta forma separó la disciplina médica de la religión. El enfoque terapéutico se basaba en el poder curativo de la naturaleza. El reposo y la inmovilidad eran de gran importancia, de igual manera mantener al paciente limpio y estéril, por eso se utilizaba agua limpia para curar las heridas. Sobre la dieta recomendaba el consumo de legumbres y frutas. A los médicos les recomienda ser honestos, tranquilos, comprensivos y serios.
El arte de la inspección y la observación clínica es parte de una buena historia clínica que debe ser detenida, clara y objetiva. Fue el primero en recopilar de manera organizada los síntomas de los pacientes para elaborar un diagnóstico a partir de ellos, práctica que le permitía predecir el curso de las enfermedades. De los libros, hay dos que conviene destacar, los Aforismos y Sentencias y el Juramento Hipocrático. Los primeros son como enunciados breves que trasmiten un mensaje instructivo. Hoy día son similares a los tweets, con otros contenidos. Son en total 578 que ya no tienen valor en el ejercicio de la profesión. Un aforismo sabio dice así: “El arte es largo, la vida breve, la ocasión fugaz, la experiencia engañosa y el juicio, difícil”. Una sentencia dice: “La salud es el silencio de los órganos”. “Hay en verdad dos cosas diferentes, saber y creer que se sabe. La ciencia consiste en saber, en creer que se sabe lo que se ignora”.
El juramento hipocrático tiene un sentido moral y humano, el deseo explícito de buscar ante todo la curación del enfermo, sin intervención de las divinidades. Revela el alto sentido de la responsabilidad del médico, basada en la práctica de la profesión de manera libre, ilustrada y consciente. Este Juramento ha sido actualizado por la Asamblea General de la Asociación Médica Mundial reunida en Ginebra en 1948, enmendado en 1968, en 1983 y en 1994 y revisado en el 2005 y en el 2006. El texto dice lo siguiente: Prometo solemnemente consagrar mi vida al servicio de la humanidad. Otorgar a mis Maestros el respeto y gratitud que merecen. Ejercer mi profesión a conciencia y dignamente. Velar ante todo por la salud de mi paciente. Guardar y respetar los secretos confiados a mí, incluso después.
Pasto, Abril de 2016