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Columna del Académico Dr. Fernando Sánchez Torres para el periódico El Tiempo
Por Fernando Sánchez Torres.
Esta palabra, ‘nosoral’, no está en los diccionarios. La ingenié para expresar el libro o archivo que da cabida en los diferentes días del calendario a cada una de las enfermedades que según los expertos ameritan ser recordadas. Me inspiré en el “santoral” que, como se sabe, es el libro que recoge el día del año que ha sido consagrado por la Iglesia católica a los diferentes santos.
Para ilustración de mis lectores, son muchas las enfermedades que tienen asignado su nicho en el nosoral. Voy a mencionar unas cuantas para que se sepa que recibieron ya la consagración de mis colegas. Helas aquí:
Lepra, tuberculosis, cáncer en general, salud mental, melanoma, cardiopatías congénitas, cáncer infantil, enfermedades raras, linfedema, glaucoma, párkinson, autismo, asma, hemofilia, fibrosis quística, lupus, hipertensión arterial, hepatitis, epilepsia, cáncer de piel, miastenia gravis, migraña, alzhéimer, sordera, retinosis, artritis, depresión, parálisis cerebral, menopausia (que en realidad no es una enfermedad), osteoporosis, diabetes, sida, espina bífida, neumonía, epoc (enfermedad pulmonar obstructiva crónica)… Como puede verse, no todas las enfermedades poseen el privilegio de estar ‘nosoralizadas’, pero sospecho que, como van la cosas, en un plazo no muy largo los 365 días del calendario estarán copados.
Resumiendo, el nosoral es el almanaque que registra los nombres de enfermedades seleccionadas, es decir, una especie de archivo nosológico onomástico, teniendo en cuenta que el prefijo griego nósos significa ‘enfermedad’ y el sufijo al significa ‘perteneciente o relacionado con’. No sé con qué criterio se han escogido, pero presumo que lo que se ha querido es que, anualmente, en un día señalado en el calendario, sean tenidas en cuenta, que no pasen inadvertidas. Por supuesto que quienes las padecen las recuerdan todos los días de los años en que cargan con ellas.
He escrito lo anterior motivado por la noticia de que una enfermedad perteneciente al campo de mi especialidad (la ginecología) tuvo el privilegio de ser incluida en el nosoral. Sépase: el día 14 de marzo es el “día de la endometriosis”. Ignoro por qué se escogió esa fecha. No contentos con ese logro, el siguiente paso fue aspirar a que esa enfermedad fuera blindada por una ley. El respectivo proyecto, de origen parlamentario, fue radicado, entre otros, por los representantes Mauricio Andrés Toro, Ángela María Robledo, Jezmi Lizeth Barraza y las senadoras Angélica Lozano, Esperanza Andrade y Maritza Martínez, inspirados desde la Asociación Colombiana de Endometriosis e Infertilidad. En septiembre de 2021 fue radicado en el Congreso y el 29 de marzo del presente año se convirtió en ley de la República.
Sí, el nombre de la enfermedad de marras es “endometriosis”. Se estima que a nivel mundial haya 200 millones de mujeres que la padecen. Para sustentar el proyecto de ley se dijo que en Colombia hay cerca de 5 millones de pacientes de ese tipo (¿quién hizo el censo?). El útero es un órgano recubierto internamente por una capa de tejido llamado endometrio, que sufre cambios durante el ciclo mensual a la espera de que se produzca un embarazo. Si este no ocurre, esa capa se desprende y se expulsa configurando la menstruación. En casos raros (según mi experiencia) ese tejido puede proliferar fuera del útero, en la cavidad pélvica, produciendo la endometriosis. Además de ocasionar dolor durante la menstruación, puede ser causa de infertilidad. A veces ese dolor es tan intenso que lleva a la incapacidad laboral.
Pues bien, la ley busca que el Ministerio de Salud defina en el término de un año las políticas necesarias para la oportuna y eficiente promoción y prevención, rehabilitación y cuidado de las mujeres con endometriosis. El parágrafo del artículo 6.º advierte: “Toda acción contraria a esta atención pone en riesgo la vida de las pacientes con presunción o diagnóstico de endometriosis”. Con perdón de los redactores de la ley, tal advertencia es una especie de terrorismo injustificado. En mis cuarenta años de ejercicio profesional, nunca vi fallecer a una mujer por endometriosis.
Que las enfermedades aparezcan en el nosoral está bien. Pero que cada una tenga su propia ley me parece un despropósito.
Columna en El Tiempo
El Dr. Fernando Sánchez Torres es doctor en medicina y cirugía, con especialización en ginecobstetricia.
Ha sido rector de la Universidad Nacional de Colombia, Presidente de la Academia Nacional de Medicina y presidente del Tribunal Nacional de Ética Médica.