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El neuropsicólogo colombiano Alfredo Ardila Ardila (4 de septiembre de 1946 – 9 de enero de 2021) falleció en este mes de enero de 2021. Al respecto, el doctor Mauricio García escribió lo siguiente:

Es con gran pesar que compartimos la triste noticia del fallecimiento de nuestro estimado amigo, colega, mentor y extraordinario neuropsicólogo.  Alfredo era un neuropsicólogo colombiano que vivía en Miami, EE. UU., y se desempeñó por varios años como profesor titular en el Departamento de Ciencias y Trastornos de la Comunicación de la Universidad Internacional de Florida, y recientemente en el Instituto de Lingüística y Comunicación Intercultural de la I.M. Sechenov First Moscow State Medical University, en Moscow, Russia y en la Albizu University, en Miami, FL, USA.

Su carrera y legado son, simplemente, extraordinarios. Alfredo obtuvo su primer título en Psicología de la Universidad Nacional de Colombia en 1969 y luego se trasladó a Rusia para estudiar Neuropsicología bajo la tutela de Alexander R. Luria, convirtiéndose en uno de los últimos estudiantes de Luria. Recibió un doctorado en Neuropsicología de la Universidad Estatal de Moscú en 1976. Luego llevó la neuropsicología a América Latina y sembró un interés cada vez mayor por este campo en Colombia, Argentina y México. Fundó la Asociación Colombiana de Neuropsicología y se desempeñó como Presidente (1983-1985, 1991-1993); fue el primer miembro latinoamericano de la Junta de Gobierno de la Sociedad Internacional de Neuropsicología (1993-1996), y también Presidente de la Sociedad Latinoamericana de Neuropsicología (1991-1995) y la Sociedad Hispánica de Neuropsicología (1999-2001). Estos roles facilitaron el establecimiento de la Neuropsicología en América Latina y en España, y el reconocimiento de las contribuciones latinoamericanas a nivel mundial.

 Alfredo tenía un gran corazón y una visión a largo plazo de la neuropsicología en América Latina. Fue el presidente fundador (1999-2003) de la Asociación Latinoamericana de Neuropsicología (ALAN), creada oficialmente en 1999 en Cartagena (Colombia) durante el primer “Congreso Internacional Cerebro-Mente: La Integración”. Su liderazgo lo llevó a ser por segunda vez presidente de la ALAN en 2014-2016. La pasión y el objetivo principal de Alfredo fue desarrollar y fortalecer la Neuropsicología en todos los países de América Latina. Su misión con la ALAN era la creación de una sociedad de sociedades, sin costo de membresía, una revista en línea, gratuita, en español y accesible a todos (Revista de Neuropsicología, Neuropsiquiatría y Neurociencias), con el objetivo de establecer “una biblioteca abierta, accesible a estudiantes y profesionales de todo el mundo y de todas las disciplinas”, y un congreso bianual de bajo costo. Hoy en día, estos siguen siendo los valores y actividades fundamentales de ALAN.

Durante su carrera, Alfredo recibió varios premios y reconocimientos académicos. Obtuvo la certificación de la Junta Americana de Neuropsicología Profesional (American Board of Professional Neuropsychology -ABPN) en 1996. También es Profesor Honorario de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, Miembro Honorario de la Facultad de Medicina de la Universidad de Antioquia, Profesor invitado del Departamento de Psicología de la Universidad Estatal de Moscú, entre otros. 

 Su productividad fue la envidia de todos. Fue incansable e imparable, con una pasión por compartir su conocimiento y curiosidad aparentemente ilimitados, y un carisma que conmovió a las masas. Tenía solo 24 años de edad cuando publicó su primer artículo. Desde entonces, acumuló más de 50 libros escritos y editados, siete baterías de evaluación neuropsicológica, casi 500 artículos revisados por pares publicados (con cerca de 25.000 citas) y cientos de presentaciones en conferencias. Tan solo en 2020, Alfredo realizó más de 35 publicaciones, incluyendo una sobre los efectos del COVID en las funciones ejecutivas. 

 Mas allá de todo, Alfredo fue un humano excepcional, con un gran corazón, cálido y bondadoso. Lo recordaremos bailando y cantando en voz alta y alegre. Deja atrás una hermosa familia. Los integrantes de ALAN están junto a su esposa, Mónica Rosselli, y sus hijos Felipe y Adriana, así como a sus dos hijas Silvia y Sara. El sentimiento de su pérdida es gigante, el vacío que nos deja no tiene limites. Lo extrañaremos profundamente.

 Mauricio A. Garcia-Barrera (Presidente de la ALAN) y miembros fundadores y de la Junta Directiva:   Esmeralda Matute, Feggy Ostrosky, David Pineda, Francisco Lopera, Gabriela Castillo, Olga Inozemtseva, Yamile Bocanegra, Guadalupe González Osornio, Claudia Garcia de la Cadena.

PS. La información sobre el fallecimiento llegó a través de una nota del neurocirujano y académico Remberto Burgos. El doctor Ardila era hermano del académico endocrinólogo Enrique Ardila, cuñado de los académicos Diego Andrés Rosselli (neuroepidemiólogo) y Pablo Rosselli (ortopedista infantil), casado con la psicóloga Mónica Rosselli Cock, quien también es hermana de la esposa del endocrinólogo Pablo Aschner Montoya. A todos ellos va nuestras condolencias. Algunos de ellos contestaron: Gracias, Remberto. Alfredo fue un hombre brillante y un ser humano extraordinario. Él y Mónica, mi hermana, hacían una pareja modélica. Entre los dos hicieron aportes muy importantes a la neuropsicología. (Pablo Rosselli).

El académico Jaime Fandiño Franky escribió:  Remberto: que bien que hayas recordado este extraño ser en América Latina. Yo lo conocí en Cartagena  cuando se fundó ALAN y me sorprendió de el dos aspectos muy claros de su vida : la enjundia social que le quiso infundir a la psicología y más específicamente a la neuropsicología. No hubiéramos conocido a Luria si el no hubieras ido su divulgador de sus teorías  Por su formación con la escuela rusa quiso siembre que nos pusiéramos a tono con nuestro problemas sociales y porque , sin duda alguna,fue quién hizo o, casi me atrevo a decir, fundar la enseñanza de la neuropsicología en A La. fue un discípulo de Luria uy de quién heredó la investigacion de la mente humana , Estamos en mora de recopilar su obra para nuestras generaciones latinoamericanas. mis sentimientos de pesar a su familia .Quizá David Pineda quiera hacerlo .

Enrique Ardila escribió: Mil gracias a todos por sus palabras, Alfredo mi hermano ademas de haber sido un gran profesional brillante, fue un gran ser humano, todos lloramos su partida y estoy seguro que sus valiosas enseñanzas serviran de ejemplo para las generaciones venideras.

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