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La Academia Nacional de Medicina nombró como nuevo Miembro Correspondiente al Dr. Luis Gabriel Cuervo Amore. Asesor médico, editor clínico, editor científico, evaluador y orador. Presentó su trabajo de ingreso a la Academia titulado “Hilando el fortalecimiento de la Investigación para la salud en las Américas”.
El Dr. Cuervo tuvo la oportunidad de guiar el desarrollo de una política de investigación para la salud hemisférica, aprobada por los estados representados en la Organización Panamericana de la Salud y participar en el desarrollo de la estrategia de investigación de la OMS y la Cumbre Ministerial Mundial de Bamako, donde se acuñó el término de investigación para la salud.
Desde la perspectiva del Dr. Cuervo, “el poder que tiene la investigación para la salud de transformar las vías es tremendo y hay que aprovecharlo. La falta de investigación es un determinante de las limitaciones de nuestros sistemas de salud, porque se pueden adaptar los conocimientos que hay sobre tratamientos a nuestra población, pero no se puede adaptar tan fácilmente todo lo relacionado a cómo funciona el sistema de salud. Y si no investigamos en temas de sistemas y servicios, estamos condenados a que el avance sea muy lento”.
Colombia tuvo un desempeño sobresaliente a nivel global en el estudio del virus del Zika y el desarrollo de nuevas políticas que garantizaran una atención adecuada a las familias y niños. También aquí, se logró la caracterización de la variante Mu del SARS-CoV-2, y esos hallazgos contribuyeron a establecer políticas migratorias en otros países. De hecho, es la única variante que ha sido caracterizada en un instituto de salud pública, -el Instituto Nacional de Salud y su Grupo de Genómica-, notable en un país que no es de ingresos altos.
Cuando hay un propósito se logra, las personas tenemos la habilidad única de transformar sueños en realidades pero para avanzar hacia un objetivo común es importante tener valores definidos, principios, objetivos comunes y pautas de cómo lograrlos. Esto es algo que se encuentra en una política de investigación para la salud.
Un elemento tácito en las políticas de investigación para la salud, es el promover que haya un ecosistema que sea favorable a la investigación. Una parte del ecosistema es contar con recursos adecuados para lograr una investigación pertinente, oportuna y de calidad, pero también para que los hallazgos de dicha investigación incidan sobre las políticas, los planes y los programas. En un ecosistema eficiente se busca, por ejemplo, que en la planificación, desarrollo y aplicación de la investigación estén representados los beneficiarios de la investigación, no solamente como sujetos de investigación, sino también como co-creadores de conocimiento.
En el 2019, el Instituto Nacional de Salud convocó a todos los institutos públicos nacionales, para proyectar a Colombia en el 2030. Cada instituto desde su sector, geografía, minería, memoria histórica, presentó cómo aportan y aportarán a la salud pública. En el ecosistema de la investigación se suele hablar de lo tangible -infraestructura, dinero, equipos, normas y procedimientos-, fáciles de medir. Pero el secreto frecuentemente se encuentra en lo intangible. El trabajar en redes e instituciones que se preocupen por la salud, el bienestar y la felicidad de sus empleados y beneficiarios marca toda una diferencia, y eso requiere una gestión muy competente, considerada e integra. Requiere comprometer a todo el equipo con la credibilidad y reputación de la institución.
Muchos sistemas de salud partieron de una visión simplista y colonial, se intentó extrapolar éxitos en el control de enfermedades transmisibles, y se generó el espejismo de soluciones fáciles, que con un medicamento, una acción directa sobre los vectores de la enfermedad o una tecnología como una vacuna se resolvían los problemas. Pero la historia ha demostrado que el mejoramiento y la salud requieren enfoques sistémicos que atiendan causas de las causas, algo que ahora se llama los determinantes de la salud.
La erradicación de la malaria y otras enfermedades tropicales depende del respeto al ecosistema y de ajustes en costumbres, por ejemplo, evitar dejar llantas abandonadas cerca de las viviendas o tener pocetas de agua descubiertas en las casas. Para hacer investigación se necesita contar con la libertad de pensamiento, con la capacidad de tomar riesgos, de fracasar, con un cierto grado de rebeldía y una capacidad de retar el orden existente y abordar la realidad con nuevas miradas. La investigación y las innovaciones de impacto no las generan investigadores en aislamiento, se deben generar redes y equipos de investigación, la innovación prospera en la diversidad.
Hoy día, los equipos de investigación requieren la participación de muchas disciplinas. No solamente en el campo científico, se requieren también gerentes administrativos, personas que tengan un enfoque económico, que ayuden a comprender las implicaciones y las opciones de los hallazgos, analistas estadísticos y comunicadores de Ciencia competentes e involucrados en todo el proceso de investigación, que puedan llegar a diferentes audiencias, desde la planificación misma del proyecto hasta la implementación de los resultados.
Antiguamente, el conocimiento dependía de estudios con muestras pequeñas que permitían hacer inferencias para poblaciones completas. Los estudios grandes que involucraban a miles de personas o poblaciones enteras eran una rareza y requerían inversiones monumentales, eran tan excepcionales que se volvían un estándar y se conocían por el acrónimo del estudio. Por ejemplo, el estudio MAGPIE ((Magnesium Sulphate for Prevention of Eclampsia), que evaluaba los efectos a largo plazo para las mujeres después del uso de sulfato de magnesio para la preeclampsia, e involucró a miles de mujeres en 40 países.
Ahora, con un teléfono o reloj inteligente que transmita datos y tenga aplicaciones, podemos ser partícipes de investigaciones para la salud, consciente e inconscientemente, gracias a datos que suministramos desde estos dispositivos. Un mundo de conocimiento soportado por cantidades inimaginables de datos aportados por millones de personas.
Hay muchos logros que proteger, hay tareas inconclusas como la de generar mecanismos para que el pensamiento crítico se desarrolle desde la escuela, que la población joven pueda discernir la información válida de la engañosa. Otra tarea inconclusa es contar con un estatuto del profesional de la investigación que permita una dedicación adecuada al trabajo.
El Dr. Cuervo finalizó su intervención recordando a aquellos que han sido fuente de inspiración para él, su abuelo y su pasión por la radiodifusión, su padre que le brindó las herramientas y la motivación, y dejó una reflexión para lograr que la niñez colombiana tenga esa exposición y estímulo a modelos que les permitan convertirse en esos nuevos investigadores que contibuyan al desarrollo y el bienestar de sus propias comunidades. Así mismo, recalcó su interés y compromiso de trabajar desde la Academia para construir ese país más equitativo y justo a través de la investigación como un motor de desarrollo y bienestar.
La Misión Internacional de Sabios presentó en 2020 un decálogo de recomendaciones para orientar al Ministerio de Ciencia y Tecnología. Entre ellas, contar con una política de investigación para la salud que lleve a un acuerdo social sobre los principios, valores y objetivos que debe tener y definir temarios que le den una dirección a la investigación, esencial para el país y sus regiones.
El Dr. Cuervo Amore es Médico y Cirujano de la Pontificia Universidad Javeriana. Especialista en Medicina Familiar de la Universidad del Valle. Maestría en Epidemiología Clínica y Bioestadística de la Universidad Javeriana.
Candidato a doctorado en Metodología de la Investigación Biomédica y Salud Pública de la Universidad Autónoma de Barcelona.
La intervención completa del Dr. Luis Gabriel Cuervo Amore puede verse en: CEREMONIA DE INGRESO ACADÉMICOS CORRESPONDIENTES
Resumen de la Intervención. Victoria Rodríguez G., responsable de plataformas digitales en la ANM.