Visitas: 1

El 10 de noviembre, se llevó a cabo la instalación de la XXVI reunión del Consejo Directivo de la Asociación Latinoamericana de Academias Nacionales de Medicina, España y Portugal, en la sede de la Academia Nacional de Medicina de Colombia, con la participación de presidentes y delegados de las distintas Academias.

El presidente de la Academia Dr. Germán Gamarra Hernández dio la bienvenida a todos los ilustres invitados y recordó que hace 55 años, el 29 de noviembre de 1967, en la ciudad de Bogotá y por iniciativa del entonces presidente de la Academia de Colombia, Dr. Gonzalo Esguerra Gómez, con la presencia de la mesa directiva y los ministros de Relaciones Exteriores y Salud, se creó la ALANAM.

Inicialmente participaron como miembros fundadores las Academias de Argentina, Brasil, Chile, México, Perú, Venezuela y Colombia. Posteriormente se vincularon Bolivia, Ecuador y Costa Rica. La Real Academia de Medicina de España ingresa primero como Miembro Honorario y luego como miembro en propiedad, siguieron Paraguay, Portugal, República Dominicana y Uruguay. En la actualidad 15 Academias Nacionales integran esta Asociación.

Los objetivos fundamentales han sido:

  • La colaboración científica y técnica para el fomento de acciones en salud, particularmente en salud pública que redunden en el bienestar social de la población.
  • El intercambio de publicaciones científicas y trabajos académicos. Actas, informes, memorias, dictámenes, revistas y libros.
  • La búsqueda de medidas conjuntas en beneficio de la educación médica y la investigación científica en los países miembros.

Gobernada por un Consejo Directivo, conformado por los presidentes y delegados oficiales de cada una de las Academias.  El consejo directivo define con anterioridad los temas a tratar en cada reunión. Para el 2022 se abordaron aspectos relacionados con el impacto que ha producido la pandemia por Covid-19 en los diferentes países que participaron en el evento, cuáles han sido las medidas para enfrentar la postpandemia y que experiencias se han recogido para abordar problemas similares en un futuro.

El secretario ejecutivo de la ALANAM, el Académico Dr. Álvaro Rodríguez Gama, recordó a todos los médicos y trabajadores de la salud que perdieron la vida durante la pandemia en estos países, en el cumplimiento de su trabajo.

 

La conferencia magistral estuvo a cargo del Académico Profesor Jorge Reynolds Pombo. Ingeniero Electrónico colombiano, egresado del Trinity College de Cambridge, Inglaterra. Director del Departamento de Investigación en electrónica y nanotecnología de la clínica Shaio, profesor investigador de la Universidad Nacional de Colombia e investigador de la Universidad Simón Bolívar. Ha recibido múltiples distinciones, doctorados honoris causas por sus aportes a la investigación en el desarrollo de tecnologías para la cardiología, es miembro de 45 sociedades científicas en Colombia y el exterior.  

La conferencia del profesor Reynolds se centró en los cambios que se han venido efectuando a nivel tecnológico en los últimos años, especialmente en la medicina. Los últimos 3 años, además de la pandemia, trajeron cambios extraordinarios y hallazgos investigativos de gran importancia que repercutirán en los próximos 5-10 años.

El médico seguirá siendo la persona que hace el diagnóstico, formula el tratamiento y hace el seguimiento de sus pacientes, pero va a tener la compañía de una gran cantidad de tecnología que le dará la posibilidad de trabajar con mayor precisión.

La generación de energía eléctrica con fuentes alternativas es algo que ya se ha venido explorando desde hace un tiempo. Varios experimentos se han realizado con agua de mar para la generación de energía eléctrica no convencional, como muchas otras fuentes que a veces son desconocidas, entre ellas las frutas y las plantas como generadoras de electricidad.

La microminiaturización de la electrónica y la sensórica en medicina -que son sistemas de implantación con pequeñísimos elementos electrónicos-, se han topado con un problema mayor que consiste en poder generar electricidad para su funcionamiento sin necesidad de baterías implantables. La meta es generarla por los mismos elementos a través de nuestros órganos que son capaces de producir la suficiente corriente para que estos nuevos circuitos funcionen con un Voltio o menos, reduciendo así el tamaño de los aparatos implantables.

Las flores, las plantas, las legumbres, los granos, los cereales, todos producen de una u otra manera electricidad, también el agua de mar, pero no en grandes hidroeléctricas donde el flujo mueve los generadores, sino con pequeñas cantidades de agua de mar y electrodos que producen aproximadamente medio Voltio.

Teniendo en cuenta que cerca del 70% del planeta es ocupado por mares, ríos y lagunas, las posibilidades son inmensas. Los principales componentes químicos del agua de mar son el cloruro con un poco más del 50%, el sodio en un 30.20%, sulfato, magnesio, calcio, potasio y otros en menores proporciones. De acuerdo al lugar del mundo donde se tome el agua de mar, varían un poco sus componentes.

Algunos de sus usos han sido sorprendentes. En la I Guerra Mundial, el doctor René Quinton, biólogo y fisiólogo francés, recibió una gran cantidad de heridos que llegaban a sus manos desangrándose y ante la imposibilidad de una transfusión, les inyectó agua de mar porque descubrió que el agua de mar tiene una composición química muy parecida al plasma sanguíneo. Al final de la Primera Guerra Mundial encontraron que muchos de estos pacientes tratados de esta manera habían sobrevivido.

En Colombia desde hace mucho tiempo se ha venido utilizando el agua de mar con diferentes resultados terapéuticos, para mejorar la circulación y para las vías digestivas. Laureano Alberto Rodríguez y su padre han creado una serie de dispensarios en Colombia, África e India, utilizando el agua de mar como terapia general.

Los invernaderos de agua marina ya existen y permiten aprovechar el vapor de los mares y la energía solar para cultivar vegetales, podría ser la solución para los problemas de sequía. También podría ser la solución para cambiar las condiciones genéticas de diferentes plantas como la remolacha, la zanahoria y el coliflor, para que sean cultivados con agua de mar.

Un experimento, con pequeños vasos llenos de agua de mar y electrodos funcionando como baterías en serie con un electrodo positivo y otro negativo pueden producir aproximadamente 600 milivoltios, generando suficiente electricidad para 1, 2, 3 o más leds.  Una alternativa para caseríos pequeños donde no existe la electricidad, esto ya empieza a usarse en La Guajira, Colombia.

Una planta de energía térmica oceánica en Hawaii, crea microclimas con temperatura controlada. A 200 metros de profundidad, un tubo crea una succión permanente por diferencias de temperatura, toda el agua de mar a más de 200 metros de profundidad, está más o menos a 5 grados, mientras en la superficie la temperatura está entre 30 y 40 grados. Este control de temperatura permite que alimentos que no se pueden cultivar a temperaturas altas, puedan crecer y cultivarse.

La parte más importante y a lo que se dedican estos grupos en el mundo es que el resultado de estos procesos no tenga ningún costo para los consumidores. Lo que hoy día es ciencia ficción o experimentación, mañana será una realidad.

Los delegados presentes en la reunión se llevaron a casa un pequeño kit para que ellos mismos puedan experimentar la generación de energía a través de alimentos y plantas y así motivar esta alternativa en sus propios países.  Al finalizar la jornada se impuso la Cruz de Plata al Académico Profesor Jorge Reynolds Pombo por sus aportes a la Ciencia.

VER INAUGURACIÓN DE LA XXVI REUNIÓN CONSEJO DIRECTIVO DE LA ALANAM.

Resumen de la reunión. Victoria Rodríguez G., responsable de plataformas digitales en la ANM.

Loading

0 0 votes
Article Rating
Share This