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Con este título, el académico HERNANDO SARASTI OBREGÓN ha divulgado un artículo que se publicó a través del sitio academia.edu. El profesor Sarasti logró una síntesis estupenda, basada en la historia de algunos médicos famosos en la historia, como Hipócrates, Galeno, Vesalio, William Harvey, Virchow, Paracelso, Boerhave, Laennec, Osler y otros más. Aunque él se refiere a clínicos que observaron e hicieron mella en su entorno como clínicos, el concepto de internista viene más de los alemanes, realzado por el brillante médico canadiense William Osler. En cuanto a la medicina interna de nuestro país Colombia, se refiere a Mutis (ejerció la medicina general, pero fue un científico de la materia medica), Vargas Reyes y Lombana Barreneche, mencionando a algunos de sus discípulos como Alfonso Uribe Uribe, Pablo Elías Gutierrez y Trujillo Gutiérrez.
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Humberto Reyes, editor de la Revista Médica de Chile escribe lo siguiente:
A fines del siglo 18 y en la primera mitad del siglo 19 los centros de influencia de la medicina occidental estaban en países europeos. Para la práctica profesional las opciones principales eran la clínica médica y la cirugía, con fronteras bien identificadas. La clínica médica distinguía entre patología interna y patología externa, cuyas fronteras eran más difusas. La enseñanza y la práctica de la clínica médica se aplicaba al diagnóstico de las enfermedades por sus síntomas y signos físicos, más el conocimiento sobre su historia y evolución natural, y los aportes de la anatomía patológica, que había alcanzado la cúspide de su desarrollo. La terapéutica médica era esencialmente empírica. Para aprovechar en beneficio del enfermo este conjunto formado por la semiología, la historia natural de las enfermedades, su anatomía patológica y el tratamiento médico empírico, eran fundamentales la experiencia del médico, su capacidad de observación (el «ojo clínico» mencionado por A. Castiglioni en su Historia de la Medicina) y su buen juicio. Ello se reflejaba en los textos y en las revistas médicas, cuyos contenidos eran esencialmente descriptivos. Sobre la naturaleza de las enfermedades, sus causas y fisiopatología, se sabía muy poco. Lo que se decía, hacía, escribía y enseñaba tenían mucha subjetividad y poca ciencia. ¿Qué es Medicina Interna? (scielo.cl)
En la segunda mitad del siglo 19 progresaron notablemente la bacteriología, la química y la física. Sus descubrimientos empezaron a relacionarse con la clínica médica y nació la medicina experimental, que adoptó el método de las ciencias biológicas. Este proceso cultural causó efectos en Alemania, donde provocó una acción favorable pretendiendo incorporar a la clínica médica las novedades que ofrecían las ciencias para investigar la naturaleza íntima de las enfermedades, adoptar nuevos recursos tecnológicos que facilitaran o precisaran el diagnóstico semiológico, ensayar nuevos tratamientos y juzgar objetivamente los méritos e inconvenientes de los tratamientos antiguos y los nuevos. Entre los cambios que se produjeron, la fisiología y otras ciencias biológicas dieron origen a la fisiopatología. En el ambiente médico germánico nacieron, alrededor de 1880, los términos «Medicina Interna» e «internista». Una reunión realizada en Wiesbaden, en 1882, se denominó por primera vez «Congreso de Medicina Interna» (Tabla 1). Dos años después la revista médica alemana «Boletín de Medicina Clínica» cambió su nombre a «Boletín de Medicina Interna», indicándose como propósito difundir lo que la literatura mundial ofreciera en el campo de la Medicina Interna.
Apenas una década después, J. von Merin, autor del primer texto que empleó el título de «Medicina Interna», profetizó el inminente nacimiento de las subespecialidades:
«El territorio de la medicina interna, gracias a la suma de las más variadas disciplinas experimentales, ha alcanzado tal extensión que una sola persona ya no puede abarcar con autoridad todas sus ramas. Sólo el investigador tiene competencia para evaluar críticamente la acumulación sin fin de detalles, de modo de poder ofrecer lo mejor a los estudiantes y a los clínicos».
A comienzos del siglo 20 el concepto de la Medicina Interna se extendió en Europa y de allí al resto del mundo. Aunque el término «Medicina Interna» no se universalizó, fue adoptado en los EE.UU. de NA.
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Osler fue el fenómeno que le dio el impulso definitivo a la medicina interna en los Estados Unidos. La medicina nace de esa simpatía primaria que todo hombre siente hacia otro miembro de su especie, cuando sufre y está enfermo, dijo este clínico.
Volviendo a Hernando Sarasti, y al desarrollo de la Medicina Interna en Colombia, la primera sociedad de la especialidad la fundaron clínicos entrenados en el Hospital San Juan de Dios de Bogotá, y en esto participaron clínicos como Uribe Uribe, Pablo Elías Gutiérrez, Roberto de Zubiría, y el cardiólogo Adolfo de Francisco. Duró poco y unos años después se refundó. Un congreso realizado en Popayán a comienzos de los 60 no fue muy exitoso. Entonces, Hernando Sarasti, William Rojas, Fernando Chalem y otros resolvieron que se hiciera un GRAN CONGRESO DE MEDICINA INTERNA (y 11 subespecialidades) en Bogotá. Eso le dio un enorme impulso a lo que después se llamaría Asociación Procongreso y la Asociación Colombiana de Medicina Interna. Para esa época, el doctor Fernando Chalem y otros internistas fundaron la revista de la ACMI, con el nombre de ACTA MÉDICA COLOMBIANA, publicación científica indexada.
Las subespecialidades vinieron luego, debido a un notorio avance de la tecnología diagnóstica y terapéutica. Aunque los primeros especialistas no eran en si internistas, y muchas veces autodidactas, la medicina interna se volvería requisito para el entrenamiento en las especialidades. Otras grandes ramas de la medicina como la pediatría, la ginecología y la cirugía también se dividieron en generalistas y subespecialistas, y de estas salieron otras microespecialidades para manejar procesos complejos. El internista de antes (como en mis primeros tiempos) debían hacerse cargo del paciente en consuta externa, en el hospital, a veces en urgencias, y en cuidado intensivo. De esto salieron urgentólogos, hospitalistas e intensivistas, por los grandes volúmenes de pacientes que hay, particularmente ahora con la cobertura universal.