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Hace unos años fui a visitar a un amigo al que habían nombrado viceministro de salud. Me contó que existían bellos programas de ayuda a los ancianos, a la niñez desamparada, a los pobres en general. Pero que el día a día se iba en apagar incendios. Terremotos, inundaciones, hambrunas, epidemias. Y eso ocurre ahora.
La pandemia de Covid 19 nos ha hecho olvidar de otras problemáticas que afectan a la sociedad, cuya solución requiere cultura ciudadana, además de un marco jurí dico que claramente marque las líneas rojas de la ilegalidad. Una de ellas es el llamado matrimonio infantil, definido como el realizado por menores de 18 años. He aquí algunos datos mundiales:
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Más de 47.700 niñas se casan diariamente antes de cumplir los 18 años
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La pobreza y las guerras son algunas de las causas que originan el matrimonio infantil
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Las niñas que se casan tienen más posibilidades de abandonar la escuela.
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La educación es clave para acabar con los matrimonios infantiles.
En la página web de la UNICEF se lee lo siguiente:
A menudo, las niñas que corren el mayor riesgo de contraer matrimonio a una edad temprana también son aquellas a las que resulta más difícil llegar: pertenecen a familias pobres, grupos marginados o viven en zonas rurales. También tienen más probabilidades de no asistir a la escuela que las que no se casan, privándolas de la oportunidad de prosperar y realizar plenamente su potencial. Contraer matrimonio puede aislar aún más a las niñas de su familia, sus amigos y su comunidad, y puede poner en peligro sus medios de vida y su salud.
Un programa mundial
En 2016, UNICEF puso en marcha un programa mundial junto con el UNFPA destinado a hacer frente al matrimonio infantil en 12 países donde la práctica es más común o presenta una carga más elevada: Bangladesh, Burkina Faso, Etiopía, Ghana, India, Mozambique, Nepal, Níger, Sierra Leona, Uganda, Yemen y Zambia. Varias resoluciones de la Asamblea General y el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas instan a los países a incrementar las inversiones destinadas a poner fin a esta práctica.
Las medidas promueven el derecho de las adolescentes a evitar el matrimonio y el embarazo, sus derechos reproductivos y el logro de sus aspiraciones por medio de la educación. El programa ayuda a las familias a manifestar actitudes positivas, empodera a las niñas para dirigir su propio futuro y refuerza los servicios que les permiten hacerlo. También aborda las condiciones subyacentes que sustentan el matrimonio infantil y aboga en favor de leyes y políticas que protejan los derechos de las niñas, al tiempo que subraya la importancia de que dichas políticas se basen en datos sólidos.
Algunos resultados de la fase I del Programa (2016 – 2019) revelan los siguientes datos:
- En Etiopía, cerca de 490.000 niñas adolescentes pertenecen a clubes de adolescentes, donde mentores les brindan capacitación e información sobre salud sexual y reproductiva, servicios legales y mecanismos de denuncia de matrimonios infantiles. Como resultado, 24.785 matrimonios infantiles fueron cancelados o anulados.
- En Bangladesh, una campaña nacional para poner fin al matrimonio infantil llegó a más de 190 millones de personas a través de la televisión, la radio y las redes sociales, y recibió premios nacionales e internacionales por contribuir a un cambio social positivo.
- En Sierra Leona, se ha ayudado a que cerca de 9.000 niñas adolescentes que habían abandonado la escuela regresaran a clases, proporcionándoles financiación para las matrículas escolares, uniformes, libros y otros útiles académicos
- En Yemen, más de 10.000 niñas adolescentes, incluidas niñas ya casadas, han accedido a servicios de salud y protección, como apoyo médico, legal y psicosocial y acceso a refugios.
- En Nepal, cerca de 30.000 niñas adolescentes han participado en un programa de capacitación en habilidades sociales y financieras, y más del 65% de las niñas han demostrado un mayor conocimiento y habilidades para ejercer sus derechos después de la capacitación.
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El Programa integra sectores como educación, protección de la infancia, comunicación para el desarrollo, salud, agua y Fomenta la capacidad de los gobiernos y de las ONG, colabora con la sociedad civil y organizaciones confesionales, academia, sector privado o miembros de la red mundial Girls Not Brides— tras sus iniciativas y una rendición de cuentas más armonizadas.
En Colombia
El Ministerio de Salud mediante un documento de 16 páginas pidió a la Corte Constitucional que declare la inconstitucionalidad de los artículos 117, 140 y 143 del Código Civil al considerar que ponen en riesgo derechos fundamentales al establecer la edad de 14 años como la mínima para casarse en Colombia. “La evidencia ha demostrado que el matrimonio en menores de 18 años es un factor de riesgo para aumentar los embarazos en la adolescencia, y la maternidad y paternidad temprana”, señala el Ministerio al tener en cuenta las advertencias hechas por la Organización Mundial de la Salud (OMS). El Ministerio sigue la misma línea del ICBF.