Visitas: 10

Una persona que recibe las vacunas antiCovid y de las otras, está haciendo un gran bien a su organismo y a la sociedad, lo que llamamos el bien común. Las pandemias seculares arrasaban con la población, y por falta de conocer la causa y de no tener forma de prevenirlas, la mortandad era de muchos millones (100 millones por ejemplo, en la Gripa Española por Influenza). El que quiera leer sobre los horrores de las pandemias anteriores, le recomiendo el número de la revista MEDICINA de la Academia colombiana, que hace una revisión de estos azotes de la humanidad. Ver Vol. 42 Núm. 2 (2020): Revista Medicina 129 | Medicina

Muchas personas desconocen que hay muchas enfermedades como la poliomielitis, la difteria o la tosferina que tuvieron efectos terribles entre la población. Con las vacunas se controlaron estas patologías. Las vacunas son un mecanismo para el control de enfermedades infecciosas y el hecho de no controlarlas a través de las vacunas causaría un gran impacto sanitario, pero también económico y social, como se ha visto con el coronavirus.

A los vacunados les va mucho mejor que a los no vacunados, en la actual versión de la pandemia del Covid 19, a comienzos del año 2022 en pleno siglo XXI. Muchos países, en particular los desarrollados, presentan buenos índices de vacunación que son también aceptables en los países de ingreso medio. Esto no es así en los países pobres del África, que son su mayoría, y los asiáticos de bajos ingresos o enredados en conflictos internos.

Podemos decir entonces que vacunarse va en bien del individuo y del bien común. ¿Por qué entonces los movimientos antivacunas no son cosas del pasado?

La oposición a la vacunación es tan antigua como las vacunas mismas. La desconfianza hacia los médicos y a los gobiernos que alimenta el movimiento antivacunas puede parecer un fenómeno moderno, pero las raíces del activismo actual se plantaron hace más de un siglo.

 En la ciudad de Leicester, en Inglaterra, a finales del siglo XIX, decenas de miles de personas salieron a las calles en oposición a las vacunas obligatorias contra la viruela. Hubo arrestos, multas y algunas personas incluso fueron enviadas a la cárcel. Se blandieron pancartas que exigían “Revocar las leyes de vacunación, la maldición de nuestra nación” y aseguraban que era “Mejor celda de prisión que bebé envenenado”.

Recomendamos el siguiente artículo para conocer la historia de los antivacunas. La curiosa historia de cómo el movimiento antivacunas nació hace 150 años en Inglaterra – BBC News Mundo

Algo va del siglo XIX al XXI, con el espectacular desarrollo de la ciencia y la tecnología. Algunas veces el no vacunarse obedece a un temor algo infantil, o a falta de conocimiento. Supongamos que una persona dice: “Es mi problema, no me pueden obligar. Soy un objetor de conciencia. Además, sigo teniendo derecho al trabajo, al transporte, al entretenimiento”.

Pero los derechos de una persona terminan donde comienzan los de otras. Y ahí es donde prevalece el bien común.

Omicron puede generalmente causar síntomas más leves en un cierto número de personas, pero sus efectos están rebotando en Europa y los Estados Unidos, creando uno de los mayores retos de la pandemia de Covid-19.

¿Qué dicen las noticias? La educación se volvió virtual, las aerolíneas y otros medios de transporte cancelan viajes, las farmacias y los laboratorios de pruebas diagnósticas cierran temporalmente, las estanterías de tiendas y supermercados se desocupan precisamente por la deficiente distribución causada por el ausentismo laboral de los infectados. Han caído las donaciones de sangre, los hospitales están llenándose cuando mucho personal sanitario no trabaja por enfermedad, en fin, esta es la historia cotidiana.

¿Ha pensado alguien qué pasaría que vastas regiones de la China entraran en cierre por un desbordamiento de la pandemia? La enorme dependencia que tiene occidente de las manufacturas chinas haría que todo estuviera escaso, no solo el papel higiénico.

Hay muchos artículos que se pueden leer online sobre los argumentos esgrimidos por los grupos antivacunas, algunos basados en noticias falsas, otros refutados por la comunidad científica. Vea el artículo Guía para desmentir 24 noticias falsas sobre la vacuna de COVID-19 | Academia Nacional de Medicina de Colombia (anmdecolombia.org.co)

Los gobiernos presionarán con decretos y leyes de obligatoriedad, las empresas tomarán medidas para no emplear negacionistas o antivacunas, preservar los derechos de los que cumplen cívicamente y por su bien personal. Macrón, el presidente de Francia ha prometido hacerle la vida imposible a los no colaboracionistas.

El problema de los humanos es que cada quién se siente depositario de la verdad. Y las creencias erradas van definitivamente contra el bien común.

Le puede interesar. https://anmdecolombia.org.co/?s=antivacunas

 

Loading

0 0 votes
Article Rating
LAS OPINIONES EXPRESADAS POR LOS AUTORES SON PERSONALES, SU RESPONSABILIDAD, Y NO COMPROMETEN LA INDEPENDENCIA DE LA ACADEMIA O REFLEJAN SUS POLITICAS.
Share This