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Por Remberto Burgos.
Las cifras cuando son claras y ciertas son verdades sin discusión. Por ejemplo, la del Estado de Washington, que habla del cambio de los ingresos por los impuestos de la marihuana. Por cada 1 billón que ingresan, 600 millones se destinan al seguro de salud y al cuidado general de las familias de menos ingresos. En el 2021 habían recibido 480.9 millones los primeros 9 meses y al igual que otros estados donde la marihuana es legal, habían recogido mayor dinero que dos años consecutivos de impuestos por alcohol. La cifra que deja la venta legal de marihuana se aproxima a los 10 billones-anual y destinados a proyectos sociales de grupos que han sido afectados por la guerra de las drogas. (Davis B., The Center Square, Washington Farm Bureau)
Hay un pensamiento nacional que se debe aclarar sobre los efectos que produce la marihuana. Tiene efectos dañinos sobre el sistema nervioso central, pero si se compara con el alcohol en menos toxica y menor potencia adictiva. Regula además los episodios de violencia y hace menos daños para el cuerpo. Veamos estas cifras: 30 mil muertos anuales son atribuidos al efecto que tiene el alcohol en los accidentes (CDC) y no existen muertos atribuidos a marihuana. Se ha establecido un riesgo de 114 menos asociado con marihuana si se compara con alcohol. La sobredosis de alcohol -comprobado- conduce a la muerte, no hay registros sobre la marihuana. Se estima que 1.600 muertes-año son por sobredosis de alcohol. Los costos en salud son 8 veces mayores para atención de los pacientes con alcohol que aquellos con marihuana.
El uso de alcohol se asocia con la tendencia hacia el cáncer. Esófago, estómago y colon. No hay informes validos sobre el aumento de la prevalencia en los fumadores de marihuana. El alcohol es más adictivo y aumenta el riesgo de lesión en personas cercanas, familias y amigos. Contribuye a aumentar los episodios de violencia y los comportamientos agresivos. Se estima que el 25% de los crímenes en USA están estrechamente relacionados con el consumo de alcohol. Las cifras de violencia intrafamiliar y acoso sexual están presentes en los consumidores de alcohol. No hay registros en los adictos a la marihuana. Los accidentes de carros reflejan verdades: 83% pacientes en quienes usan marihuana y, nada menos, que 2.200% en aquellos consumidores de alcohol. Amnesia lacunares y episodios que el adicto llena al día siguiente son frecuentes en el alcohol. Muy poca incidencia de los usadores de marihuana. Efectos sobre el embarazo, el desarrollo y madurez del feto se han descrito frecuente con OH.
No hay duda, entre las sustancias más nocivas y peligrosas están la marihuana y el alcohol. La marihuana entre las 10 más dañinas ocupa el 10 lugar y escriben su potencia sedante lo cual lleva a múltiples lesiones. El alcohol ocupa el 7 lugar y se le considera como la droga ilegal más frecuente en uso. Los 29 casos diarios de accidente fatal recuerdan que hay uno cada 50 minutos. Daño hepático y desencadenante de varios cánceres nos habla de su poder dañina. No olvidar que el alcohol está en todas las listas y es la tercera causa en muerte prevenible en USA. Se calcula que 95 mil personas mueren todos los años secundarios a alcohol y este fenómeno cultural aceptado, ha llevado a aumentar y extender las cifras.
Cuando se mira en las imágenes de los tóxicos sociales -la figura de barras- aparecen calificadas las 10 drogas más peligrosas y letales de la última década. Llama la atención la distribución de la figura. Más alta sobresale la primera causa: la nicotina. Luego baja en un porcentaje importante el alcohol y en tercer lugar aparecen los opioides. La marihuana no aparece en esta gráfica. Nicotina y alcohol, los dos grandes campeones de la adicción. Escuchar a estos muchachos y mirar el cuadro comparativo de ideas me pareció interesante y formativo. Sin duda, el alcohol es mucho más toxico que la marihuana. En forma directa me preguntaron: ¿Cuál es peor? Respondí pensando la respuesta: comparar la toxina botulínica con la estricnina es igual: ambos son venenos.
Artículo original de El Heraldo.
El doctor Remberto Burgos de la Espriella ha sido presidente de la Asociación Colombiana de Neurocirugía, presidente Honorario de la Federación Latinoamericana de Neurocirugía y es Miembro de Número de la Academia Nacional de Medicina de Colombia.