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El daño cerebral causado en el feto por el virus del Zika expresado en forma de microcefalia, se evidencia entre las 15 y las 24 semanas después de que la mamá se infecta, determinó un estudio elaborado por investigadores colombianos del Instituto Nacional de Salud y por estadounidenses de los Centros para el Control de Enfermedades (CDC). Hubo 432 bebés nacidos con microcefalia en Colombia durante el 2016 (1).

Zika en Colombia, 2015.

Esto contrasta con lo informado en el año anterior. Según el investigador Antonio Carlos Jaramillo Tobón “en Colombia no se habían informado casos de Zika hasta octubre de 2015, cuando el MSP confirmó nueve casos autóctonos en Cartagena (Bolívar), sin ninguna complicación. Hasta la semana epidemiológica 51 (diciembre 20-26, 2015), había un total de 736 casos confirmados en el Instituto Nacional de Salud (INS) y se había notificado 9.280 casos sospechosos. Procedían de 34/36 (94.44 %) de los Departamentos. No se habían notificado muertes. Tampoco complicaciones, ni casos de microcefalia, aunque hubo 236 casos en embarazadas” (2).

La investigación

El artículo, publicado en la revista Obstetrics & Gynecology por primera vez determina el periodo en que el virus transmitido por mosquitos causa estragos en el cerebro del bebé gestante tras la infección sufrida por la madre. El hallazgo se logró gracias a ecografías y resonancias magnéticas en 17 fetos con diagnóstico de Zika confirmado por pruebas moleculares en dos clínicas de Ibagué y Barranquilla. Los hallazgos sugieren que el seguimiento ecográfico a los bebés gestantes deben hacer durante todo el embarazo, y no solo al comienzo del embarazo. “La aparición tardía de la microcefalia después de las 24 semanas fue en la gran mayoría de los casos, aun cuando las ecografías de tamizaje en primer y segundo trimestre fueron aparentemente normales”.

El virus

El virus Zika se detectó en 1947 en Uganda, África, en un mico Macaccus Rhesus. Es parte de la familia Flaviviridae (género Flavivirus). En humanos la infección se demostró por serología en 1952 enUganda y Tanzania; el virus se aisló en 1968 en Nigeria. La enfermedad consistía en fiebre de pocos grados, mialgias, artralgias, conjuntivitis serosa y un exantema morbiliforme parecido al del dengue clásico. Hasta 2006 hubo casos aislados en África y sudeste Asiático en viajeros. En 2007 en la Isla de Yap (Micronesia) se notificaron 185 casos y se identificó como posible vector al Aedes hensilii. En la Polinesia Francesa en 2013 hubo 10.000 casos y 70 fueron graves con complicaciones neurológicas y autoinmunes. Los vectores relacionados fueron Ae. aegypti y Ae. polynesiensis. En el 2014 hubo casos en Nueva Caledonia y en Islas Cook de Australia. En los siguientes siete años en viajeros en Thailandia, Camboya, Indonesia y Nueva Caledonia. No se informaron muertes. En América se habían registrado casos en viajeros que se infectaron en África y las otras áreas ya mencionadas, con solo un caso autóctono en USA, por transmisión sexual. En febrero de 2014, hubo un caso confirmado en la isla de Pascua (Chile) y por lo menos otros 40 en Valparaíso; hubo nuevos casos hasta Junio en Pascua. Después de esto apareció la más grande epidemia registrada hasta ahora en la historia, en Brasil. Hasta la fecha se han detectado más de 84.931 casos (subrregistro de más de 80 %), 40 muertes y una epidemia de microcefalia asociada a infecciones en embarazadas que se infectaron en los tres primeros meses. Ya hay casos en El Salvador, Guatemala, Guyana Francesa, Honduras, Martinica, México, Panamá, Puerto Rico, Paraguay, Surinam y Venezuela.

Año 2016

Según informe del CDC y del Instituto Nacional de Salud, 32 bebés nacieron con microcefalia en Colombia durante el 2016, y otros 44 fetos con la enfermedad congénita no sobrevivieron a la gestación. La Organización Mundial de la Salud describe que la microcefalia es una malformación en la que el niño nace con una cabeza pequeña o en la que la cabeza deja de crecer después del parto, que a la larga se traduce en discapacidades físicas. Esas cifras del 2016 representan cuatro veces más casos de microcefalia (9,6 por cada 100.000 habitantes) frente al 2015.

Año 2017

Queremos anotar que hasta el comienzo del segundo semestre de 2017, se ha publicado un buen número de artículos sobre el tema, relacionados con Colombia (3-29). Hay que destacar especialmente el trabajo de los grupos de la Universidad Tecnológica de Pereira (liderados por A.J. Rodríguez-Morales), de la Universidad del Rosario (J.M. Anaya), del Instituto Nacional de Salud, de las universidades Javeriana y del Valle, del grupo de Bucaramanga y de otros grupos ubicados en otras ciudades colombianas. Incluimos las referencias para los interesados en el tema.

Datos sobre la microcefalia

Según el CDC de Atlanta, La microcefalia es un defecto congénito en donde el tamaño de la cabeza del bebé es más pequeño de lo esperado en comparación con el tamaño de la cabeza de bebés de la lisma edad y sexo. Los bebés con microcefalia con frecuencia tienen un cerebro más pequeño que podría no haberse desarrollado adecuadamente.

¿Qué es la microcefalia?

Es una afección en la cual la cabeza del bebé es mucho más pequeña de lo esperado. Durante el embarazo, la cabeza del bebé aumenta de tamaño porque el cerebro del bebé crece. La microcefalia puede ocurrir porque el cerebro del bebé no se ha desarrollado adecuadamente durante el embarazo o dejó de crecer después del nacimiento, lo que produce un tamaño de la cabeza más pequeño. La microcefalia puede ser una afección aislada, lo que significa que puede ocurrir sin que ocurran otros defectos graves, o puede presentarse en combinación con otros defectos de nacimiento graves.

¿Qué es la microcefalia grave?

Es una forma más grave y extrema de esta afección, en la cual la cabeza del bebé es mucho más pequeña de lo esperado. La microcefalia grave puede ocurrir cuando el cerebro del bebé no se desarrolla adecuadamente durante el embarazo, o cuando el cerebro se empieza a desarrollar correctamente, pero en algún momento del embarazo ocurren daños y el cerebro deja de crecer.

Otros problemas

Los bebés con microcefalia pueden tener una gama de problemas adicionales, dependiendo de lo grave que sea esa afección. La microcefalia se ha asociado a los siguientes problemas:

Convulsiones, retraso en el desarrollo, como problemas del habla y con otros indicadores del desarrollo (como sentarse, pararse y caminar).  Discapacidad intelectual (disminución de la capacidad para aprender y funcionar en la vida diaria). Problemas con el movimiento y el equilibrio. Problemas para alimentarse, como dificultad para tragar. Pérdida de la audición. Problemas de la vista.

Estos problemas pueden variar desde leves hasta graves, y con frecuencia duran toda la vida.

Debido a que el cerebro del bebé es pequeño y no se ha desarrollado completamente, los bebés con microcefalia grave pueden tener más de estos problemas, o tener más dificultades debido a ellos, que los bebés con microcefalia leve. La microcefalia grave también puede poner en peligro la vida.

Debido a que es difícil predecir al momento del nacimiento los problemas que tendrá el bebé con microcefalia, estos bebés necesitarán con frecuencia que un proveedor de atención médica les haga un seguimiento de cerca mediante chequeos regulares para vigilar su crecimiento y desarrollo.

Causas y factores de riesgo

Se desconocen las causas de la microcefalia en la mayoría de los bebés.

Algunos bebés tienen microcefalia por cambios en sus genes.

Otras causas de la microcefalia,  incluso de la microcefalia grave, pueden incluir las siguientes exposiciones durante el embarazo:  Ciertas infecciones como la rubéola, la toxoplasmosis, el virus Zika o el citomegalovirus. La desnutrición grave, es decir la falta de nutrientes o no alimentarse lo suficiente. La exposición a sustancias dañinas, como alcohol, ciertos medicamentos o sustancias químicas tóxicas.La interrupción del flujo de sangre al cerebro del bebé durante su desarrollo                                                                                                                                     .

Los investigadores están estudiando como se da el vínculo entre la infección por el virus del Zika y la microcefalia, que ahora se da epidémica.

Los CDC continúan estudiando los defectos congénitos, como la microcefalia, y la forma de prevenirlos. Si usted está embarazada o planea quedar embarazada, pregúntele a su médico cómo puede aumentar su probabilidad de tener un bebé saludable.

Diagnóstico

La microcefalia se puede diagnosticar durante el embarazo o después de que nazca el bebé.

Durante el embarazo

La microcefalia se puede diagnosticar a veces con una ecografía. Para detectar la microcefalia durante el embarazo, la ecografía debe realizarse a finales del segundo trimestre (20 a 22 semanas) o después. Para obtener más información sobre las pruebas de detección y de confirmación durante el embarazo, visite la página web de los CDC sobre diagnóstico de los defectos de nacimiento.

Después de que nace el bebé

Para diagnosticar la microcefalia después del nacimiento, el proveedor de atención médica medirá la distancia alrededor de la cabeza del recién nacido, también llamada circunferencia de la cabeza (perímetro cefálico), durante un examen físico. Después, el proveedor comparará las medidas con los parámetros de la población por sexo y edad.

La microcefalia se define como una medida de la circunferencia de la cabeza que es más pequeña que cierto valor para los bebés de la misma edad y sexo. El valor de la medida de la microcefalia es, por lo general, menos de 2 desviaciones estándar (DE) por debajo del promedio. La microcefalia grave se define como una circunferencia de la cabeza que es aún menor que el valor de la medida más pequeño; por lo general, menos de 3 desviaciones estándar (DE) por debajo del promedio en los bebés de la misma edad y sexo. Esto significa que la cabeza del bebé es extremadamente pequeña en comparación con la de los bebés de la misma edad y sexo. Con frecuencia, los proveedores de atención médica deberían tomar la medida de la circunferencia de la cabeza cuando el recién nacido tenga por lo menos 24 horas de nacido. Esto permite garantizar que se ha resuelto la compresión debida a su paso por el canal del parto.

Si el proveedor de atención médica sospecha que el bebé tiene microcefalia, puede ordenar una o más pruebas para ayudar a confirmar el diagnóstico. Por ejemplo, pruebas especiales como la tomografía computarizada (CT, por sus siglas en inglés) o las imágenes de resonancia magnética (MRI, por sus siglas en inglés) pueden proveer información crucial sobre la estructura del cerebro del bebé, lo cual puede ayudar a determinar si el recién nacido tuvo una infección durante el embarazo. También pueden ayudar al proveedor de atención médica a detectar otros problemas que podrían estar presentes.

Tratamiento

La microcefalia es una afección que dura toda la vida. No existe una cura ni un tratamiento estándar para la microcefalia. Debido a que la microcefalia puede variar de leve a grave, las opciones de tratamiento varían también. Los bebés con microcefalia leve con frecuencia no presentan otros problemas diferentes al tamaño pequeño de la cabeza. Estos bebés necesitarán chequeos rutinarios para vigilar su crecimiento y desarrollo. Los bebés con microcefalia más grave necesitarán atención y tratamientos concentrados en el control y manejo de sus otros problemas de salud (mencionados anteriormente). Los servicios de atención del desarrollo tempranos con frecuencia ayudan a los bebés con microcefalia a mejorar y maximizar sus capacidades físicas e intelectuales. Estos servicios, conocidos como intervención temprana, pueden incluir terapias del habla, ocupacional y física. Algunas veces también se necesitan medicamentos para tratar las convulsiones y otros síntomas. 

Esta nota ha sido preparada por Alfredo Jácome Roca, MD

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