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De los 132.553 candidatos inscritos para las elecciones territoriales 2023 llama la atención 251 para gobernadores y 6175 para las alcaldías. Hay un aumento en la participación de casi el 14% comparado con el 2019 y esto puede anticiparse como conquista o apertura de la democracia. ¿Será cierto? Partidos políticos y coaliciones predominan en gobernadores y la inmensa mayoría de los candidatos entre 35-45 años: ¿renovación en liderazgo?
Hagamos el ejercicio con la pobreza multidimensional, calidad de vida de los hogares colombianos, para responder las dos preguntas. Tomamos el año 2022 y el porcentaje de pobreza multidimensional en Colombia fue 12.9%. En las cabeceras 8.7% y en los centros poblados y rurales dispersos 3.1 veces el de la cabecera. Las tasas de incidencia más alta se presentaron en la Región Caribe y Costa Pacífica excluyendo a Cali. Disminución en los últimos 10 años de porcentajes superior al 20% son estadísticamente significativos, pero hay 6.6 millones de colombianos en cifras vergonzosas de pobreza multidimensional: ¿conocen de buena tinta los aspirantes estos datos? A nivel regional los índices mas alto de pobreza multidimensional fue Vichada con un 75,4%. Sus condiciones dejan a sus tres cuartas partes de 110 mil habitantes en graves condiciones sociales con un alto porcentaje de inequidad. Los hogares colombianos cerraron 2022 con un porcentaje de inasistencia escolar del 2.3% y el 8.4% no tuvo aseguramiento en salud. Difícil la mejoría de estos dos indicadores de calidad sin bienestar e instrucción. El desempleo en 13.3% y todavía cerca del 10% está sin acceso a agua potable. Si seguimos encontramos que la informalidad está en el 72.7% y el rezago escolar en el 24.3%. Cerca de un 10% de la población certifica forma inapropiada de eliminar excretas. Imagínese la frecuencia de las enfermedades infecciosas y propagación de las zoonosis.
La región Caribe encabeza la lista por regiones: dos de cada 10 personas se califican como pobres y esto corresponde al doble del promedio nacional. La pobreza multidimensional no se mide por la plata, utiliza estos parámetros: condiciones educativas del hogar, condiciones de la juventud y de la niñez, trabajo, salud y condiciones de la vivienda y accesos a servicios públicos. La pobreza en el Caribe está en el 21.4% y es casi el doble de la media nacional. En el campo es el doble de quienes viven en la ciudad. La Guajira y Sucre encabezan los departamentos con mayor pobreza: la mitad de los guajiros no tiene condiciones básicas y 4 de cada 10 sucreños viven con hambre. Barranquilla destina dos terceras partes de sus fondos de inversión a quienes más lo necesitan:72 de cada 100 pesos se destinan a salud, vivienda, educación, seguridad alimentaria y atención a grupos vulnerables. Es la ciudad con menos pobreza monetaria del Caribe colombiano con un 35.7. Cartagena presenta 40.6% y Riohacha 56.6%.
Si nos detenemos y miramos Córdoba, está en el 29.9% siendo el segundo departamento con más pobreza multidimensional en el Caribe y superado solo por la Guajira. Tiene un grave déficit en aguas mejoradas y en salud. Las ciudades con mayor índice de pobreza extrema son Quibdó, (30.4%), Riohacha, Valledupar. (13. 8%). Dos del caribe.
Ahora bien, con todos estos datos: ¿Qué piensan los aspirantes? Reactivación económica y colocando en la mano a la periferia del país, especialmente en los jóvenes. Combatir el bajo nivel académico y continuar la apertura de colegios y jardines infantiles lo que permitirá disminuir la deserción escolar. Empleo e impulso de la construcción que tanto se ha deteriorado en el año. Cuidar los gastos del gobierno y hay muchísimo donde se puede disminuir o erradicar estos rubros volátiles. Pero ¿entendemos la pobreza? Una familia no deja de ser pobre porque ha aumentado unos pesos sus ingresos. Vivir en un ambiente de carencia produce un impuesto cognitivo y es la desventaja de múltiples factores en contra. Esto empuja a decisiones inadecuadas con altas repercusiones en la vida de los hogares. Los primeros años de vida en la pobreza afectan el funcionamiento cerebral de la infancia. Para combatirla hay que entender su multifuncionalidad y trabajar en conjunto todos estos factores solucionables.
Artículo El Heraldo
El Académico Remberto Burgos es médico Neurocirujano, Miembro de Número de la Academia Nacional de Medicina. Miembro Honorario Academia de Cartagena. Presidente Honorario Federación Latinoamericana de Neurocirugía.
Expresidente de la Asociación Colombiana de Neurocirugía. Especialista en Gobierno y Asuntos Públicos.