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Sesión conjunta Academia Nacional de Medicina y Sociedad Colombiana de Historia de la Medicina

El profesor Álvaro Monterrosa Castro, cirujano, ginecólogo y obstetra de la Universidad de Cartagena, especialista en Docencia Universitaria de la Universidad Santo Tomás de Bogotá, analizó la historia de la educación médica en la Universidad de Cartagena.

La ubicación estratégica de la ciudad jugó un papel importante en el desarrollo de la educación y la práctica médica, y la llegada de europeos, indígenas y africanos esclavizados contribuyó a una cultura médica única. Una figura notable en esta mezcla fue Juan Méndez Nieto, un médico que llegó a Cartagena hacia 1569 y escribió el primer libro de medicina en América, “Los discursos medicinales”. 

Ya en el siglo XIX, la ciudad se encontraba en condiciones deplorables, marcada por frecuentes pandemias y epidemias, los líderes de la nueva República aprobaron una ley en 1826 que exigía que cada departamento tuviera una universidad. En 1827 se fundó en Cartagena la Universidad del Magdalena e Istmo, combinando el colegio provincial Bolívar y el seminario San Carlos Borromeo. La universidad se instaló en el Claustro de San Agustín y el 11 de noviembre de 1828 fue inaugurada para conmemorar la independencia de Cartagena. 

La Facultad de Medicina vio la luz hasta diciembre de 1836. Uno de los primeros estudiantes ilustres fue Rafael Calvo Castaño, quien terminó su preparación en Bogotá, viajó a París y regresó a la Universidad de Cartagena en 1950 para convertirse en profesor y cambiar el pensum por uno similar al de La Sorbona. Calvo trajo consigo innovaciones como la preservación de cadáveres y el uso de formaldehído. Al terminar el siglo la universidad había cambiado su nombre a Universidad de Bolívar y tras la Guerra de los Mil Días se convirtió en la Universidad de Cartagena. 

La primera mitad del siglo XX la universidad ganó prestigio y aceptación entre estudiantes no solamente de Colombia sino también de Venezuela, Panamá, Aruba, Cuba y las Antillas. En la segunda mitad del siglo XX, se estableció en Cartagena un hospital antituberculoso llamado “San Pablo” en 1953, seguido de la construcción del Hospital Santa Clara para reemplazar sus instalaciones ya obsoletas e inadecuadas. 

En ese momento, también surgió una destacada figura, Napoleón Franco Pareja, quien jugó un papel importante en la historia de la universidad. Tuvo que enfrentar en 1959 una huelga conocida como la huelga del 59, que provocó la dimisión de casi el 90% de la facultad de medicina y casi el 70% de la facultad de odontología pero enfrentó el desafío de reconstruir la facultad de medicina. Este proceso está documentado en el libro titulado “Un roble en el claroscuro” del Dr. Monterrosa. El Dr. Franco también impulsó la creación de un hospital infantil que se llamó inicialmente “Casa del Niño Desvalido”. 

En la década del 70 se desarrolla la construcción del Hospital Universitario de Cartagena en terrenos de la Universidad de Cartagena. El hospital lleva el nombre del Dr. Clímaco Silva García, gran promotor de la iniciativa y quien falleció pocos días antes de su inauguración.  Figuras relevantes de la medicina colombiana prestaron sus servicios a la Universidad de Cartagena como Roberto Guerrero Figueroa, Enrique de la Vega, Guillermo Valencia Abdala, Arnold Puello y el Dr. Abel Dueñas Padrón. 

A finales del siglo XX el aula de anatomía dejó de ser el epicentro del conocimiento médico y pasó a enseñarse solamente durante el primer año, la práctica de disección desapareció. y se construyó una nueva sede mejor equipada. Históricamente, la universidad ha acogido estudiantes de varias regiones del país especialmente de estratos bajos, brindándoles la oportunidad de convertirse en profesionales de la salud.

Con la llegada de la Ley 100 se transformó el hospital San Pablo de un sanatorio de tuberculosis a un hospital general, con el correr de los años entró en crisis y fue abandonado. Fue entregado a la universidad a principios del siglo XXI como parte del pago de deudas pendientes. La universidad transformó el hospital en un centro de formación e investigación. 

La presencia de las mujeres en la facultad de medicina ha crecido significativamente con el correr de los años no solamente en cantidad sino también en logros académicos.  

En la Academia Nacional de Medicina está disponible una exposición llamada “Tras las huellas de Galeno” durante este mes de mayo para mostrar la evolución de la facultad de medicina de la Universidad de Cartagena durante los últimos 50 años. En palabras del Dr. Monterrosa “la exposición está dedicada a todos los que fueron, son o serán al menos un día en su vida, primíparos de una escuela médica”. 

Sesión completa en: “Tras las Huellas de Galeno”, enseñanza médica en la Universidad de Cartagena a finales del siglo XX

Nota resumen. Victoria Rodríguez G. Plataformas digitales Academia Nacional de Medicina

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