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Académico Remberto Burgos.
Durante estos años de ejercicio en neurocirugía hemos estudiado toda una variedad de parásitos que comprometen el sistema nervioso central y alteran las estructuras que lo conforman. Mencionamos la cisticercosis, la toxoplasmosis, la hidartrosis, el paludismo, y la toxocariasis. Hay diversas manifestaciones clínicas: encefalitis, meningitis, lesiones ocupando espacio. La infección parasitaria es una enfermedad prevenible; así, por ejemplo, la cisticercosis es ocasionada por los quistes larvales de la Taenia Solium los cuales llegan desde el tubo digestivo al cerebro. Los casos de amebiasis cerebral se comportan como anecdóticos y muy ocasionalmente los vimos estas décadas. Podemos generalizar sus manifestaciones clínicas: alteraciones emocionales y cambios en el comportamiento, síntomas mentales, labilidad afectiva. Pueden existir signos de focalización y algunos se manifiestan por convulsiones. Hay además manifestaciones sistémicas y los síntomas gastrointestinales son muy frecuentes.
Hace un par de semanas fue publicado el hallazgo en una mujer de 64 años en Australia: un parásito vivo que medía 8 cts. era el causante de la enfermedad.
Dolor abdominal y diarrea fueron sus manifestaciones iniciales, luego tos y sudores nocturnos. Alteraciones en la memoria y cefalea progresiva. La imagen de resonancia mostraba una lesión de aspecto neoplásico, frontal derecha, con edema y efecto de masa. En cirugía se encontró el parásito, estaba vivo y media 8 cts.
Después de retirarlo el grupo lo envió para estudio al CSIRO con amplia experiencia y conocimiento en parásitos. Lo que certifico patología fue Ophidascaris robertsi, un gusano que se encuentra normalmente en serpientes pitones. El informe ha confirmado que este es el primer caso que se encuentra en humanos. Se piensa que la paciente muy probablemente se infectó con el parásito al tocar la hierba silvestre y transferir los huevos a alimentos u ollas de cocina. La paciente habita cerca de una zona lacustre habitada por pitones alfombra o diamantina.
La evolución de la enferma es muy satisfactoria y se ha investigado alteraciones en su sistema de defensa y que no tenga quizá una inmunosupresión. Esto es muy frecuente en las enfermedades zoonóticas (de animal a persona) en donde los protagonistas se superponen más. Aunque la lista es amplia, hay más de 200 enfermedades zoonóticas y se debe tener en cuenta en aquellos pacientes inmunosuprimidos, después de viajes internacionales o que tengan una enfermedad de base. Hoy se calcula que el 75% de los padecimientos emergentes el 75% son de origen zoonótico.
Aproximadamente el 43.6% de las zoonosis están distribuidas así: 45% viral, 28% bacteriano, 20% parasitario y el 7% micóticos. Se presentan en personas que son trabajadores agropecuarios y que están en contacto con animales y sus productos. Las zoonosis son enfermedades infecciosas transmisibles desde los animales hacia el ser humano. La cercana relación entre hombre y animales ha aumentado su frecuencia y su impacto no está focalizado solo en las políticas de salud pública sino en los altos costos y las pérdidas económicas.
Hay acciones para erradicarlas y a nivel intersectorial nace “Una sola salud” (One Health), cumple cerca de 23 años bajo la filosofía que la salud humana y salud animales son interdependientes y están vinculados a los ecosistemas en los cuales coexisten. Son los esfuerzos de colaboración de múltiples disciplinas que trabajan local, nacional y globalmente para lograr una salud óptima para las personas, los animales y el medio ambiente.
Estas enfermedades deben tener programas de combate integral y coordinados entre salud, veterinaria y agricultura y lo más importante: la participación directa de la comunidad para alcanzar las metas. ¿Cómo emergen y reemergen estos brotes? Son problemas de orden social, económico y sanitario que sólo pueden detectarse y controlarse con equipos integrales de atención en salud. Vigilancia epidemiológica y documentación, claves valiosas para que las campañas arrojen buenos resultados.
Diptongo: mensaje mundial de alerta y recuerdo desde Australia. Debemos seguir trabajando.
El Académico Remberto Burgos es médico Neurocirujano, Miembro de Número de la Academia Nacional de Medicina. Miembro Honorario Academia de Cartagena. Presidente Honorario Federación Latinoamericana de Neurocirugía.
Expresidente de la Asociación Colombiana de Neurocirugía. Especialista en Gobierno y Asuntos Públicos.