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En charla con el portal de Youtube Plataforma Educativa Internacional “Segunda Opinión”, enfocado en la salud femenina, el Académico David Vásquez Awad habló sobre Vitamina D y salud femenina. Aquí un resumen de ese encuentro.
Por David Vásquez Awad.
La vitamina D no es propiamente una vitamina. Su principal fuente es el sol que convierte una sustancia presente en nuestra piel que se llama 7-dehidrocolesterol en colecalciferol. Cuando se ingiere un suplemento farmacológico de vitamina D o un alimento ingerimos colecalciferol, y esa molécula ya sea ingerida, o adquirida a través del sol va al hígado y al riñón, en estos dos órganos se transforma en el metabolito activo que se llama calcitriol.
La vitamina D se considera una “prohormona” (componentes que se convierten en hormonas en el cuerpo) porque necesita del hígado y el riñón para volverse activa, lo que la convierte en una hormona.
Historia
En la Inglaterra industrial de finales del siglo XIX, las minas de carbón del norte de Inglaterra que surtían a las nuevas máquinas de vapor, provocaron en los trabajadores una debilidad en los huesos que con el tiempo se estableció era raquitismo, o más exactamente hipovitaminosis D, una deficiencia de vitamina D, debido a los confinamientos prolongados en las minas y la falta de sol.
Hace exactamente 100 años en 1922, se publicó en la Universidad Johns Hopkins el primer estudio que hablaba de una sustancia presente en el aceite del pescado, especialmente el Bacalao, que evitaba el raquitismo. El estudio estuvo a cargo del Dr. Elmer V. McCollum, y siguiendo el orden de lo ya creado que eran las vitaminas A, B y C, este nuevo hallazgo se denominó Vitamina D.
¿Y que pasa con el sol?
Como pasa con muchos otros factores acusados de cancerígenos, el secreto está en la dosis. Los rayos del sol caen perpendiculares entre las 10 a.m. y las 3 p.m., tiempo en que resulta más beneficioso para la salud, y no se trata de “quemarse”, se trata de recibir sus beneficios con precaución, usando bloqueadores y humectantes, 20 o 30 minutos al día.
Después de los 60 años, como parte del proceso de envejecimiento, la piel pierde la capacidad de convertir dehidrocolesterol en colicalciferol, así que, en este segmento poblacional, en personas sensibles al sol o con patologías que aconsejan alejarse de sus rayos, existe la suplementación por vía oral.
Todos nuestros órganos y tejidos tienen receptores de vitamina D, y es muy importante para nuestra salud osteomuscular porque:
- Hace que en nuestro intestino se absorba el calcio, que puede adquirirse con fuentes naturales como la leche y los lácteos, de origen animal, no vegetal.
- Hace que el calcio que se absorbe se fije en el hueso, haciéndolo más fuerte.
- Hace que la unión entre nervio y músculo que permite que el músculo se mueva, sea más fuerte, reduciendo complicaciones en caídas especialmente en personas mayores.
Los niveles normales de vitamina D son mínimo 30 nanogramos por mililitro. Si está entre 20 y 30 se denomina insuficiencia, si está por debajo de 20 se establece una deficiencia y si se encuentra por debajo de 10 se considera una Osteomalasia (reblandecimiento de los huesos). Se puede solicitar una prueba para determinar los niveles, especialmente en personas mayores de 55-60 años, personas que tengan pérdida de la masa ósea (ostopenia u osteoporosis), personas con fibromialgia, con sobrepeso, con hipertensión o diabetes, con riesgos cardiovasculares, con enfermedades crónicas granulomatosas (tuberculosis, lepra), personas oncológicas y con deterioro en su talla.
Vitamina D en la reproducción
La vitamina D es transferida al feto desde la placenta, por esto es indispensable que durante el embarazo la mujer tenga niveles adecuados de Vitamina D, ojalá por encima de 40 nanogramos por mililitro.
En el aspecto reproductivo, la vitamina D interviene en la normalidad de las hormonas que hacen que una mujer ovule normalmente. Las mujeres con niveles normales de vitamina D responden mejor a tratamientos de fertilidad, y en el hombre interviene para mejorar la calidad del semen y los espermatozoides que produce, también en la producción de testosterona.
Un nivel bajo de vitamina D puede provocar:
- Mayor riesgo de preeclampsia (aumento de tensión durante el embarazo), una de las primeras causas de mortalidad materna.
- Mayor riesgo de diabetes gestacional especialmente en mujeres con sobrepeso, con antecedentes de diabetes y por encima de 35 años, provocando complicaciones vasculares en la madre y bebes más grandes que el promedio, en ocasiones con problemas metabólicos.
- Parto pretérmino anterior a 37 semanas, y niños con bajo peso al nacer.
- Niveles normales de vitamina D reducen el riesgo de contraer Vaginosis bacteriana que durante el embarazo trae riesgos y complicaciones al bebé, y también reduce el riesgo de parto operatorio que requiera cesárea o partos instrumentados con fórceps o espátulas.
En Colombia es obligatorio por el Ministerio de Salud administrar calcio, hierro y ácido fólico durante el embarazo, pero también se suplementa a la madre con vitamina D para lograr niveles adecuados en ella y el bebé que la recibirá a través de la placenta.
También en Colombia, un estudió determinó que apenas el 21%, una de cada 5 mujeres con síndrome de ovario poliquístico, tenían niveles normales de vitamina D. 4 de cada 5 tenían niveles bajos, y un estudio en la India demostró que suplementando con vitamina D a las mujeres con ovario poliquístico, la mitad reducía el número de folículos en el ovario y empezaban a menstruar normalmente.
En el aspecto sexual, mujeres con déficit de vitamina D tienen mayor riesgo de pérdida del deseo sexual y se asocia con mayor cantidad de síntomas depresivos que pueden mejorar con la suplementación. En el hombre, la vitamina D interviene en el proceso endotelial, permitiendo que los cuerpos cavernosos se llenen de sangre y faciliten la erección.
En algunos tipos de cáncer la vitamina D también juega un papel importante en su prevención, para que un tejido se vuelva maligno se requiere que haya alteraciones en sus procesos celulares. Niveles adecuados de vitamina D, propician menor riesgo de cáncer de mama y si tienen cáncer hay menor riesgo de que haga metástasis y menor riesgo de mortalidad.
En población general, se considera que las personas “no blancas” tienen mayor riesgo de niveles bajos de vitamina D, la piel oscura actúa como un filtro natural del sol, por eso el cáncer de piel y melanoma es más común en personas consideradas anglosajonas. En comunidades hispanas y negras según la Asociación Endocrinológica de los EE.UU., la atención a los niveles de vitamina D debería ser mayor.
*Datos respaldados por el consenso de expertos en Vitamina D, publicado en la Revista Medicina y presentando en Praga en el Congreso Mundial de Osteoporosis.
El Dr. David Vásquez-Awad es Ginecoobstetra, epidemiólogo, especialista en Seguridad Social; Miembro de Número de la Academia Nacional de Medicina de Colombia; y miembro del Consejo de la Facultad de Medicina, Pontificia Universidad Javeriana.
La charla puede verse en: Vitamina D y Salud Femenina