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Cátedra de Humanismo Médico a cargo de la Dra. Paula Matiz-López. PhD. en Gestión y Desarrollo del Patrimonio Cultural del IMT- Lucca, Italia. Máster en Patrimonio Mundial del Politécnico de Turín. Profesional en Restauración y Conservación con posgrado en Política y Asuntos Internacionales de la Universidad Externado de Colombia, Bogotá.  

El patrimonio médico y hospitalario ha capturado el interés de la Dra. Matiz durante varios años. En Colombia, el patrimonio cultural de la salud es aún poco reconocido y valorado, a pesar de que algunos hospitales y complejos médicos han sido declarados patrimonio arquitectónico de la nación. Estos edificios son un testimonio evidente de la historia de la medicina, pero solo representan una pequeña porción del verdadero patrimonio cultural en salud.

Para la Dra. Matiz, el patrimonio médico en Colombia debe ser entendido de manera integral y multidimensional, pues abarca no sólo aspectos arquitectónicos sino también científicos, industriales, tecnológicos, aspectos relacionados con muebles e inmuebles y lo conocido como patrimonio inmaterial, con prácticas y expresiones vivas. 

Las ciencias de la salud, que incluyen diversas disciplinas, tienen un enfoque interdisciplinario que se nutre de áreas como la tecnología, la ingeniería, la filosofía y las matemáticas para promover, proteger y restablecer la salud. Este patrimonio cultural abarca áreas como la enfermería, la farmacia, la odontología, la psicología, la fisioterapia, las ciencias forenses, además de otras ciencias relacionadas con la salud, como la veterinaria, la bacteriología y la microbiología.

La historia de la medicina y el desarrollo de la salud no se pueden ver solo en términos materiales. Incluye objetos médicos y sus transformaciones, que reflejan conceptos y prácticas sobre el cuerpo, la enfermedad y el dolor, y que han influido en los enfoques terapéuticos a lo largo del tiempo.

En Colombia, los complejos médicos arquitectónicos han sido reconocidos en términos de arquitectura y diseño, pero a menudo se limitan a edificaciones individuales en lugar de considerar el sistema completo de espacios hospitalarios que considere toda su complejidad, generando tensión entre la visión que busca salvaguardar la estructura histórica y los requerimientos de la modernidad que demanda nuevos espacios e innovaciones tecnológicas. Las tensiones entre la conservación y la modernización son una parte fundamental del patrimonio médico, y se requiere un enfoque que equilibre la protección de la historia con la adaptación a las innovaciones tecnológicas.

El patrimonio urbano médico en Colombia es también un aspecto importante, destacando ejemplos únicos como los leprosarios de Agua de Dios, Contratación y Caño del Oro, desarrollados como resultado de políticas de salud pública y que tienen un valor histórico significativo, aunque sus poblaciones ya no existen como tales. El reconocimiento de estos leprosarios también revela la interacción entre el patrimonio médico y otros ámbitos, como la ingeniería. Por ejemplo, el puente de los Suspiros en Agua de Dios, diseñado por el ingeniero Timoteo Gutiérrez, es un importante ejemplo de la contribución de la ingeniería al patrimonio médico.

El patrimonio médico también está vinculado con el patrimonio inmaterial, como las tradiciones y festividades regionales que sobrevivieron en Agua de Dios a pesar del desarraigo de sus habitantes. Este aspecto del patrimonio médico muestra cómo las comunidades mantienen sus identidades culturales a pesar de los cambios en su entorno.

El patrimonio médico también considera algo denominado “patrimonio difícil”, que incluye elementos de memoria histórica. Un ejemplo de ello es el conflicto armado. Colombia ha vivido una prolongada historia de conflicto armado, que ha llevado a un enfoque actual de memoria histórica y reivindicación. En otro contexto, el derribamiento de esculturas y la protesta social reflejan una forma de manifestar demandas políticas y sociales en el espacio público, cargado de tensión. Aparte de esto, el patrimonio médico también juega un papel crucial, enfrentando temas delicados como el dolor y la muerte que generalmente se evitan en el discurso común.

Los teóricos Logan y Rips han abordado el concepto de “patrimonio difícil”, que se refiere a aquellos lugares y objetos asociados con el sufrimiento y el confinamiento benevolente. Este tipo de patrimonio incluye hospitales, asilos y manicomios, que fueron creados bajo la premisa de proporcionar un bien mayor, pero que ahora deben ser revalorados y conservados, a pesar de las percepciones negativas actuales.

El patrimonio médico enfrenta el reto de ser comprendido y tratado, dado que a menudo está vinculado con aspectos negativos de la historia humana. Aunque normalmente se asocia el patrimonio cultural con elementos estéticos y positivos, el patrimonio médico incluye también marcas históricas dolorosas que son cruciales para entender y proyectar el futuro.

Las colecciones médicas son un reflejo de avances tecnológicos y científicos, con objetos que abarcan desde el desarrollo de la medicina hasta la biotecnología. Estas colecciones, que a menudo son recientes en comparación con otras formas de coleccionismo, incluyen piezas especializadas que requieren un esfuerzo considerable para su conservación y valoración. A nivel nacional, se estima que hay alrededor de 5.000 objetos distribuidos en aproximadamente 10 colecciones médicas en Colombia. Estas colecciones abarcan diferentes áreas como la historia de la medicina, la anatomía, la salud pública y la patología, reflejando un amplio espectro de la evolución médica en el país.

Cada colección médica tiene un enfoque particular. Por ejemplo, el Museo de Historia de la Medicina de la Academia Nacional de Medicina se centra en la práctica médica, mientras que el Museo de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional enfatiza la enseñanza médica. El coleccionismo médico en Colombia incluye objetos que también tienen conexiones con la historia del arte, como los modelos en cera utilizados para la enseñanza médica, que no solo tienen valor histórico, sino que también revelan la interacción entre el arte y la medicina. 

Un reto importante en el patrimonio médico es la documentación y conservación de las piezas. Dado el rápido avance tecnológico, es vital correlacionar los objetos con su historia y técnicas para mantener su relevancia y comprensión. Además, las colecciones médicas requieren un enfoque multidisciplinario para entender completamente su funcionamiento y contexto.

También presentan un potencial significativo para investigaciones interdisciplinarias, conectando la medicina con otras áreas. Además, la divulgación y apropiación social del patrimonio médico tienen un gran potencial pedagógico y didáctico, promoviendo una mayor comprensión y valoración pública.

La Dra. Matiz señala que el patrimonio médico, a pesar de sus aspectos menos estéticos y más dolorosos, refleja una constante lucha de la humanidad por la vida y la salud. Este patrimonio no solamente documenta el pasado, sino que también ofrece lecciones importantes para el presente y el futuro, destacando la resiliencia y el desarrollo continuo en el campo de la medicina.

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La cátedra completa en: PATRIMONIO MÉDICO EN COLOMBIA

Nota. Victoria Rodríguez G. Comunicaciones Academia Nacional de Medicina

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