Visitas: 2

Herman Esguerra Villamizar,  Presidente de la Academia Nacional de Medicina, escribio una columna en el diario EL ESPECTADOR de Bogota, titulada “Colombia y el Covid 19”. Dice asi: La infección por COVID-19 se inició hace cerca de cuatro meses en la Republica Continental de China, provincia de Hubei, y ya se extendió a nivel mundial. En los diferentes países a que ha llegado ha dejado experiencias de diverso orden y repercusión, esto es en lo social, de salud y económico, entre otros. Es así que en China ya se logró su control, en Corea del Sur y Japón las autoridades lograron un manejo óptimo que al parecer no repercutió profunda y significativamente en los ámbitos referidos.

En Europa la situación ha sido diferente, grave y de grandes consecuencias por lo menos en lo relacionado a la salud, alcanzando cifras muy altas de infección y así mismo de muertes; aún no se conocen a profundidad los efectos sociales y económicos de la crisis, mas seguramente serán de gran importancia. En América del Norte, especialmente en los Estados Unidos, se empiezan a observar números muy altos de infectados y así mismo a aparecer cifras altas de mortalidad por el virus: se piensa que allí las repercusiones de orden económico van a ser muy grandes y catastróficas; en lo social se dice que habrá profundos cambios. En América Latina ya todos los países muestran algún número de infectados y de muertes y empezamos a observar complicaciones y manifestaciones de diferente índole predominando aquellas de carácter social.

En Colombia llegó el primer caso hace cerca de un mes y a hoy tenemos de 1.780 casos, con un 10% de hospitalizados, un 5% de enfermos que han requerido UCI y un 1,75 % de muertos. ¿Qué se ha hecho en Colombia? Se ha constituido una triada, la cual ya está articulada, sincronizada y dirigida hacia una misma dirección, cual es combatir la infección por COVID-19 y evitar su diseminación o expansión con las consecuencias que en algunos países han sido desastrosas; en Colombia el sentimiento que predomina es la protección y conservación de la vida. También se ha logrado, en buena parte de la sociedad, un espíritu nacional de responsabilidad, cuidado, lucha y necesidad de contención. Esta triada la conforman: 1- ​Gobierno Nacional: Este componente abarca el gobierno nacional, el gobierno distrital, los gobiernos departamentales y municipales. Aquí se observa un liderazgo del presidente de la República y equipo de gobierno, especialmente el Ministerio de Salud y Protección Social, otros ministerios y departamentos administrativos, hecho replicado grandemente en alcaldías y gobernaciones. Componente que ha dictado las directrices y medidas correctas en el campo de la salud y otros campos no menos importantes, como en lo económico, servicios públicos, abastecimiento, pan coger, orden y cumplimiento de normas entre otros; directrices y medidas que se están siguiendo en forma adecuada. Esto es especialmente en lo relacionado al aislamiento colectivo obligatorio y a la preparación del país hacia etapas posteriores de la crisis, por una parte, y por otra, a otras medidas que tienen que ver con los aspectos sociales, logística y mantenimiento en alguna forma del aparato productivo del país. Ya empezamos a observar el reforzamiento de los hospitales y clínicas existentes y la disposición de futuros hospitales, camas, unidades de cuidados intensivos y respiradores que corresponderían a un plan de choque; laboratorios de diagnóstico en forma creciente con un número importante de pruebas diagnósticas para comprobación de la infección.

Así mismo, empiezan a aparecer toda una serie de donaciones en especies, alimentos, mercados y grandes cantidades de dinero que muestran un espíritu solidario y de nación. 2-​Sector Médico y trabajadores de la salud: La Academia Nacional de Medicina el día 15 de marzo convocó al sector salud, representado por todas las asociaciones médicas y otras asociaciones de profesionales de la salud y sindicatos, constituyéndose entonces el bloque del sector salud cuyo primer objetivo fue demostrar unidad hacia esta problemática y de acuerdo con nuestra responsabilidad, conocimiento y por qué no, obligatoriedad ante la sociedad y el país, fue la de dar al gobierno nacional, en este caso al presidente de la República, como máxima autoridad y responsable de la integridad nacional, toda la asesoría y orientación, con bases médicas, científicas y epidemiológicas. Como primera acción fue escribir una carta manifestando esa unidad, interés, responsabilidad y pertenencia de la situación, que no solo estaba siendo generada por la incipiente acción de la infección, sino por todo aquello que estaba por venir de acuerdo con lo sucedido en otros países; en esta carta le sugeríamos al señor presidente que hubiera una mayor restricción en las medidas, incluyendo el aislamiento; garantizar la apropiación de los recursos para esta real emergencia sanitaria, fortalecer desde temprano la red hospitalaria, evitar la pandemia  social, una consideración y trato especial al sector salud como responsable del enfrentamiento directo de la crisis; además hacíamos un llamado de solidaridad a la sociedad colombiana y que por voluntad nos constituíamos en  asesores del gobierno nacional en el transcurso y desenvolvimiento de la crisis.

Tres días después, en una segunda carta, y sin otro interés que el de acelerar los hechos y medidas, le hacíamos, al señor presidente, solicitud de tomar decisiones restrictivas necesarias con celeridad, incluyendo la cuarentena obligatoria para todos los ciudadanos, así esta medida fuera de difícil decisión y gran responsabilidad. Además, que era necesario demostrar liderazgo y evitar contradicciones en el manejo de la crisis. Dos días después el presidente de la República, en una comunicación dirigida al país, anunciaba el aislamiento colectivo obligatorio a partir del 24 de marzo y hasta el 13 de abril. A nivel nacional había inquietud sobre los médicos que irían a afrontar la crisis cuando realmente esta llegue; y así fue que, conocida la posibilidad de realizar convalidación de títulos en el exterior que irían a participar en el requerimiento, el sector médico nacional y de otros profesionales de la salud, presentamos al gobierno nacional seis opciones más, que pensamos, proporcionarán un número cercano a los 5.000 médicos, que estarían dispuestos a actuar profesionalmente en el momento necesario; este número es muy seguramente suficiente para el afrontamiento de la crisis.

Así mismo, y con el mejor de los ánimos y compromiso hacia el país y los colombianos, hay manifestación solidaria y profesional por parte de médicos epidemiólogos, infectólogos, virólogos, salubristas y otras especialidades que se han convertido en voceros del sector salud; voceros que con su conceptualización, apoyo, recomendaciones hacia el gobierno central y otros gobiernos, han sido soporte para que en buena parte de las decisiones hayan sido utilizados. Con respecto al contingente médico de confrontación, aún no están claras las cosas, cuantos médicos se requerirán para el manejo de la crisis a nivel nacional, cómo y por cuánto tiempo es la contratación laboral para estos médicos y personal de salud, qué garantía de salario y riesgos profesionales tienen, cómo es la capacitación para el manejo de la enfermedad y complicaciones, si se constituirán grupos y habrá entrenamiento especial, es el gobierno central y otros o son las EPS o IPS las que deben contratar al personal requerido, en fin, toda una serie de incógnitas aún no claras pero que han de  definirse. Es de anotar que este actuar médico y de otros profesionales del sector salud ha demostrado su valor e importancia en nuestra sociedad; por ello venimos recibiendo a diario gestos de gratitud y correspondencia por todos; ojala esta importancia tan buenamente demostrada y olvidada desde  hace mucho tiempo, sea vista  por el gobierno nacional, autoridades y empresas de salud, para que finalmente todas las inequidades e injusticias para con el sector salud, desde el punto de vista laboral, de seguridad, prestacional  etcétera, y por el cual, desde hace muchos años se viene sufriendo,  sean corregidos, no como un agradecimiento transitorio por los servicios en la crisis del COVID-19, sino como un acto permanente de justicia social y justicia laboral. 3- Un tercer componente, y de gran protagonismo e importancia está dado por una serie de miembros de la sociedad colombiana: estos son los conductores del disminuido servicio de transporte público, los expendedores de los centros comerciales, droguerías y estaciones de servicio; funcionarios de la banca, trabajadores de los centros de acopio y abastos, los transportadores de  alimentos, fuerza pública, campesinos y agricultores, periodistas, trabajadores y funcionarios de algunas empresas, entre otros, que no han permitido, en este aislamiento preventivo obligatorio, la parálisis económica y productiva completa del país. También son de mencionar aquellos empleados públicos y privados que haciendo parte de los aislados están cumpliendo con su trabajo en casa. La articulación, sincronización y dirección única de estos tres componentes han permitido realizar el aislamiento preventivo obligatorio, el cual está dirigido a toda la población colombiana, tratando de disminuir el contagio por el nuevo  coronavirus,  buscando la disminución de las muertes y preservación de la vida; también evitando en lo máximo posible el colapso del sistema de salud y aminorando las situaciones sociales, que existiendo desde siempre, se hacen más evidentes y afloran para agravar la situación y crisis. En verdad que gracias a este trabajo articulado las cosas no han ido peor y es de gran necesidad que las fuerzas y componentes de la llamada triada contra el nuevo coranovirus persista y cada vez mejore su actuar.

El llamado para el cumplimiento del primer aislamiento preventivo obligatorio fue bien recibido por la sociedad; hubo gestos de solidaridad social por todos los estamentos, amor al país, sentimiento de preservación y respeto por la vida misma; gestos y actos de comportamiento, unión y humanidad; un reaparecer de sentimientos sociales olvidados por el tiempo, por la globalización y el mismo sistema político y contrato social. Los colombianos en un 70 % a 80 % logramos cumplir el aislamiento preventivo obligatorio. Hubo un 20 % a 30 % que no lo hizo. Hay circunstancias o no justificables, también hay actos de irresponsabilidad, ligereza e irrespeto por la vida del otro; actos de estigmatismo hacia el sector salud, violencia intrafamiliar  de aislamiento, acaparamiento y sobrecosto de productos, entorpecimiento de medidas; incumplimiento de un contrato social para preservar la vida, la familia, la comunidad, la sociedad; pero también hay la manifestación y expresión colectiva de que el sentimiento, amor y necesidad hacia la vida es muy fuerte, tan fuerte que sin excluir a aquellos que no quieren o creen en la vida los llamamos a que también entren a la continuidad y buen querer de esta, participando en las medidas de aislamiento. Los resultados son importantes. No obstante la capacidad de contagio que tiene el nuevo coranovirus, el número de infectados a hoy en todo el país son 1.780, recuperados 100 y  muertos 50 (2,8 %); estamos en la fase de mitigación y los números diarios de casos nuevos no sobrepasan el 10 %; si bien  la curva  tiene pendiente, esta no es  acentuada; tampoco es plana  ni ha llegado al tan apreciado quiebre; ya observamos casos recuperados y los hospitalizados  son cerca del 10 %, el resto y con base en la  presentación o gravedad clínica están en casa. Por otro lado esta fase en la cual estamos y todas las medidas de diagnóstico y pruebas, logística, etcétera, que se están realizando, permitirán prepararnos, en todos los campos, para cuando la verdadera crisis nos llegue.

Los anteriores resultados y consideraciones en algún momento hicieron pensar en el rompimiento parcial del aislamiento, mas fue más fuerte el riesgo de esfuerzos y tiempo perdidos; el creer en un retroceso e incremento acentuado del contagio y severidad de la epidemia; y por último, el concepto médico, científico y epidemiológico dirigido hacia las autoridades, lo que permitió al señor presidente  de la República, Dr. Iván Duque Gómez, tomar esta nueva decisión, difícil por demás,  pero que nos hace continuar coherentes con los hechos y por supuesto con el aislamiento obligatorio preventivo por 14 días más. Este anuncio satisfizo a todo el país y a todos los colombianos y con más fortaleza, sacrificio y voluntad seguramente lo cumpliremos.

Loading

0 0 votes
Article Rating
Share This