Órgano consultor del Gobierno Nacional en temas de  Salud y  Educación Médica. Creada por Ley 71/1890, ratificada por Ley 86/1928, Ley 02/1979, Ley 100/1993.

Nuestras redes

SEDE: Cra. 7ª # 69-11. Bogotá, Colombia

VIDEOS
VIDEOS

Órgano consultor del Gobierno Nacional en temas de  Salud y  Educación Médica. Creada por Ley 71/1890, ratificada por Ley 86/1928, Ley 02/1979, Ley 100/1993.

Nuestras redes
VIDEOS

Visitas: 12

Promoción de la académica Dra. María Claudia Ortega López como Miembro de Número de la Academia. Pediatra especialista en gestión en salud de la Pontificia Universidad Javeriana, alergóloga e inmunóloga clínica del Hospital de Clínicas de São Paulo. Con experiencia clínica en enfermedades raras. 

La gestación, más allá de un elemental proceso biológico, se trata de un evento cargado de significado. Un óvulo, tras ser fecundado, comienza su recorrido por la trompa de Falopio hasta implantarse en el útero. Durante este trayecto, el blastocisto —una estructura embrionaria compleja— con cerca de 200 células en su interior, se anida con precisión en el epitelio uterino, preparado para transformarse en el futuro bebé. El trofoblasto, además de ayudar al embrión a adherirse a la pared del útero, actúa como una capa protectora y nutritiva, conectando el embrión con la pared uterina y facilitando el intercambio de nutrientes y desechos entre la madre y el feto. 

El trofoblasto también expresa moléculas tipo HLA-G, que juegan un papel crucial, pues ayudan a prevenir que el sistema inmunológico de la madre ataque al feto, que es reconocido como un “extraño”. Lo que normalmente serían células de defensa —las NK o natural killers— durante la gestación cambian de rol: en vez de atacar, protegen al embrión. Una especie de “tregua inmunológica” que, en cualquier otro contexto, sería imposible.

Luego, hacia la mitad del embarazo, entran en juego los linfocitos T reguladores, que modulan la respuesta inmune y ayudan a mantener la tolerancia al feto. Finalmente, tras el parto, el cuerpo de la madre regresa a su equilibrio inmunológico original. 

El embarazo, desde el punto de vista científico, podría compararse con un trasplante de órganos, con la diferencia de que este “trasplante” no se rechaza gracias al asombroso trabajo del cuerpo, que actúa como una orquesta perfectamente afinada con la intervención de una serie de hormonas y procesos moleculares.  

Una parte esencial de esta conexión es lo que se conoce como microquimerismo materno, el tráfico bidireccional de células entre madre e hijo. Células del feto se alojan en tejidos maternos —incluso por décadas— y células de la madre se encuentran en el cuerpo del niño. El embarazo, entonces, no es solo una etapa: es un proceso que deja huellas físicas y biológicas permanentes tanto en la madre como en su hijo. 

La transferencia es tan profunda que hoy en día se estudia el microquimerismo materno para explorar esa fuente de células madre para procedimientos como trasplantes o enfermedades genéticas, pues se sabe que ese microquimerismo es transgeneracional e intergeneracional. Células maternas intactas se encuentran en el feto desde el segundo trimestre y se ha descubierto también la presencia de células de hermanos de ese niño gestado, de hermanos gemelos, de tíos, tías y abuela. 

En este contexto, ¿puede reducirse este proceso a un contrato legal? ¿Es posible ignorar la complejidad de la gestación —esa relación íntima, biológica y emocional entre madre e hijo— en nombre de un acuerdo comercial? La gestación subrogada, cuando una mujer gesta un embarazo para otra persona o pareja, especialmente en su forma comercial, plantea dilemas éticos profundos. 

“El desarrollo de la tecnología de reproducción asistida, los cambios en las convenciones sociales y la tendencia a tener hijos más tarde han motivado que nazcan más niños mediante subrogación. La gestación subrogada es un avance técnico que pone de manifiesto un profundo debate. Problemas de fertilidad por condiciones médicas, genéticas o por preferencias personales, deseos, entre otras, han permitido ahondar en el tema desde la perspectiva médica, ética, jurídica y humana.

Los niños nacidos mediante gestación subrogada tienen los mismos derechos que todos los niños, según la Convención de las Naciones Unidas sobre los derechos del Niño, independientemente de las posiciones individuales de los Estados. Todos los estados tienen el deber de proteger los derechos humanos de todos los niños nacidos mediante gestación subrogada. Sin discriminación, incluida la garantía de que existan marcos legales y regulatorios apropiados a nivel nacional para proteger y promover sus derechos”. sostiene la Dra. Ortega. 

En países como Colombia, donde no hay una legislación clara sobre la maternidad subrogada, se crea un vacío normativo que expone a madres y niños a explotación y vulnerabilidad, de acuerdo con Octavio Augusto Tejeiro, presidente de la Corte Suprema de Justicia. Miles de niños nacen anualmente bajo estos acuerdos y son sacados del país sin claridad sobre su identidad, nacionalidad o filiación. Las mujeres que los gestaron muchas veces no aparecen en registros, y los niños, convertidos en objeto de contratos, ven comprometidos sus derechos fundamentales. 

La comunidad internacional tampoco ha llegado a un consenso sobre cómo abordar la subrogación. Mientras algunos países permiten solo la forma altruista, otros han legalizado la práctica comercial, y muchos ni siquiera la regulan. Esta falta de acuerdo deja a los niños nacidos por subrogación en una situación jurídica incierta. Sin un marco legal que los proteja, sus derechos pueden ser vulnerados, especialmente cuando se privilegian los deseos de los adultos por encima del interés superior del niño.

La gestación no es solo una función biológica, ni una solución técnica a la infertilidad. Es un fenómeno profundamente humano y relacional. Ignorar su complejidad en nombre del progreso científico o de la libertad contractual es arriesgar la dignidad tanto de quien gesta como de quien nace. La sociedad —desde el derecho, la ética, la medicina y la educación— debe reflexionar con seriedad sobre esta práctica que tiene que ser regulada, pues los niños nacidos por subrogación corren el riesgo de ser vendidos y/o explotados por la naturaleza de un contrato predominantemente comercial.

::::::::::::::::::::::

Intervención completa  de la Dra. Ortega en: 

EMBARAZO Y CAMBIOS INMUNOLÓGICOS ¿QUÉ ES LA GESTACIÓN SUBROGADA?

Nota. Victoria Rodríguez G. Comunicaciones Academia Nacional de Medicina

Loading

0 0 votes
Article Rating
Share This