Órgano consultor del Gobierno Nacional en temas de  Salud y  Educación Médica. Creada por Ley 71/1890, ratificada por Ley 86/1928, Ley 02/1979, Ley 100/1993.

Nuestras redes

SEDE: Cra. 7ª # 69-11. Bogotá, Colombia

VIDEOS
VIDEOS

Órgano consultor del Gobierno Nacional en temas de  Salud y  Educación Médica. Creada por Ley 71/1890, ratificada por Ley 86/1928, Ley 02/1979, Ley 100/1993.

Nuestras redes
VIDEOS

Visitas: 6

Por Fernando Sánchez Torres

La maternidad subrogada es una forma de reproducción asistida que se lleva a cabo en un vientre alquilado, razón por la cual el procedimiento suscita dilemas éticos, legales y sociales.

El término “maternidad subrogada” fue acuñado en 1981 por Noel Keane, un abogado de Dearborn, Míchigan, que fue el primero en reclutar “mujeres criadoras”, o “reproductoras”, para atender la solicitud de parejas infértiles. Subrogar es sustituir o poner una persona o cosa en lugar de otra. La “maternidad subrogada” es, por lo tanto, la sustitución del estado o calidad de madre, dándosele aquí a madre la connotación de mujer gestante. En mi concepto, madre significa mucho más que embarazo. El estado de madre es un proceso que se inicia desde antes de la fecundación del óvulo por el espermatozoide (etapa de querer ser madre) y se prolonga por mucho tiempo después del advenimiento del hijo (etapa de tener que ser madre).

Por eso sería mejor hablar de “gestación subrogada” que de “maternidad subrogada”, pues de lo que se trata es de prestar el útero, sustituir la matriz, para gestar el embrión genético de otro, lo cual puede hacerse por altruismo o por comercio, y mediante súplica o por contrato. Puede también incluir el aporte, venta o cesión del óvulo, lo cual compromete genéticamente a la mujer sustituta, dándole mayor complejidad social, ética y legal al asunto. Explicable que no haya sido fácil legislar al respecto entre nosotros, al igual que en otros países.

La gestación sustituta por razones sociales ha sido muy cuestionada. Se han invocado causales por parte de mujeres atletas, bailarinas de ballet, modelos, ejecutivas, es decir, profesionales no estériles físicamente, para quienes un embarazo significaría el fin de su carrera o, por lo menos, un contratiempo impertinente. Se trata, seguramente, de mujeres a quienes sus respectivos esposos, fértiles también, demandan un hijo y ellas están dispuestas a complacerlos sin someterse a la incapacitación del embarazo. Es probable que el hijo que dé a luz la mujer sustituta no vaya a tener el afecto ni los cuidados necesarios por parte de su madre genética, pues su papel profesional, siendo prioritario, impedirá que pueda cumplir a cabalidad el papel de mamá.

El embarazo subrogado ha dado lugar también a rechazo por parte de los movimientos feministas, pues se considera que las mujeres son manipuladas como si fueran ganado. La norteamericana Gina Corea, por ejemplo, dice en su interesante libro La mujer máquina que la madre subrogada ha sido tenida simplemente como un recipiente del semen del hombre, como una incubadora, es decir, como un objeto. Se le paga por desempeñar una función biológica, la de gestar, olvidándose que esta apareja sentimientos y afectos que dejan huella en la mujer. Para compensar el riesgo físico y afectivo propio del estado gestacional, se ofrece dinero, lo cual ha venido configurando la “maternidad subrogada” como un oficio, y hasta una profesión. En varios países existen agencias que contratan mujeres para estos menesteres.

La gravidez subrogada es un proceso atípico, no solo por llevarse a cabo en recinto ajeno, sino también porque el nuevo ser se alimenta durante nueve meses con sangre distinta a la de su genitora. El examen genético de ese hijo muestra de manera incontrovertible que sus padres biológicos fueron los que aportaron el óvulo y el espermatozoide. Surge entonces una duda: ¿no será posible que la sangre de esa madre de útero llegue a “marcar” en alguna forma a ese hijo ajeno?

En sesión reciente, la Academia Nacional de Medicina se ocupó del tema. Como trabajo de promoción a Miembro de Número, la académica María Claudia Ortega López disertó sobre los cambios inmunológicos que ocurren en el embarazo, en particular en la gestación subrogada. Hoy puede aceptarse científicamente que hay una interacción entre el sistema macromolecular de la madre y el embrión. Siendo así, esta evidencia obliga a tener en cuenta, para efectos jurídicos, que siempre el hijo nacido por la vía subrogada tiene nexos inmunológicos con la madre que prestó su útero, no importa que ella no hubiera aportado gameto alguno.

Fuente: El Tiempo


Academico_Fernando_Sanchez_Torres_2

El Académico Dr. Fernando Sánchez Torres es doctor en medicina y cirugía, con especialización en ginecobstetricia.

Ha sido rector de la Universidad Nacional de Colombia, Presidente de la Academia Nacional de Medicina y presidente del Tribunal Nacional de Ética Médica.

Loading

0 0 votes
Article Rating
LAS OPINIONES EXPRESADAS POR LOS AUTORES SON PERSONALES, SU RESPONSABILIDAD, Y NO COMPROMETEN LA INDEPENDENCIA DE LA ACADEMIA O REFLEJAN SUS POLITICAS.
Share This