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La Comisión de Salud Mental del Congreso convocó a una sesión el pasado 24 de Julio, “Día Internacional del Autocuidado”, para analizar la grave situación de salud mental que enfrentan los estudiantes de Medicina, residentes y médicos del país.
El senador Carlos Julio González Villa, quien citó a la reunión, recordó que en audiencia pública, la Procuraduría entregó cifras que revelan que 190 jóvenes se suicidan mensualmente en el país.
El académico Álvaro Rodríguez Gama, especialista en psiquiatría y profesor universitario, intervino en la sesión.
Con una experiencia de 44 años como profesor universitario y 20 años de investigación en la salud de los médicos, el Académico consideró que este tema crucial se ha descuidado. La paradoja es que los médicos, quienes cuidan de la salud de otros, a menudo descuidan la propia.
La situación de los médicos residentes fue un tema central, a propósito del lamentable fallecimiento de la residente Catalina Gutiérrez Zulúaga que ha conmocionado al país y ha puesto sobre el tapete la salud mental de los profesionales de la salud. Colombia tiene actualmente 65 escuelas de medicina y 6.626 residentes. A pesar de su dedicación y vocación, los médicos a menudo olvidan su bienestar personal. Las exigencias diarias “robotizan” la profesión robando horas de sueño, alimentación y descanso en detrimento de su salud física y mental.
Cuestionó cómo se ha llegado a aceptar como normal el hecho de que los médicos descuiden su salud. Atribuyó esto a varias causas, incluyendo la violencia en Colombia, uno de los países con índices de violencia más altos del mundo en las últimas décadas. Esta violencia y un conflicto armado de larga duración han normalizado comportamientos inapropiados y la frustración.
Los médicos, rara vez se someten a chequeos médicos y tienden a creer erróneamente que quienes se enferman son los pacientes, no ellos. Contribuyendo al descuido de su propia salud.
La falta de tiempo que los médicos dedican a sus familias debido a sus horarios extenuantes y múltiples ocupaciones son otro factor a considerar. A pesar de las leyes que buscan limitar las horas de trabajo, muchos médicos terminan asumiendo múltiples puestos, lo que lleva a la sobrecarga y al descuido de su bienestar.
El Dr. Rodríguez Gama indicó que la medicina es una profesión altamente exigente, donde un error puede tener consecuencias. En un servicio de urgencias, se deben tomar decisiones rápidas que agravan el estrés y la presión sobre los médicos. Señaló que, a pesar de las demandas, es crucial establecer exigencias razonables sin abusos.
En cuanto a la educación médica, destacó que no es lo mismo la docencia que el ejercicio clínico y los docentes también deberían ser capacitados para la enseñanza. La pedagogía moderna ha progresado y antiguos métodos basados en minar al estudiante ya no tienen cabida. Muchas facultades no enseñan la importancia del autocuidado, “el primer paciente que tiene un médico es él mismo”, señaló el Académico.
El problema no es exclusivo de Colombia. Como parte de la Junta Directiva de la ALANAM- Asociación Latinoamericana de Academias Nacionales de Medicina, España y Portugal, el Dr. Rodríguez ha observado que la situación es similar en mayor o menor medida en estos países.
Finalmente, el académico expresó su preocupación por la falta de continuidad en los esfuerzos para mejorar la salud mental, como la Ley 1616 de 2013, que estableció un Consejo Nacional de Salud Mental que prácticamente no se reunió. Esto muestra un patrón de esfuerzos que no se mantienen ni se aplican adecuadamente.
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La sesión del Congreso en: https://www.youtube.com/live/v-fbDxDD6ME
Nota. Victoria Rodríguez G. Comunicaciones Academia Nacional de Medicina