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Palabras del Académico Dr. David Vasquez Awad en la celebración de los 120 años de la Clínica de Marly el pasado 22 de agosto.
1904 fue el año en que el general Rafael Reyes asumió la presidencia de Colombia, y el presidente Teddy Roosevelt, de Estados Unidos, ganó el control del canal de Panamá por diez millones de dólares. Precisamente, el ingeniero francés German Cavelier Eutenat llegó hasta Panamá a colaborar en la construcción del canal, y fue su hijo el académico Jorge Enrique Cavelier Jiménez.
El 18 de enero de 1904 abrió sus puertas una sociedad denominada “Casas de Salud y Sanatorios de Marly”, para brindar atención a enfermos y pensionados de ambos sexos.
La Sociedad se inició con un capital de 25.000 pesos divididos en 250 acciones de cien pesos cada una, en la casa-quinta denominada Marly, situada en Chapinero, terreno donado por Guillermo Esguerra. En su creación participaron Guillermo Esguerra, Carlos Esguerra, Manuel N. Lobo, Manuel Cantillo, Rafael Ucrós, Luis Felipe Calderón, Miguel Rueda, Rafael Rocha Castilla, Juan David Herrera, José María Lombana Barreneche, Julio Z. Torres y Pompilio Martínez.
En 1928, se disuelve la antigua sociedad y nace una nueva, la Clínica de Marly, en la que participaron Rafael Ucrós, Jorge Enrique Cavelier, Alfonso Esguerra Gómez, Tulio Forero Villaveces, Fernando Villaveces, Fernando Tronconis, Roberto Franco, Juan N. Corpas, José del Carmen Acosta, Carlos Esguerra, Calixto Torres Umaña, Luis López de Mesa, Federico Lleras Acosta, Francisco Vernaza, Jorge Bejarano, y Carlos J. Cleves. En 1954 asumió la dirección el Dr. Jorge Enrique Cavelier Jiménez. Al ilustre galeno lo sucedió su hijo, el médico urólogo académico Jorge Cavelier Gaviria y, posteriormente, la posta pasó al hijo de éste, el médico urólogo académico Luis Eduardo Cavelier.
En esta fría noche bogotana, la junta directiva de la clínica de Marly y su gerente, el académico Luis Eduardo Cavelier, nos han citado para conmemorar los 120 años de la fundación de una institución que ha sido ejemplo de prestigio, humanismo y alta calidad científica, la clínica de Marly.

Vicepresidente de la Academia Nacional de Medicina. Dr. David Vásquez Awad
La Academia Nacional de Medicina considera como un derecho, un deber y un privilegio estar participando activamente en esta conmemoración. El profesor Jorge Enrique Cavelier Jiménez, ministro de estado, presidente del senado de la república y fundador del Hospital de La Samaritana fue presidente de la Academia entre 1956 y 1961. Lo alcancé a conocer en los 70, siendo yo estudiante de la Javeriana y el profesor entraba abrigado por su inmenso gabán negro irradiando respeto y temor. Su hijo, el profesor Jorge Cavelier Gaviria también fue director de La Samaritana en la época en que yo inicié mi residencia, 1984. Fue presidente de la Academia entre 1988 y 1990, y durante su gestión se dotó a la Academia de su confortable sede actual. Nuestra biblioteca lleva su nombre. El Dr. Luis Eduardo Cavelier Castro es miembro correspondiente de la Academia Nacional de Medicina y dirige los destinos de la Clínica de Marly desde el año 2007, habiendo sido el artífice de la nueva sede en Chía, un magnífico complejo de 5 hectáreas. La clínica de Marly es la clínica privada más antigua del país y una de las más prestigiosas a nivel nacional e internacional. Luis Eduardo es mi amigo de muchos años. Fue mi compañero de residencia en el viejo caserón de La Samaritana; él en Urología, yo en Ginecología. Fuimos, muy jóvenes, jefes de nuestros respectivos Departamentos. A él le debo afecto y admiración.
La medicina colombiana atraviesa una época de incertidumbre. Estamos en medio de un proceso de reforma a la salud en el cual la Academia Nacional de Medicina se considera protagonista y reclama ese protagonismo que le da la ley. No dudamos de las bondades del sistema actual. Tampoco dudamos que puede ser mejorado, por supuesto dentro de los cauces de la institucionalidad y la moralidad.
Esta noche se rinde un homenaje a la estirpe de los Cavelier. El país y la medicina colombiana tiene mucho que agradecer a esta noble familia. Miles de compatriotas han sido beneficiados de sus instalaciones. Muchos médicos hemos atendido y operado pacientes en esta estupenda institución. La Academia Nacional de Medicina se une con entusiasmo a esta celebración y le deseamos muchos años más de progreso y servicio. La Academia necesita a la clínica de Marly. Y la Clínica de Marly necesita a la Academia. Hemos estado ligados por 120 años. Y así seguiremos. Colombia necesita de ambos.
DAVID VASQUEZ AWAD, MD CCD FACOG
Vicepresidente Academia Nacional de Medicina de Colombia. –