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Catalogada como una enfermedad rara. Su nombre es dado por el médico y psiquiatra alemán Paul Julius Moebius, quien la descubrió en el año 1884, y se celebra cada 24 de enero, en conmemoración al natalicio del Dr. Moebius.
¿Qué es el síndrome de Moebius?
Es la parálisis congénita de los músculos faciales y falta de movimiento en los ojos, ocasionado por el desarrollo parcial de los nervios craneales 6º y 7º. Incide también en otros nervios cerebrales que controlan funciones motoras, así como algunas malformaciones físicas en la lengua, quijada y otros miembros del cuerpo (manos y pies). Es tan poco frecuente que se han documentado apenas alrededor de 500 casos en la literatura médica mundial.
Características del Síndrome de Moebius
Actualmente ha recibido otros nombres tales como aplasia nuclear congénita, aplasia nuclear infantil, parálisis oculofacial congénita y diplejía facial. Puede generarse conjuntamente con las siguientes enfermedades, detectadas en la etapa de nacimiento: el Síndrome de Pierre Robín (afección mediante la cual la mandíbula es más pequeña de lo normal, con dificultad para respirar) y Síndrome o Anomalía de Poland (alteración congénita que consiste en la ausencia total o parcial del músculo pectoral mayor). Las principales características de este Síndrome son:
- Falta de movilidad de la musculatura facial e inexpresividad, con ausencia de sonrisa o llanto.
- No hay movilidad lateral en los ojos ni parpadeo, generando sequedad ocular,aunque la visión es normal.
- Dificultad para la alimentación durante los primeros meses de vida, debido a la deformación del paladar, así como por la longitud y deformidad de la lengua.
- Disminución de la tonicidad muscular o Hipotonía.
- Deformidades y malformaciones maxilo-faciales y oculares, tales como: lengua corta y deformada, ausencia de párpados, problemas en dientes, hendidura del paladar.
- Problemas en la articulación del lenguaje y movilidad de la lengua (Disartria).
- Malformaciones músculoesqueléticas: pies zambos (el pie está torcido o fuera de su posición), oligodactilia (falta de desarrollo ó ausencia de dedos en manos y/o pies).
No hay un tratamiento que cure el Síndrome pero una opción para recuperar la movilidad facial producto de esta enfermedad, consiste en una intervención quirúrgica denominada Animación Facial de Zuker. Mediante esta cirugía plástica en el músculo facial el paciente podrá movilizar y cerrar los labios, así como sonreír.
Debido a la cantidad de funciones que se ven afectadas por el Síndrome, es importante que el seguimiento y control sea efectuado por un equipo médico multidisciplinario, en las especialidades de Traumatología y Ortopedia, Neurología, Ortodoncia, Otorrinolaringología, Oftalmología, Fisioterapia y Psicología. Es vital el apoyo por parte del grupo familiar y de su entorno inmediato, el cual debe ser entrenado para tratar a pacientes con esta enfermedad poco frecuente, obteniendo toda la información y soporte terapéutico necesario para afrontar este proceso.
Fuente: Día Internacional de