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Ingreso de la doctora Sara Cecilia Soto de León, bióloga, PhD en Ciencias Biomédicas e investigadora del Laboratorio Biomédica y Biología Molecular de la Universidad del Sinú como Miembro Asociado a la Academia Nacional de Medicina.
El cáncer de cuello uterino es un problema de salud pública global, asociado principalmente a la infección por el virus de papiloma humano (VPH). Este tipo de cáncer tiene una alta prevalencia en países en vías de desarrollo, y su mortalidad sigue siendo preocupante, 342.000 muertes al año. En Colombia, es la segunda causa de muerte en mujeres, en 2022 se registraron más de 4.500 casos nuevos y 2.435 fallecimientos, a causa de esta enfermedad.
El VPH infecta principalmente el epitelio estratificado del cuello uterino. La infección se produce generalmente por abrasión en un cérvix sano y afecta a un alto porcentaje de mujeres que han tenido relaciones sexuales. Sin embargo, en el 80% de los casos, el virus se elimina de manera natural. La persistencia del virus en el 20% restante puede provocar lesiones precancerosas y eventualmente en el 0.05% el desarrollo de cáncer cervical. A pesar de que la probabilidad de desarrollar cáncer cervical es extremadamente baja, el hecho de que miles de mujeres mueran cada año en el mundo resalta la gravedad de la situación. El desarrollo de la enfermedad puede tomar alrededor de 15 años.
Hay factores de riesgo asociados al virus como puede ser la infección múltiple por varios tipos de VPH de alto riesgo, la carga viral que representa y las variantes involucradas. El virus ha logrado evolucionar a través del tiempo e incluso está presente en casi todas las especies. En humanos, los de bajo riesgo generan lesiones notorias que no necesariamente se traducen en cáncer y los de alto riesgo, son más difíciles de identificar y están asociados a varios tipos de cáncer, principalmente el cervical. Los síntomas aparecen en estadíos avanzados, de ahí la importancia de las pruebas de tamización.
La citología cervical (test de papanicolaou), es la más conocida. Aunque esta prueba es económica y tiene una alta especificidad, su sensibilidad varía y depende de la calidad de la muestra y la habilidad de quien lee el resultado porque registra un alto porcentaje de falsos negativos.
Las pruebas de detección molecular para detectar la presencia del VPH han mejorado la precisión del diagnóstico, ya que pueden identificar el virus incluso en ausencia de lesiones visibles. Estas pruebas, aunque más costosas, son más sensibles y específicas, y pueden detectar la infección en cualquier etapa, lo que ayuda a predecir el riesgo de progresión hacia el cáncer.
Un estudio multicéntrico hecho en 15 departamentos de Colombia que incluyó a más de 48.000 mujeres permitió generar información a través de pruebas citológicas para la identificación viral.
En mujeres que habían presentado resultados de citología normal pero que dieron positivo para VPH, en una prueba diagnóstica de colposcopia casi el 30% (463) mostró un resultado positivo, y de ellas, 40 presentaban una infección de alto grado.
Un estudio transversal previo realizado con 1.800 mujeres de algunas zonas de Colombia buscaba identificar las infecciones múltiples que aumentan el riesgo de desarrollar lesiones neoplásicas. El estudio reveló que en Leticia y Girardot, había una alta prevalencia, posiblemente por ser zonas de alta migración o turísticas, lo que ocasiona comportamientos sexuales de alto riesgo. Adicionalmente, también las mujeres indígenas presentaban mayor riesgo de presentar lesiones múltiples, probablemente debido a sus condiciones socioculturales.
En una población de 200 mujeres se ha podido hacer un estudio de seguimiento que ha permitido observar cómo la carga viral de los tipos de VPH se modula a lo largo del tiempo. En la mayoría de los casos, las infecciones por el VPH 16 (principal causante de cáncer) se resuelven de manera natural entre 6 meses a un año, mientras que las infecciones por los tipos 31 y 18, que se presentan en lesiones más agresivas y estrechamente vinculados a los adenocarcinoma, tenían una mayor probabilidad de persistir y progresar a lesiones más graves.
A nivel regional, un estudio realizado en el Departamento de Córdoba con 450 mujeres a las que se les realizó una citología cervical y adicionalmente una prueba molecular para detectar VPH, se identificó que el 43% de las mujeres presentaban infecciones por VPH, algunas con tipos de VPH asociados al VPH 18 que depura más lentamente y asociado a algunos tipos de cáncer.
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Intervención de la doctora Soto de León en:
CEREMONIA DE INGRESO DE PROFESIONALES DEL ÁREA DE LA SALUD A LA ACADEMIA NACIONAL DE MEDICINA
Nota. Victoria Rodríguez G. Comunicaciones Academia Nacional de Medicina