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Resumen de la conferencia a cargo del académico Álvaro Rodríguez Gama, médico cirujano de la Universidad Nacional de Colombia, especialista en Psiquiatría y docente de la misma universidad. Psiquiatra forense y secretario ejecutivo de ALANAM.
La Organización Mundial de la Salud ha advertido que el cambio climático será el principal desafío de salud pública en el siglo XXI. Esto nos lleva a reflexionar sobre cómo se desarrolló este problema y por qué no lo hemos percibido con la urgencia que merece, a pesar de su impacto progresivo y evidente en todos los países y poblaciones.
Desafortunadamente, la geografía como disciplina ha sido descuidada en la educación moderna y no solo proporciona una base para entender el mundo, sino que también conecta con otras áreas como la historia, la lingüística, las artes e incluso la medicina, que son esenciales para comprender la civilización.
La diáspora humana desde África, que dio origen a la colonización de otros continentes buscando sitios propicios para asentarse, llevó a la creación de miles de lenguas, escrituras y formas de comunicación que varían según las regiones. La literatura ha encontrado en la geografía su fuente de inspiración, obras de autores galardonados han descrito paisajes y experiencias humanas profundamente conectadas con la naturaleza.
La geografía también ha determinado eventos históricos significativos, como batallas y guerras, donde el territorio ha sido un factor decisivo. Además, las divisiones geográficas han influido en las tensiones religiosas, políticas y sociales a lo largo de la historia, y que siguen hasta hoy, estableciendo límites que han determinado el crecimiento de naciones y la distribución de sus recursos naturales.
El comercio, igualmente, ha dependido de las condiciones geográficas, donde la facilidad de transporte ha marcado la pauta para el desarrollo económico y factores como la nutrición humana, la agricultura y producción de alimentos han sido también reflejo de la riqueza en recursos naturales disponibles en diferentes regiones. Las recetas y tradiciones culinarias son una muestra de los ingredientes y recursos que cada región ha tenido a su disposición, convirtiéndose en herencia cultural o patrimonio de cada país.
En medicina, la epidemiología está muy relacionada con la geografía, muchas enfermedades están correlacionadas con el hábitat y así mismo en la botánica médica, las plantas medicinales sirvieron por siglos para enfrentar las enfermedades. También en la psicología hay una íntima relación entre el ambiente, las estaciones y los ritmos circadianos que impactan directamente el cerebro.
A medida que las civilizaciones crecían y se desarrollaban se hizo necesaria la obtención de energía a través de fuentes como el petróleo, el carbón, el gas natural, entre otras, que permitieron el crecimiento de la industria, el comercio y el transporte. Pero este progreso ha tenido consecuencias negativas como el cambio climático que se manifiesta a través del efecto invernadero, exacerbado por las emisiones de gases como el dióxido de carbono y el metano que atrapan la energía del Sol generando un aumento de la temperatura en toda la tierra. Aumentar la temperatura media de la Tierra puede tener consecuencias devastadoras, lo que hace urgente la necesidad de abordar este problema de manera colaborativa y constructiva.
Han ido desapareciendo progresivamente los glaciares, los volcanes nevados han ido perdiendo su cubierta de nieve y no hay mucha empatía sobre los desastres naturales. Muchas personas viven en entornos protegidos, lo que les impide comprender el impacto directo que estos fenómenos tienen en otras comunidades. Esta desconexión dificulta una respuesta solidaria ante la tragedia que viven quienes se ven afectados por eventos como erupciones, inundaciones o cambios climáticos extremos.
Las chimeneas industriales son otro foco de preocupación en el contexto ambiental. A pesar de la regulación que exige ciertas alturas y filtros, muchas industrias no cumplen con estos requisitos, contribuyendo a una contaminación creciente. Además, el número de vehículos en el mundo genera una contaminación considerable. La aviación también es un problema; los aviones emiten contaminantes que impactan el clima y la salud pública.
El cambio climático es un fenómeno en ascenso que trae consigo sequías e inundaciones en diferentes regiones del mundo. En Colombia, el descenso del nivel de ríos como el Amazonas es alarmante, y la escasez de agua ya afecta a comunidades enteras. Esto refleja una crisis que no siempre recibe la atención adecuada por parte de quienes no lo padecen directamente. El censo de vivienda en Colombia muestra que muchos hogares están en áreas vulnerables, lo que aumenta su riesgo frente a desastres naturales. La corrupción también es un factor que agrava la situación, ya que se han perdido fondos destinados a ayudas. La deforestación, impulsada por actividades como el cultivo legal e ilegal, o la colonización, contribuye a la degradación ambiental y a la pérdida de hábitats para la vida silvestre.
Los huracanes y otros fenómenos climáticos extremos están incrementando su frecuencia e intensidad. La pérdida de glaciares y el daño a la capa de ozono, encargada de filtrar los rayos ultravioleta, son preocupaciones adicionales que afectan tanto el ecosistema marino como la salud humana. En el caso de la capa de ozono, si se han logrado consensos globales que permiten inferir que al cambiar los componentes de los aerosoles por ley, se espera que para el año 2050 se haya recuperado totalmente la capa.
La Organización Mundial de la Salud advierte sobre los efectos del cambio climático en la salud, incluyendo un aumento de enfermedades cardiovasculares relacionadas con el calor y problemas respiratorios. Las olas de calor y sus consecuencias son cada vez más frecuentes, y la salud mental también se ve afectada por el estrés y la ansiedad que generan estas situaciones.
La situación en países como Cuba es crítica, con la escasez de alimentos y la falta de recursos básicos acentuando los problemas de salud. Los cambios en el clima también están permitiendo que enfermedades como la malaria se propaguen a altitudes donde antes no eran comunes y los microorganismos están mutando a otras variedades.
Es imperativo que se tomen medidas urgentes a nivel local, nacional e internacional para abordar estos problemas. La educación y la concientización sobre la importancia del medio ambiente son esenciales para fomentar un cambio positivo. Los pequeños actos, como cuidar el agua y mantener los vehículos en buen estado, pueden marcar una gran diferencia.
La conferencia COP16 es un espacio importante para abordar la crisis ambiental, aunque exista escepticismo sobre su efectividad. Se necesita acción concreta y compromiso real para enfrentar el desafío del cambio climático.
Recientemente, el desierto del Sahara experimentó las primeras inundaciones en medio siglo, causadas por lluvias excepcionales con la pérdida de vidas humanas y animales. La empatía hacia aquellos que sufren las consecuencias de estas crisis es fundamental para construir un futuro sostenible y justo.
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Conferencia completa en:
IMPACTO DEL CAMBIO CLIMÁTICO EN LA SALUD HUMANA
Resumen. Victoria Rodríguez G. Comunicaciones Academia Nacional de Medicina