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¿Qué es la infertilidad?
Los problemas de fertilidad son cada vez más frecuentes en la población. Cuando en edad reproductiva, no se produce un embarazo pasado un año de relaciones sexuales sin utilización de métodos anticonceptivos, o hay dificultad para mantener un embarazo, hablamos de Infertilidad.
Aún en el siglo XXI, hay estigmas y prejuicios sociales para las parejas que viven esta situación y muchas veces prefieren no hablar del tema o consultar al especialista. Y es un tema que causa mucho sufrimiento emocional, dificultades económicas y laborales, porque los tratamientos suelen ser difíciles, costosos, y prolongados.
Causas
Como podría pensarse, no es simplemente una cuestión de edad, las causas pueden ser variadas.
En mujeres:
- Falta de ovulación o mala calidad de los óvulos.
- Endometriosis: es el crecimiento del tejido del interior del útero, fuera de éste, en las trompas de Falopio o en los ovarios.
- Fibromas uterinos.
- Trompas de Falopio bloqueadas.
- Problemas hormonales. El estrés, las emociones, la alimentación y el sedentarismo, entre otros, pueden impactar y generar cambios en el sistema hormonal provocando problemas en la ovulación.
En hombres:
- Bajo recuento de espermatozoides en el semen, o ausencia de ellos.
- Baja movilidad de los espermatozoides.
- Espermatozoides que no se han formado adecuadamente.
- Semen espeso que no permite llegar a los espermatozoides al óvulo.
- Problemas hormonales.
- Problemas de eyaculación.
En cualquiera de los dos, factores como el estrés, consumo excesivo de tabaco y alcohol y el sedentarismo pueden influir negativamente en la concepción,
Para conocer la causa exacta, es indispensable visitar al Ginecólogo, al Urólogo-andrólogo en el caso de los hombres y en general a especialistas en fertilidad. Ya existen muchas clínicas especializadas en el tema.
Algunos consejos básicos pueden contribuir a mejorar la salud en general y favorecer la fertilidad.
- Una dieta sana y equilibrada: alimentos ricos en antioxidantes y vitaminas, como las verduras y las frutas, alimentos con ácido fólico (espinacas) y omega 3, como el pescado azul. Las vitaminas del grupo B son necesarias para la división celular y evitar posibles problemas del tubo neural del bebé. Hierro, durante el embarazo, las necesidades de hierro aumentan progresivamente debido al aumento del volumen sanguíneo producido durante el embarazo, se puede encontrar en legumbres, carne y espinacas.
- Control del peso: La grasa corporal es necesaria para la producción de hormonas reproductoras, pero un exceso puede incrementar los niveles de estrógenos, causando ciclos menstruales irregulares y obstaculizando la ovulación, además de conllevar mayor riesgo de complicaciones durante el embarazo y el parto. En los hombres puede afectar negativamente la calidad de los espermatozoides. Un bajo peso puede traer también complicaciones, comprometiendo el funcionamiento de las hormonas pituitarias (FSH y LH) encargadas de regular el ciclo ovulatorio, deteniendo la ovulación y la menstruación. En hombres, un peso insuficiente puede provocar una menor calidad y cantidad de esperma.
- Tabaco y alcohol: Son agentes externos que repercuten negativamente en la salud reproductiva. En mujeres se relacionan con problemas ovulatorios que pueden alterar el ciclo menstrual y en hombres con una disminución en la producción de testosterona y espermatozoides maduros. Además puede presentarse una disminución de la libido.
- Ejercicio: previene la obesidad y reduce el estrés, lo que ayuda por partida doble a la salud reproductiva.
- Estrés: El hipotálamo es la glándula que controla las hormonas reproductivas, pero es extremadamente sensible al estrés. Altos niveles de estrés, conducen a altos niveles de ansiedad, que comunican al hipotálamo que la ovulación se puede suspender, y en esos casos los niveles de estrógenos son tan bajos, que no hay ovulación.
Para la mayoría de estas situaciones hay tratamiento, de allí la importancia de recurrir a los especialistas.