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La educación en todos los niveles es uno de los pilares esenciales de toda sociedad democrática, es la catapulta sobre la cual se educa e invierten recursos en el activo más valioso de un país: su gente.
La educación pública superior, en particular, equivale a la universalidad del saber, del entender y del hacer, aunque inevitablemente algunos gobernantes sigan creyéndose los poseedores incuestionables del conocimiento en pleno siglo XXI. La universidad debe ser un espacio que promueva la “corrección” de los errores pasados y, desde el eterno presente, estimular las mentes en formación y llenas de ímpetu joven para hallar potenciales soluciones a las necesidades de las comunidades a lo largo y ancho del territorio local, regional y nacional. Los estudiantes superamos los filtros propios del sistema en el que estamos inmersos y gozamos de un privilegio, el formar parte de la universidad pública. Privilegio de unos pocos en la realidad, que yace constitucionalmente como un derecho personal y servicio público con función social. Además de la ciencia, tecnología y la técnica se debe propender por la enseñanza de los bienes culturales y el cuidado de los derechos humanos, la paz y la democracia. De allí que los estudiantes de instituciones de educación superior públicas,velemos por su protección, acceso y permanencia para las futuras generaciones.
La universidad pública en Colombia tiene un presupuesto del 10% a través de la ley 30 de 1992, un recurso destinado de 3,6 billones con el crecimiento de 1 punto por encima del IPC, pero esto no da abasto y es insostenible, de seguir así. El aumento en la cobertura de los programas es cada vez más grande llegando a un déficit de 434.874 millonesy un desfinanciamiento de 15 billones, dando como resultado un descuadre gigantesco en la financiación de las universidades públicas.
No basta con transmitir el conocimiento a los estudiantes, esto nos convierte en “máquinas útiles”, pero no nos define como agentes válidos. Para esto, debemos sentir con gran intensidad y pasión a lo que aspiramos; de lo contrario, seremos individuos adiestrados más que integralmente desarrollados. “Debemos aprender a comprender las motivaciones, ilusiones y penas de las personas para adquirir una actitud correcta respecto a los individuos y a la sociedad.
Para que exista una educación válida es necesario que se desarrolle el pensamiento crítico e independiente de los jóvenes. La enseñanza debe ser tal que pueda recibirse como el mejor regalo y no como una amarga obligación. Es nuestro deber individual y colectivo defender la universidad pública y ser parte de la solución!
Luisa Fernanda Mahecha Virgüez, David López Valencia, José Luis Chicangana Suárez, Jhan Sebastian Saavedra Torres.
(Estudiantes de la Universidad del Cauca)
Facultad ciencias de la salud
Educación- Calidad- Universidad siempre pública.
Juan pablo Sánchez Torres. (Estudiante de la facultad de derecho,ciencias políticas y sociales)
Educación- Calidad- Universidad siempre pública.
Educación 2018 – Publica en Colombia