Visitas: 62
Charla en el marco de la Cátedra de Humanismo Médico, una iniciativa de la Academia Nacional de Medicina y la Asociación Colombiana de Facultades de Medicina (ASCOFAME) a cargo del Dr. Germán Barón Castañeda.
Los tres principales grupos poblacionales presentes durante la época del descubrimiento, colonización e independencia eran los españoles, los indígenas y la población africana traída como esclava. Si bien, las tres raíces pueden haber contribuido a la música colombiana, la música indígena que estaba presente en su territorio antes de la llegada de los españoles fue la base. Los españoles introdujeron instrumentos como la vihuela, precursora de la guitarra, y el arpa, además de los órganos, que jugaron un papel importante en la música bogotana especialmente a nivel religioso.
¿Fueron estos primeros instrumentos la influencia principal en el desarrollo de la música bogotana o hubo un tipo diferente de evolución? No hay claridad al respecto, sin embargo estos instrumentos de cuerda estuvieron presentes en ambientes religiosos y fueron utilizados por los españoles para involucrar a las poblaciones indígenas y mestizas en sus celebraciones religiosas.
En la iglesia el maestro y su ayudante (Chantre y Sochantre) eran los encargados de organizar la música durante las ceremonias religiosas. En aquella época no existía la música impresa como la conocemos hoy, sino que la música se representaba a través de partituras gráficas, o tablaturas. Esta forma temprana de notación musical evolucionó gradualmente hasta convertirse en la partitura que se utiliza hoy en día.
Los españoles y la presencia de indígenas y campesinos en la iglesia contribuyeron al surgimiento de la música colombiana. La música negra cuyo componente principal era la percusión no formaba parte de estos inicios en el contexto religioso.
Los campesinos comenzaron a utilizar la música no sólo con fines religiosos sino también como una forma de relajación después de largas jornadas de trabajo, allí se involucraba a las guitarras españolas que se cree son el origen del tiple colombiano que se popularizó en el centro del país. El género bambuco surgió por primera vez durante la Campaña Libertadora y algunos sostienen que fueron los propios españoles quienes lo introdujeron. La primera composición de bambuco conocida es “La Guaneña”, un homenaje a la mujer que acompañaba las campañas libertadoras y que cocinaba, lavaba y ayudaba en labores en campamentos.
La llegada de Simón Bolívar a Bogotá se celebró con dos composiciones: “La Libertadora” en ritmo de contradanza y “Vencedora”. La música en Bogotá durante esta época reflejaba las tendencias europeas, con la presencia de contradanzas y valses.
El piano, un instrumento crucial en la historia musical de Bogotá, comenzó a aparecer a finales del siglo XIX. Existió una especie de dependencia cultural de la música europea en Bogotá durante la primera mitad del siglo XIX, a pesar de la independencia del país de España.
Las tertulias se convirtieron en eventos culturales imprescindibles donde varias señoritas se turnaban para tocar el piano, la música que se tocaba era puramente clásica. Estas reuniones musicales privadas cambiaron su nombre a “cuartetos”, y se hacían en casas de familias notables con la intervención de varios músicos y cantantes.
A mediados del siglo XIX, la Sociedad Filarmónica de Bogotá jugó un papel crucial en este período, pues enseñaba música y brindaba una plataforma para el desarrollo musical. Henry Price, un músico inglés con un impacto significativo en la escena artística local, inició este movimiento. Trajo a músicos notables como Joaquín Guarín, Julio Quevedo y otros extranjeros como Manuel María Párraga para enseñar música. El grupo no sólo estructuró la música sino que también organizó conciertos y enseñó diversos instrumentos hasta su disolución. Allí se entroniza el bambuco como música nacional.
La Academia Nacional de Música en Bogotá, fue establecida por Jorge Wilson Price, hijo del fundador de la Sociedad Filarmónica, funcionó entre 1882 y 1899 y sirvió como base del Conservatorio Nacional de Música. Durante esta época, la presencia de mujeres tomó cada vez más importancia, especialmente con Teresa Tanco de Herrera, pionera en la composición clásica en Colombia y profesora de la Academia.
Desde mediados del siglo XIX hasta principios del XX, la música extranjera prevaleció, pero la música clásica también empezó a ganar popularidad de la mano de Pedro Morales Pino, considerado el padre de la música colombiana quien compuso bambucos y los llevó a partituras. A Morales se le atribuye la modificación de la bandola, un instrumento tradicional colombiano, moviendo las cuerdas del lado izquierdo al derecho.
En el pasillo se destacó el maestro Fulgencio García creador de “La gata golosa”. La llegada de las pianolas marcó una importante innovación en la música de esta época, con pianos dotados de pedales y un mecanismo que funcionaba con aire, permitiendo que las teclas del piano sonaran. Luis A. Calvo fue una figura clave en la historia de la música colombiana, combinó la música colombiana con la música clásica, dándole un toque único. Compuso numerosas obras, incluso mientras vivió en un lazareto como enfermo de lepra.
Muchos músicos colombianos pudieron llevar su música más allá de las fronteras del país. Hoy en día, el cultivo de la música tradicional de Bogotá, incluido el género de pasillo, lo llevan a cabo unas pocas personas dedicadas.
::::::::::::::::::::::
El doctor Dr. Germán Barón Castañeda es ginecólogo, endocrinólogo, docente universitario, experto en climaterio y menopausia. Pianista y aficionado a la música colombiana.
Presentación en: HISTORIA DE LA MÚSICA BOGOTANA
Nota. Victoria Rodríguez G. Comunicaciones Academia Nacional de Medicina