Desnutrición: La nutrición es uno de los pilares fundamentales para el desarrollo social, personal y cognitivo; es un factor endógeno que influye notablemente en la capacidad de aprendizaje y en las habilidades de los niños en la escuela provocando un gran impacto a corto y largo plazo sobre la salud y la calidad de vida de las personas, especialmente en la primera infancia, ya que es en esta etapa en donde el cerebro es altamente sensible y receptivo a los nutrientes de la alimentación. La desnutrición hace parte de un síndrome denominado malnutrición. Según la OMS, se define como desnutrición al retraso del crecimiento, la emaciación, la insuficiencia ponderal y las carencias o insuficiencias de micronutrientes. Los últimos datos del 2017 indican que el número de personas que padecen hambre en el mundo alcanzan los 821 millones de los cuales casi 200 millones son niños menores de 5 años y padecen de desnutrición crónica. Pobreza según el Banco Mundial: La pobreza es considerada una causa y a la vez consecuencia de la desnutrición. Para nadie es un secreto la estrecha relación que hay entre pobreza, desnutrición y subdesarrollo.
Según el Banco Mundial la malnutrición produce una desaceleración del crecimiento económico y origina una perpetuación de la pobreza por tres vías: 1. Pérdidas directas de productividad derivadas del mal estado de salud. 2. Pérdidas indirectas resultantes del deterioro de las funciones cognitivas y la falta de escolaridad. 3. Pérdidas originadas en el aumento de los costos de la atención de salud.
Ver La perpetuación del ciclo de pobreza