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El papel de la Universidad se reduce a usar los hospitales y facilidades del Estado para sitios de práctica.
Por Carlos Corredor Pereira.
En el mes de Septiembre se llevó a cabo la sesión plenaria mensual del Comité Universidad-Estado-Empresa (CUEE), cuyo tema fue la salud, difícil tema para una reunión en la que los tres actores tienen que interactuar de igual a igual.
El papel de la Universidad se reduce a usar los hospitales y facilidades del Estado para sitios de práctica. Por el otro lado, hay una industria global gigantesca que ofrece todos los aparatos de diagnóstico y tratamiento que debe tener el hospital para prestar un servicio adecuado a sus pacientes.
El Estado provee los fondos y diseña políticas más generales en cuanto a compras, sin que intervenga en prospectiva acerca de los instrumentos o drogas que se deberían ofrecer en el futuro. Por esa razón es bien interesante haber contado con una audiencia de más de 40 personas interesadas en las investigaciones hechas en nuestras universidades y que podrían llegar a ser comercializadas por la industria nortesantandereana.
Un primer ejemplo muy interesante fue presentado por Sonia Mantilla y Walter Suárez de la Universidad Francisco de Paula Santander (UFPS). Los autores hicieron un estudio antropométrico de los niños y evaluaron la manera como se sientan en sus pupitres tradicionales para hacer sus tareas, basados en el principio de que la salud impacta la vida cotidiana. Esto permitió diseñar muebles escolares verdaderamente ergonómicos que mantienen a los niños en la posición correcta. Usando polipropileno fabricaron prototipos que no solamente son funcionales sino que son bastante atractivos: una oportunidad para que algún industrial invierta en la producción de muebles escolares de este tipo, de la mano de la Secretaría de Educación.
El ingeniero Mayron Arévalo, con la Clínica Oftalmológica San Diego y el SENA, le propuso a la audiencia que los pacientes deberían “pagar para que los cuiden para que no tengan que pagar para que los curen” y para hacerlo realidad, ha llevado a cabo un proceso de ingeniería 4.0 para el desarrollo de la plataforma IIris. El proyecto, avanzado en un poco más del 40%, integra la gestión del riesgo, la consulta no presencial, el empoderamiento digital del usuario y su familia y el manejo de sus citas. En este proceso han tenido que integrar muchísimas condiciones actualmente separadas. Precisamente por ser un proyecto tan ambicioso, necesitan expertos en desarrollos digitales y han encontrado como problema principal la falta de interdisciplinariedad en los hospitales, las EPS, los usuarios y el mismo Ministerio de Salud. La implementación de este proyecto proveerá un valor agregado para las clínicas, reduciendo costos y aumentando la eficiencia.
Un proyecto multinacional a largo plazo sobre la prevención y mitigación de los efectos de la migración involucra a investigadores de la Universidad de Freiburg y de la UFPS. Explora de manera integral la salud y acceso a la justicia de los migrantes venezolanos. Se tiene previsto que el proyecto continuará por cuatro años más y existirá la oportunidad de hacer un taller presencial en Alemania.
Laura Cabarcas presentó su proyecto Conocimientos, Actitudes y Prácticas en Salud Sexual y Reproductiva en Población Nortesantandereana e hizo un llamado a que los investigadores universitarios se unan para tratar de entender cambios tan drásticos en la tendencia en fecundidad en la franja especial de adolescentes entre los 15 y 19 años de edad que pasó de 61.6 a 68 por 100.000 habitantes.
Jhoalmis Sierra presentó un proyecto que muestra la posibilidad de que tres universidades se unan en una misma investigación, en este caso, marcadores en sangre que caracterizan las tendencias a sufrir infartos en mujeres pre y posmenopáusicas.
La presentación de estos proyectos muestra que el Triángulo de Sábato que se concreta en el CUEE es necesario en el área de la salud. Es posible que a través de reuniones como esta, se integren los tres vértices en la práctica y se logre esa interacción sin la cual no podemos esperar tener futuro.
El Dr. Carlos Corredor Pereira es Miembro Correspondiente de la Academia Nacional de Medicina. Vicerrector de la Sede Cúcuta, de la Universidad Simón Bolívar. Químico con máster en Ciencias de la Bioquímica Médica. Ph.D. en Bioquímica. Columnista del periódico La Opinión