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La revista MEDICINA publicó un artículo original de la endocrinóloga pediatra Liliana Mejía de Beldjenna que informa que durante la pubertad se realiza una secuencia de eventos que llevarán al individuo a su madurez en el desarrollo físico, sexual y emocional.
Este periodo incluye la aparición de características sexuales secundarias así como el crecimiento, desarrollo y maduración de los órganos sexuales primarios. Se considera que la pubertad es precoz (PP) cuando el crecimiento mamario (telarquia) ocurre antes de los 8 años de edad, el vello púbico (pubarquia), antes de los 9 años y la menarquia (primera menstruación), antes de los 10 años.
Se trata de un estudio retrospectivo sobre el análisis de las historias clínicas de 50 pacientes femeninas que consultaron por sospecha de pubertad precoz en tres instituciones de Cali, durante el periodo 2000-2003. El diagnóstico de PP de origen central se confirmó por la aparición de telarquia precoz y por la respuesta positiva a la prueba de estimulación con hormona liberadora de gonadotropinas (GHz).
En el análisis estadístico se utilizó chi2 mediante análisis STATA EPI INFO. Se trató de pacientes con escolaridad promedio tercero de primaria, principalmente de zona urbana, de estratos socioeconómicos 2-3. Las edades promedio fueron, a la consulta 7,8 años ±1,31 y al inicio de telarquia, 6,8±1,8 años. El 96% de las pacientes tenían telarquia prematura. El 70% consultaron por aparición de vello púbico, con edad promedio de 7,15 años ± 1,32 años. El 64% tenían olor axilar, 42% leucorrea y 16%, vello axilar.
Se les realizó prueba de estimulación con GnRH a 45 de ellas, cuya respuesta fue compatible con PP central por valores de LH en cualquier tiempo por encima de 5 mUI/L. Los niveles de LH más altos posestímulo fueron a los 30’, 17,1 mUI/l (moda 4,1) y FSH a los 60’, 11,89 mUI/L (moda 11,4). La edad ósea promedio al momento del diagnóstico, determinada en todas, fue de 9,5 años, con una maduración ósea de 1,66 años por encima de la edad cronológica por el método de Greulich y Pyle; 83,5% de las pacientes tenían PP idiopática, con resonancia nuclear magnética (RNM) normal, 12,5%, la PP era secundaria a lesiones del sistema nervioso central (SNC), y 4% PP periférica, por quiste de ovario e hiperplasia adrenal tardía en 1 paciente que luego evoluciono a pubertad precoz central, 48% tenían cambios en el ultrasonido pélvico.
Todas recibieron manejo con análogos de GnRH y solo el 6% menstruaron durante el tratamiento al inicio del mismo. Se evidenció la aparición de PP femenina cada vez en edades más tempranas, poniendo en riesgo su integridad y madurez tanto física como emocional; debemos estar atentos a la aparición de estos signos fuera del rango normal, para tomar las medidas pertinentes y evitar así menarquias tempranas con deterioro de talla final y alteraciones psicológicas secundarias.
Esta muestra no representa una prevalencia ni incidencia de la población de Cali.
El artículo completo se puede consultar en el portal www.revistamedicina.net