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La vigésima octava reunión del Consejo Directivo de la Asociación Latinoamericana de Academias Nacionales de Medicina, España y Portugal-ALANAM, fundada por el académico Gonzalo Esguerra Gómez en 1967, se llevó a cabo en Bogotá. Presidentes y delegados de las Academias, se dieron cita en la Academia Nacional de Medicina de Colombia para hablar de cómo la inteligencia artificial ha impactado la educación médica en cada uno de los países. 

El Académico colombiano Dr. Gustavo Adolfo Quintero Hernández, señaló que transitamos en un mundo caótico, expuestos a lo que Peter Søgaard Jørgensen ha denominado las trampas evolutivas que no permiten ver las consecuencias de nuestros propios comportamientos y que traen implicaciones personales y globales.  El Dr. Quintero hace parte de quienes creen que estamos al borde de una quinta revolución industrial, esta vez centrada en la colaboración entre humanos y máquinas e impulsada por tecnologías avanzadas, pero considera que será una revolución más humanizada por cuanto estará más enfocada en la sostenibilidad, la personalización y la mejora en la calidad de vida. Dependerá por supuesto del manejo responsable dado por el hombre. A nivel educativo, se busca ahora que los estudiantes utilicen las herramientas de forma adecuada y apliquen el pensamiento crítico para discernir en un mar de información. 

El reto estaría entonces en las implicaciones éticas que trae el uso de la IA. El Académico Dr. Manuel L. Martí de la Academia Nacional de Medicina de Buenos Aires, coincide con el profesor mexicano Raúl Rojas González, quien señala que las amenazas de la humanidad no son las máquinas, son los hombres. La misión de la IA es ayudar a los seres humanos a superar las barreras del conocimiento y extender sus capacidades. Su empleo ético y responsable es mandatorio, y debe enfocarse hacia la dignidad humana en aspectos como los derechos humanos, la igualdad de género, la inclusión, la justicia social, el bienestar físico y mental, entre otros valores. A nivel educativo, la IA debe apoyar el proceso de aprendizaje más no reemplazarlo. La ética es inherente al ser humano, y es el hombre quien ha establecido reglas desde la ética para el uso de robots o máquinas, adjudicando niveles de responsabilidad a cada uno de los actores. Para el Dr. Martí es esperable que el uso de la IA esté guiado por la inteligencia humana, la ética y el buen sentido. 

Por su parte, el Académico Dr. Juan Antonio Mazzei de la Academia Nacional de Medicina de Buenos Aires, resaltó la utilidad de una herramienta como el webinar (conferencia o taller en línea, transmitido en tiempo real) que ha sido muy útil en el campo médico para presentar conferencias, casos clínicos y discusiones en torno a temas relevantes en la medicina, con participantes que sería imposible reunir en un evento presencial.  La Academia de Medicina de Buenos Aires ya ha realizado 7 webinars educativos conjuntamente con las Academias de Medicina de Francia y Uruguay, con invitados ilustres de estos 3 países, especialistas en diversas ramas de la medicina.

El Académico Dr. Hugo Badani Gutiérrez de la Academia Boliviana de Medicina, se refirió a la utilidad de la IA en la recopilación de imágenes, ensayos clínicos, estudios médicos, que podrían ser utilizados por la medicina para acercarse con mayor precisión al diagnóstico correcto. Los robots también han llegado para aportar con su precisión, pero siempre guiados por la inteligencia y habilidad de un especialista humano. Para el Dr. Badani la educación médica ideal es la educación médica humanizada, no se debe perder la cercanía entre médico y paciente. La enseñanza basada en competencias se fundamenta en el aprendizaje individual y orientado a metas, este proceso de aprendizaje es más fácil si el individuo sabe que se espera de él y conoce los resultados de forma precisa. Si asume la responsabilidad en las tareas de aprendizaje, será más positiva su respuesta y esto no debe perderse, aún con la llegada de la IA.

El Académico Dr. Huníades Urbina-Medina de la Academia Nacional de Medicina de Venezuela, presentó el panorama de su país donde las limitaciones tecnológicas  y económicas: costo de internet, velocidad de la conexión, salarios muy por debajo del promedio de la región, reducciones presupuestales en educación, entre otros factores, han restringido la posibilidad de que los estudiantes puedan utilizar regularmente las herramientas que ya brinda la tecnología. A pesar de las dificultades, la telemedicina se ha convertido en una valiosa herramienta para atender a personas en zonas apartadas, han recibido también equipos como donación que permiten hacer entrenamientos con simuladores en un par de universidades. Con los recursos disponibles, la Universidad Católica Andrés Bello, se ha propuesto establecer una política para incorporar la IA en el ámbito de su quehacer universitario y la Universidad Central de Venezuela pretende también la integración de la IA en sus procesos educativos.

El Académico Dr. Willem Buján Boza de la Academia Nacional de Medicina de Costa Rica expuso la situación de su país. Costa Rica fue el primer país de Centroamérica en desarrollar una estrategia nacional para la IA. Han tenido un importante crecimiento en el sector tecnológico, convirtiéndose en el segundo exportador de dispositivos médicos de América Latina y una nueva alternativa para la producción de semiconductores. El avance tecnológico ha ido de la mano con leyes regulatorias gubernamentales para el control de datos y manejo de software. Una encuesta de la Universidad de Costa Rica señala que los jóvenes entre 18 y 35 años son quienes más usan o conocen la IA. Esta universidad ha puesto en marcha alianzas estratégicas con universidades internacionales, el Ministerio de Salud y el Instituto Nacional de Seguros para la implementación de IA en procesos de detección de cáncer de mama y de pulmón y la aplicación de un algoritmo de razonamiento psicofarmacológico para psiquiatría. Buscan ahora capacitar a sus estudiantes en el manejo ético de las herramientas de IA. 

El Académico Dr. Emilio Roessler Benzi, de la Academia Chilena de Medicina, abogó por una educación médica de calidad, con una formación humanista y habilidades blandas que parecen haber sido desterradas de los programas educativos y una formación bioética que no se quede sólo en el papel. Sostiene que debe perdurar el pensamiento científico en constante formación, puesto que los conocimientos cambian y las verdades de hoy, no necesariamente lo serán mañana. Para el Dr. Roessler el médico formado toma decisiones usando la medicina basada en evidencias y evalúa en forma crítica la utilidad de las herramientas tecnológicas de la medicina. 

Para los doctores Marcelo Wolff y Gloria López, de la Academia Chilena de Medicina, la IA llegó también por sorpresa a la comunidad médica y su uso presenta las mismas dudas que podría tener en cualquier otra rama profesional, por la falta de formación, el temor a ser reemplazados, la falta de regulaciones y la poca adaptación a la realidad. El aprendizaje ha sido lento y el mayor temor es que se pierda el componente humanístico de la medicina. Para ellos, aunque los beneficios son muchos y las dudas se han discutido, es improbable que una regulación global ejecutable y obligatoria sea posible. Por ahora, el consenso de buenas prácticas diseñado por la Unión Europea, que hoy funciona como directriz, incluye la supervisión humana, la protección de la privacidad, la diversidad y no discriminación, el bienestar social y medioambiental y la rendición de cuentas.

La Académica Dra. Togarma Rodríguez de la Academia Dominicana de Medicina, considera que la IA llegó para revolucionar la formación de los profesionales de la salud en el campo profesional y la docencia, ofreciendo una caja de herramientas diversas para quien enseña y quien aprende. La IAG – Inteligencia Artificial Generativa, es capaz de generar contenidos de cursos adaptados al ritmo, a la forma, a las necesidades y preferencias de los estudiantes, acercando el concepto de docencia personalizada a la realidad.  Y entonces, ¿cuál sería el nuevo rol de los profesores? los algoritmos se encargarían de revisar la calidad de los datos, pero la calidad humana, la sensibilidad y la empatía del profesional de la salud seguirá siendo un trabajo de seres humanos. El para qué ha sido creada la IA es lo más relevante, justamente para que no quede en un simple símbolo del poder del hombre y de lo que es capaz. La Dra. Rodríguez sugiere que la IAG se encargue de formar al buen médico, mientras los profesionales humanos forman al médico bueno

Para el Académico Dr. Wellinton Aguirre Solís de la Academia Ecuatoriana de Medicina, la IA es aún un concepto complejo de definir pero indudablemente es un cambio disruptivo en la sociedad actual. Las redes neuronales, estructuras inspiradas en el funcionamiento del cerebro humano, son capaces ya de replicar múltiples tareas y a nivel médico se han convertido en parte integral de la atención médica moderna nutriéndose de grandes bases de datos que recopilan datos clínicos, historiales médicos, publicaciones científicas y realizando recomendaciones. En muchos países, estos datos no están ni organizados, ni estandarizados, dando entonces resultados parciales o incompletos. Tal vez, cuando los avances lo permitan, finalmente se pasará de la medicina reactiva a la medicina preventiva y predictiva como se espera. 

En el Ecuador, de acuerdo con el Académico. Dr. Enrique Terán, el país se encuentra todavía lejos de una implementación real de la IA en la medicina. Es un país con una alta expectativa de vida, no muy preparado para el envejecimiento poblacional, y con una gran diversidad étnica. Ecuador tiene un sistema de acreditación para su educación superior que pretende asegurar la calidad educativa, pero ha sido difícil regular la cantidad de oferta que ha surgido en las últimas décadas  en programas  de salud, trastocando un poco el sentido de calidad por cantidad. Aún cuando existen hoy 22 programas de medicina en el país, la tasa de deserción es cercana al 40%, y los profesionales que se especializan en otros países, ante la falta de oferta en programas de posgrado, no regresen a Ecuador para ejercer. Ecuador tiene una sobreoferta de médicos generales y pocos especialistas concentrados en las ciudades principales. La infraestructura limitada en algunas universidades, las desigualdades y las deficiencias en competencias avanzadas y habilidades técnicas, que empeoraron con la pandemia, son los retos permanentes con los que deben lidiar los médicos del vecino país. 

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Intervenciones completas en:

 INTELIGENCIA ARTIFICIAL & EDUCACIÓN MÉDICA – ALANAM Día 1 A.M.

Resúmenes. Victoria Rodríguez G. Comunicaciones Academia Nacional de Medicina

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