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El camino en la búsqueda de la reactivación del Hospital San Juan de Dios desde su cierre ha sido largo y lleno de obstáculos como lo afirma Hernando Nieto Enciso, especialista en gerencia de salud pública y magíster del Instituto de Estudios Políticos y Relaciones Internacionales de la Universidad Nacional. En el momento del cierre en el año 2001, cerca de 1.600 trabajadores quedaron cesantes y con pagos pendientes. Algunos de ellos, tomaron la decisión de trasladarse con sus familias a vivir en el hospital esperando una solución jurídica y esa situación se prolongó en el tiempo, mientras, la infraestructura general del hospital se deterioraba cada vez más.

Paralelamente, surgían leyes y resoluciones que enredaban un poco más el panorama. La Ley 735 de 2002 declaraba monumentos nacionales el Hospital San Juan de Dios y el Instituto Materno Infantil, pero una sentencia de 2005 del Consejo de Estado declaraba nula la creación de la Fundación San Juan de Dios, poniendo el peso de la recuperación al Estado y adicionalmente, en el año 2008, una sentencia unificada de la Corte Constitucional señalaba las obligaciones que deberían asumir la nación, el departamento y el distrito, para pagar las deudas contraídas con los trabajadores. Otras acciones judiciales simultáneas se presentaban por parte de los pacientes y el personal médico. 

La Beneficencia de Cundinamarca quería liquidar la Fundación, que para el Consejo de Estado no existía, y por otra parte, los trabajadores que ocupaban el hospital desconfiaban y se negaban a retirarse. Una luz surgió en 2012, cuando se pudo establecer que el Centro de Salud del hospital no pertenecía a la Beneficencia pues en 1968 se había dado en comodato a la Secretaría de Salud, lo que abría un espacio para la administración distrital. Varias facultades de medicina y la Academia Nacional de Medicina tuvieron una participación notable en este proceso. 

Desde la Secretaría de Salud se empezó una acción de gestión social para dialogar con las personas que se encontraban allí y buscar soluciones; reubicarlos, encontrarles trabajo y motivarlos para que continuaran con sus vidas. El trabajo de recuperación del Centro de Salud ha sido arduo y ha involucrado a la comunidad del sector. Aunque el hospital cuenta con los terrenos que le han pertenecido por derecho, intereses particulares y políticos han usufructuado de manera poco clara algunos de esos terrenos y las decisiones con respecto a cómo se debe proceder cambian de gobierno a gobierno, pero ahora corresponde mirar hacia el futuro. 

La doctora Lisa Priscila Bustos, especialista en gerencia de salud pública y maestra en museología y gestión del patrimonio, presentó la visión de hospital a futuro como un espacio de patrimonio cultural de la salud, que no se limite únicamente al campo médico, sino que involucre otros campos relacionados como la arquitectura hospitalaria y otros valores estéticos, históricos, culturales y simbólicos que ya hacen parte de la historia general del hospital, incluso desde su fundación hace más de 400 años. 

El decreto 1080 del 2015 que reglamenta la valoración patrimonial en el sector cultural dice: “Los criterios de valoración son pautas generales que orientan y contribuyen a la atribución y definición de la significación cultural de un bien mueble o inmueble”. En el PEMP (Plan Especial de Manejo y Protección) del Hospital San Juan de Dios, se busca redefinir esos espacios, conservando el sentido de servicio asistencial para la comunidad en el área de salud -con la vocación de hospital universitario que ha tenido siempre-, pero integrando diversos campos de conocimiento (antropología, biología, historia) para generar una nueva apropiación que convierta este espacio en un patrimonio vivo. La propuesta incluye 24 edificios con algunos espacios proyectados para nuevos desarrollos. 

El plan de recuperación del Hospital San Juan de Dios, de acuerdo con esta propuesta, y al margen de los servicios médicos que se prestarían y otros espacios que ya existían, incluye un laboratorio museo de medicina y salud – Lab-Mes, que ya se encuentra en proceso, un espacio para la comunidad que permita conocer la medicina incluso desde las culturas aborígenes y un centro de simulación en educación médica donde la inteligencia artificial en salud tendría cabida. Otro de los propósitos es fortalecer y visibilizar la investigación que surge al interior de las universidades, señaló la doctora Bustos. 

Por su parte, el doctor Juan Ernesto Oviedo Hernández, médico de la Universidad Nacional,  y abogado especializado en gerencia de organizaciones de salud, profundizó en los avances a la fecha. En la ley 735 que declara el hospital como monumento nacional,  están involucrados el Ministerio de Educación, el Ministerio de Salud, el Ministerio de Cultura, la Gobernación de Cundinamarca y la Alcaldía Mayor de Bogotá, que de acuerdo con Sentencias, deben aportar cada uno un valor que sumado llega a los 637.000 millones de pesos en un plazo de 20 años.

En el 2021 se firmó un Convenio Interadministrativo (1170) entre el Ministerio de Salud, el Ministerio de Educación y el Ministerio de Cultura para aunar recursos técnicos, administrativos y financieros que generen las acciones con miras a la recuperación del hospital en cumplimiento de la Ley 735 y las sentencias. El Ministerio de Cultura es el ejecutor de los recursos.

Para avanzar en el proceso, el Gobierno Nacional pretende impulsar un CONPES estratégico (documento de política pública que establece acciones para alcanzar objetivos de desarrollo económico y social), que permita sostener recursos en el tiempo. Adicionalmente, el Plan Nacional de Desarrollo 2022-2026 incluyó un artículo que dió atribuciones al presidente para emitir el decreto  1959 de 2023 que dice: “Por medio del cual se adoptan medidas para la adquisición y recuperación de la infraestructura del hospital San Juan de Dios y el Instituto Materno Infantil, y se crea una entidad de carácter especial “Hospital Universitario San Juan de Dios y Materno Infantil. Se pretende que la entidad actúe como un hospital universitario, pero esté adscrito al Ministerio de Salud y aunque la regencia la lleve la Universidad Nacional tenga la participación de otras universidades.

Según el organigrama general presentado por el doctor Oviedo, el nuevo hospital contaría con un consejo directivo, una dirección general con 7 oficinas (jurídica, de planeación, de control interno, de atención al ciudadano, entre otras), una secretaría general, una dirección de prestación de servicios de salud, una dirección de infraestructura y patrimonio, una dirección académica y técnico científica y una dirección territorial y de atención multimodal, que aspira a construir hospitales en otras regiones del país adscritos al San Juan de Dios e incluso implementar alternativas como la adecuación de un buque hospital para atender en regiones apartadas de la costa pacífica Colombia y opciones similares para la costa atlántica y la región Amazónica colombiana con la participación de la Armada Nacional. 

En la parte de infraestructura del San Juan de Dios, se busca conservar la torre central por su valor histórico y arquitectónico con el reforzamiento y adecuaciones requeridas. Una torre aledaña si pudiera ser derribada porque está afectando a la torre central. De los 24 edificios, 17 tienen grado de conservación integral y arquitectónica. Se siguen buscando recursos para la adquisición de los predios.

El edificio “Mantenimiento” (en la imagen), fue entregado en diciembre de 2024 y transitoriamente será ocupado por Medicina Legal, que se encuentra también en obras de renovación en su sede. Otros espacios a cargo de RenoBo, se encuentran en diferentes etapas de avance. 

Las obras se han ido adjudicando a varias empresas de renovación y desarrollo urbano que serán las encargadas de recuperar cada uno de los espacios y construir los nuevos. Faltan algunas obras por adjudicar y otros proyectos se encuentran en fase de ejecución de estudios y diseño. El reto es garantizar las obras en curso y las que faltan por adjudicar y que gobierno nacional y distrital trabajen conjuntamente para que todo esto sea posible. 

Como señaló el Académico Dr. Hugo Alberto Fajardo Rodríguez, especialista en medicina interna y epidemiología y profesor de medicina aeroespacial de la Universidad Nacional de Colombia, el patrimonio del San Juan de Dios se ha construido por siglos y fueron las clases menos favorecidas, quienes se beneficiaron de todo el conocimiento que allí se gestó. No solamente pacientes de Bogotá sino todos aquellos que llegaban de diferentes regiones del país buscando atención médica. El hospital, se dedicó al cuidado físico y espiritual de los pacientes, practicó la medicina con altruismo, con caridad, sentó la base de la educación médica en Colombia, fue partícipe y protagonista de todos los adelantos técnicos científicos y dio asistencia pública de alta complejidad. Participó en procesos religiosos y laicos en la historia de Colombia y gestó el proceso investigativo más importante. Ese es el legado más grande que tiene y que se busca salvar. 

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Intervenciones completas en: 

FORO: PASADO, PRESENTE Y FUTURO DEL HOSPITAL SAN JUAN DE DIOS DE BOGOTÁ

Nota. Victoria Rodríguez G. Comunicaciones Academia Nacional de Medicina. 

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