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Sesión académica de la Sociedad Colombiana de Historia de la Medicina para el ingreso como miembro del Dr. Hugo Alberto Fajardo Rodríguez. Médico de la Universidad Nacional, especialista en medicina interna, especialista en epidemiología, Director del Grupo de Medicina Aeroespacial de la Universidad Nacional y Académico Correspondiente de la Academia Nacional de Medicina.

El interés del Dr. Fajardo por la historia se despertó durante sus años como estudiante en la Universidad Nacional de Colombia. La primera clase que abordó la historia de la medicina fue un punto de inflexión para él. Fue el profesor Ernesto Andrade Valderrama, jefe del Departamento de Cirugía y autor de libros sobre el Hospital San Juan de Dios, quien lo inspiró a profundizar en esta área y explorar la historia de la medicina y de la universidad, institución en la que se formó y a la que ha dedicado gran parte de su vida profesional y que le ha impulsado a preservar y transmitir este legado a las nuevas generaciones. 

La importancia del Hospital San Juan de Dios en la historia de Colombia es incalculable. Hernando Forero Caballero, un destacado médico e historiador, identificó cinco etapas en la evolución del hospital. La primera, la etapa fetal o crisálida, comienza en 1564 y se caracteriza por la protección de epidemias para conquistadores y pobladores, siendo administrado por monjes y financiado en su mayoría por limosnas y donaciones.

La segunda etapa, denominada revolución científica, bajo la regencia de José Celestino Mutis corresponde a la etapa de formación de los primeros médicos en Colombia a través del Colegio del Rosario y el desarrollo de la escuela médica en el San Juan de Dios. Esta etapa fue crucial para el desarrollo de la medicina en el país, aunque enfrentó problemas económicos y de infraestructura.

La tercera etapa, de estabilización, comenzó en 1867 con el acuerdo de la Beneficencia de Cundinamarca que permitió a la Universidad Nacional representar al hospital. Durante esta fase, el hospital se volvió más científico, docente y asistencial, incorporando nuevos departamentos y procedimientos médicos.

La cuarta etapa, de apogeo, se caracterizó por el traslado a nuevos predios y la influencia norteamericana, lo que permitió el desarrollo de nuevas especialidades y posgrados en el hospital. Esta fase es recordada como un período de gran avance en la educación médica y la investigación.

La quinta etapa es la más lamentable, ya que corresponde al cierre del hospital San Juan de Dios.

Historia

La medicina indígena, que coexistía con la medicina traída por los españoles, tenía un arsenal terapéutico basado en plantas y ya mostraba diversas prácticas médicas, como amputaciones, curaciones y suturas. Por su parte, la medicina española estaba influenciada por creencias teológicas y filosóficas, se basaba en la tradicional teoría de los cuatro humores que proponía que las enfermedades eran causadas por desequilibrios entre sangre, flema, bilis amarilla y bilis negra. Esta medicina, practicaba el uso de sangrías, purgas y ventosas para restaurar el equilibrio de los humores.

La creación de un hospital en Bogotá tuvo varios intentos fallidos en el siglo XVI, hasta que llegó el Arzobispo Fray Juan de los Barrios y Toledo quien donó dinero y terrenos al lado de la Catedral para que funcionara el Hospital de San Pedro. Fray Cristóbal Torres, arzobispo de Bogotá, entregó el hospital San Pedro a los hermanos de San Juan de Dios en 1635, una comunidad religiosa española dedicada a la atención de los necesitados.

Esta entrega marcó el inicio de una importante etapa en la historia del hospital, que pasó a ser una escuela de formación de personal de salud, convirtiéndose en un centro clave para la formación de médicos y la atención de enfermos en Colombia. 

La necesidad de ampliar el hospital llevó a su traslado a un nuevo sitio en la periferia de Bogotá, donde se inició la construcción en 1723 y cambió su nombre a Jesús María y José. La ubicación en la periferia permitió una mejor provisión de agua y un entorno más adecuado para el funcionamiento del hospital. Las epidemias y la creciente demanda de camas eran un desafío, y el hospital a menudo tenía que acomodar a más pacientes de los que podía manejar.

La llegada de José Celestino Mutis marcó una época. Mutis, conocido por su trabajo en botánica, apoyó la educación médica a través de la propuesta de un plan de estudios junto con Miguel de Isla que fue designado como director del hospital. Juntos establecieron el primer plan de estudios formal para la formación de médicos en 1802.

Tras la independencia, se fundó la Universidad Central en 1827 y el hospital continuó siendo la base para la formación de médicos. En 1835, cambió su nombre a San Juan de Dios  y se retiró el manejo a los religiosos. En 1850, la Universidad Central cerró y en 1867, gracias a los esfuerzos de Antonio Vargas Vega y Manuel Plata Azuero, se expidió la ley 66 en la que se creaba la Universidad Nacional de Colombia, que asumió el papel central en la formación de médicos y estableció convenios con la Beneficencia de Cundinamarca para el uso del Hospital San Juan de Dios como sitio de práctica, consolidando su papel en la educación médica del país.

Entre 1868 y 1895, se consolidaron tres mentalidades específicas para el desarrollo de la medicina: la anátomo-clínica, que se basaba en las autopsias realizadas; la fisiopatológica, desarrollada alrededor de 1890 por José María Lombana Barreneche; y la etiopatológica, con la introducción del laboratorio clínico y el cultivo de gérmenes. Esta evolución llevó a la adopción de una nosología metódica basada en el Colegio Real de Médicos de Londres, implementada por primera vez en 1874 para clasificar y registrar enfermedades.

El Hospital San Juan de Dios se convirtió en un centro, no solo de excelencia científica e intelectual, sino también de políticas de salud pública. Para 1884, el Hospital San Juan de Dios contaba con un total de 318 camas distribuidas en diferentes áreas, incluyendo maternidad y salas para hombres, mujeres y niños. Se construyó un anfiteatro en 1884-1887 para autopsias, lo que era crucial para la comprobación de diagnósticos. 

En 1917, un terremoto dañó gravemente el edificio, llevando a la decisión de trasladar el hospital. En 1926 se inauguró el nuevo hospital en la Hortúa, con una arquitectura moderna y una organización que permitía una especialización en diversas áreas. Este edificio, que comenzó a construirse en 1919 y se inauguró en 1926, representó un esfuerzo importante del gobierno, que también financió parte de su construcción. 

A medida que avanzaba el tiempo, se inauguraban nuevos servicios que fueron constituyéndose en especialidades. El hospital recibía pacientes de todo el territorio nacional con pronósticos excepcionales que pusieron a prueba las capacidades de los médicos.  

La separación entre la Facultad de Medicina y el hospital ocurrió cuando la facultad se trasladó al Campus Universitario, dejando el San Juan de Dios con una separación entre la enseñanza básica y la clínica.

Las primeras cirugías, cateterismos cardíacos, trasplantes renales, cesáreas segmentarias, extracción de cataratas, entre muchos otros procedimientos en Colombia se realizaron en este hospital. 

La historia del hospital, está íntimamente ligada al desarrollo de la medicina en Colombia, y su influencia se mantiene en las prácticas médicas actuales. El hospital y su evolución reflejan las transformaciones en la atención médica y la educación en el país.

La sesión completa en: 

GLORIA Y OCASO DE LA EDUCACIÓN MÉDICA Y ASISTENCIA PÚBLICA HOSPITAL SAN JUAN DE DIOS DE BOGOTÁ

Nota. Victoria Rodríguez G. Comunicaciones Academia Nacional de Medicina

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