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Charla a cargo de la Dra. Diana Isabel Cárdenas Gamboa, economista de la Universidad Nacional de Colombia, maestrías en economía y en políticas e investigación social. Ex-directora de ADRES y ex-viceministra de Protección Social.
En un reciente estudio impulsado por MPODERA (movimiento de líderes que busca empoderar a mujeres en el sector salud en Colombia) y PNUD (Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo) sobre la equidad de género en el sector salud, se ha evidenciado la necesidad de crear un espacio para que las mujeres líderes en este ámbito puedan expresar sus inquietudes y reflexionar sobre la inclusión y la igualdad de género.
Aunque el sector está altamente conformado por mujeres, existen diferencias significativas en términos de roles ocupacionales y niveles educativos, lo que resalta una agenda de investigación urgente.
A pesar de la alta participación femenina, y la diversidad de roles, existen brechas salariales en todos los niveles educativos del sector salud, siendo más grandes en los niveles de especialización y esa desigualdad también se manifiesta en términos de acceso a oportunidades y reconocimiento.
En el mundo, el 70% de la fuerza laboral del sector salud, servicios sociales y cuidado son mujeres, en Colombia representan al 80%. El impacto de la pandemia de COVID-19 fue particularmente severo para las mujeres en el sector salud, muchas perdieron sus empleos, especialmente en niveles más básicos de ocupación. A nivel global, solo el 25% de los puestos de liderazgo en salud están ocupados por mujeres, y en Colombia, la concentración femenina se encuentra en posiciones menos visibles y con menor remuneración.
Los datos del estudio muestran que las mujeres se concentran en especialidades como dermatología, pediatría, psiquiatría, ginecología y oftalmología pero tienen una representación mínima en campos como ortopedia. A pesar de que más mujeres estudian medicina, la proporción de hombres y mujeres en especialidades médicas tiende a revertirse, lo que explica en parte la desigualdad salarial.
Las desigualdades salariales en el sector salud reflejan una tendencia global donde, por cada dólar que ganan los hombres, las mujeres ganan un 20% menos. También enfrentan discriminación por género lo que puede afectar su progreso profesional. En el caso colombiano, la producción del trabajo doméstico y de cuidados no remunerados representó el 20% del PIB en 2020, y las mujeres en el sector salud también enfrentan estas responsabilidades, lo que afecta su disponibilidad y oportunidades laborales.
La denominación “techo de cristal” es una metáfora que designa un tope para la realización de la mujer en la vida pública, generado por estereotipos, construcciones culturales o estructuras institucionales pero curiosamente también puede ser alimentado por decisiones personales como poner primero a la familia, o anticiparse al rechazo y no presentarse, situaciones que habría que analizar para eliminar las desigualdades observadas.
Las conclusiones del estudio sugieren que la brecha salarial en el sector salud puede alcanzar un 12.8%, siendo más pronunciada en especialidades médicas. Adicionalmente, las mujeres del sector también enfrentan una doble jornada repartida entre actividades remuneradas y otras de cuidado no remuneradas que recaen de manera desproporcionada sobre ellas.
Las desigualdades de género se rigen, en gran parte, por normas sociales que pueden cambiarse si queremos cambiar las condiciones de millones de niñas y mujeres en todo el mundo.
La Dra. Cárdenas plantea varias preguntas de investigación, incluyendo el impacto de las decisiones de especialización médica, la conciliación de responsabilidades de cuidado y si existen momentos o patologías específicas que requieren un enfoque de género más detallado y consciente en la medicina. Por ejemplo, los cambios metabólicos asociados a la edad y que incrementan los riesgos en ciertas patologías.
Es crucial continuar profundizando en el tema para entender las causas, abordar las brechas y construir nuevas prácticas alrededor de estos temas.
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El comentario de orden estuvo a cargo de la doctora Natalia Hernández Mantilla, médico cirujano de la Universidad militar Nueva Granada y especialista en Dermatología quien destacó la significativa contribución de las mujeres en la medicina a lo largo de la historia. Desde Metrodora, quien en el año 200 d.C. escribió el primer texto médico por una mujer y es considerada precursora de la ginecología, hasta figuras emblemáticas como Elizabeth Blackwell, la primera mujer en recibir un título de Medicina en Estados Unidos en 1849, y Florence Nightingale, fundadora de la enfermería moderna.
Otras figuras históricas son Marie Curie, quien investigó la radiactividad, Gerty Theresa Cori, Premio Nobel de Fisiología o Medicina en 1947, quien estudió el metabolismo de los carbohidratos, Barbara McClintock, galardonada en 1983 por sus estudios genéticos.
En Colombia, la Dra. Ana Galvis Hotz, primera mujer colombiana y latinoamericana en obtener un título en medicina en 1935 en Suiza, Gerda Westendorp Restrepo la primera mujer admitida en la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional en 1935 y aunque no terminó marco historia y la Dra. Inés Ochoa, la primera mujer en obtener el título de “Doctor en Medicina y Cirugía” de la Universidad Nacional en 1945.
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Intervención en. RETOS DE LA EQUIDAD DE GÉNERO EN EL SECTOR SALUD
Nota. Victoria Rodríguez G. Comunicaciones Academia Nacional de Medicina