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El Director de Posgrados de la Universidad de los Andes, Dr. Germán Casas Nieto, habla sobre la psiquiatría en niños y adolescentes en la sesión sobre especialidades en Psiquiatría y estado del arte que se llevó a cabo el pasado 4 de julio en la Academia.
La historia de la psiquiatría infantil tiene sus raíces en Jean-Marc de Gaspar Itard, reconocido como el primer psiquiatra de niños y adolescentes. Itard ganó prominencia por su estudio del “niño salvaje de Aveyron” (un grupo de cazadores en 1799 encuentran y capturan en un bosque de la región francesa de Aveyron, a un niño de unos once o doce años, viviendo en estado salvaje), Itard fue pionero en la observación y tratamiento de casos pediátricos. A lo largo de los siglos, la disciplina ha evolucionado significativamente, aunque persisten desafíos considerables.
En la actualidad, la falta de recursos y el desequilibrio en la distribución de profesionales de salud mental son preocupaciones globales. A pesar de avances en diagnóstico y tratamiento, la dependencia de decisiones externas y la insuficiencia de personal especializado continúan siendo obstáculos cruciales. Datos alarmantes suministrados por UNICEF revelan que más de 300 millones de niños y adolescentes sufren trastornos mentales, con tasas de suicidio significativas. Aproximadamente cada 11 minutos se suicida un niño en el mundo y uno de cada 5 refiere estar o haber estado deprimido entre los 0-19 años, datos agravados tras la pandemia.
La distribución desigual de psiquiatras infantiles es evidente en todo el mundo, exacerbada en regiones de bajos ingresos donde la carencia de servicios es especialmente aguda. A nivel global, menos de 12,000 psiquiatras certificados enfrentan la tarea de cubrir una demanda masiva y creciente. Hay más de 80 países sin un sólo psiquiatra especializado en niños y adolescentes. Organizaciones como la OMS recomiendan enfoques basados en equipos multidisciplinarios (psicólogos, trabajadores sociales, educadores, enfermeros y por supuesto psiquiatras especializados) para mejorar la atención.
En América Latina, la situación es variada y preocupante. Países como México, Argentina y Brasil lideran en número de psiquiatras infantiles, la mayoría concentrados en las capitales, mientras que otros carecen completamente de estos especialistas. El estigma hacia la salud mental y los profesionales de la psiquiatría infantil sigue siendo un desafío significativo en la región.
La Universidad de los Andes ha liderado estudios que buscan analizar la oferta y demanda de servicios de salud mental infantil en 20 países de la región con 4 componentes: REAL-MENTE (análisis de prevalencias), SUFICIENTE-MENTE (leyes, planes y servicios), CLARA-MENTE (estudio cualitativo) y RAPIDA-MENTE (recomendaciones), pero enfrentan barreras como la falta de políticas públicas efectivas y la escasez de recursos adecuados. La necesidad de formación continua y el fortalecimiento de los sistemas de salud mental son imperativos para abordar esta crisis global.
Psiquiatría Infantil / Adolescente en Colombia.
En Colombia, la formación en psiquiatría infantil ha evolucionado con el tiempo, marcada por la fundación de programas pioneros como la Escuela de Psiquiatría Infantil de la Universidad Javeriana en 2003 (el Dr. Germán Casas es fundador), seguida por el programa del Bosque al año siguiente. Estos esfuerzos iniciales fueron complementados por la Universidad de Antioquia en 2016, estableciendo así las bases de una formación especializada a nivel nacional. A pesar de similitudes en los modelos curriculares y las modalidades de enseñanza, los programas aún no han obtenido acreditación de alta calidad y están trabajando actualmente para lograr la acreditación dadas sus altas calificaciones.
Actualmente, hay 152 psiquiatras infantiles certificados en Colombia, pero solo 59 están afiliados al capítulo de psiquiatría infantil de la Asociación Colombiana de Psiquiatría. Esta escasez se enfrenta a diversos problemas estructurales y de reconocimiento. La falta de regulación y valoración de la subespecialidad ha generado competencia desleal con psiquiatras generales y dificultades para integrar los servicios en instituciones de salud.
A nivel institucional, Colombia se enfrenta a desafíos significativos en la implementación de políticas de salud mental infantil, a pesar de compromisos internacionales como la Declaración de Caracas para la desinstitucionalización. La concentración de servicios en consultorios privados limita el acceso equitativo, exacerbando la estigmatización y la explotación laboral entre los profesionales.
La falta de medicamentos y el aumento de prácticas pseudocientíficas representan amenazas adicionales para la psiquiatría infantil en el país. La resistencia a la importación de tratamientos esenciales refleja una desconexión con las necesidades reales de los pacientes.
Frente a estos desafíos, es imperativo expandir la formación en psiquiatría infantil y promover competencias adicionales en gestión de servicios, salud pública y colaboración interdisciplinaria. La implementación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, especialmente en salud y bienestar (ODS 3), requiere una respuesta integral que incluya a educadores y otros actores clave.
Colombia tiene la carga más alta del continente en enfermedades mentales que inician en la infancia lo que convierte en una prioridad formar más profesionales especializados en el área. Los servicios de salud mental en el mundo deben cambiar y el psiquiatra infantil debería poder participar más en el desarrollo de políticas públicas al respecto y conocer los planes de desarrollo territoriales que se están considerando actualmente.
La intervención completa del Dr. Casas en ESPECIALIDADES EN PSIQUIATRÍA, ESTADO ACTUAL Y RETOS EN COLOMBIA
Nota. Victoria Rodríguez G., comunicaciones Academia Nacional de Medicina