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Alfredo Jácome Roca
En 1977 los científicos Roger Guillemin, Andrew Schally y Rosalind Yalow fueron galardonados con el Premio Nobel de Fisiología y Medicina. Yalow desarrolló el radioinmunoanálisis, una técnica que permitió medir hormonas en concentraciones mínimas. Guillemin y Schally aislaron y reconocieron varios neuropéptidos que regulan la función celular en la adenohipófisis, responsable de la producción de hormonas que regulan el crecimiento, el metabolismo y la reproducción.
Durante el siglo XX, se comenzó a explorar el papel neuronal en el control de la hipófisis, con un conocimiento basado en casos clínicos y observaciones fisiológicas. A finales del siglo XIX, el fisiólogo Pavlov sostenía que el control visceral era exclusivamente del sistema nervioso, pero en 1903, William Bayliss y Ernest Starling descubrieron la secretina, considerada la primera hormona.
En 1933, ya se hablaba de una integración de la neurología y la endocrinología. Los investigadores George Oliver y Edward Schäfer, contribuyeron al estudio de las catecolaminas, primeras neurohormonas identificadas, mientras que Geoffrey Harris demostró que el lóbulo posterior era neural, que la neurohipófisis servía de depósito para sus dos neurohormonas (vasopresina y oxitocina) que se liberan directamente a la sangre, y que la adenohipófisis era controlada por la eminencia media (estructura del hipotálamo que se encuentra en la base del cerebro) a través de un sistema porta, ubicado en el tallo pituitario.
En los 60, dos laboratorios, uno en Tulane-New Orleans y otro en Baylor-Houston, se dedicaron a obtener pequeñas cantidades de neuropéptidos, extrayéndolos de cientos de kilos de hipotálamos de mamíferos. Guillemin utilizó los de ovejas, mientras que Schally consiguió que el gigante de las carnes procesadas, Oscar Mayer, le regalara hipotálamos de cerdo.La competencia entre sus grupos de investigación fue intensa, y aunque ambos grupos compartían el mismo objetivo, la falta de colaboración directa y el recelo caracterizó esta etapa.
Roger Guillemin, nació en Dijon, Francia en 1924. Estudió en la escuela local de medicina y posteriormente se trasladó al Instituto de Medicina Experimental de Montreal para trabajar con Hans Selye, allí mismo obtuvo un PhD en fisiología años después. Se trasladó luego, al Baylor College of Medicine en Houston, donde colaboró con Schally en investigaciones sobre el factor hipotalámico que controla la liberación de la corticotropina. Por su parte, Andrew Schally, nacido en Polonia en 1926, estudió Química en Londres, y a los 23 años se vinculó al National Institute of Medical Research donde conoció a notables investigadores que lo impulsaron en el área de la investigación. Luego se mudó a Montreal y aprendió sobre endocrinología en el Instituto de Psiquiatría, donde el doctor Murray Saffran trabajaba en terapéutica experimental. Posteriormente, obtuvo su doctorado en Química y en Endocrinología.
Guillemin y Schally compartieron una relación de colaboración y competencia a lo largo de sus investigaciones, y aunque la frustración fue común, su perseverancia los llevó al éxito. Schally, desarrolló una carrera académica en Tulane y Guillemin en Baylor. El trabajo de Schally abrió la puerta a nuevas investigaciones en los campos de anticoncepción, diabetes, crecimiento anormal, retardo mental, depresión y otros trastornos mentales, pero sus principales logros fueron con la TRH, con la LH-RH y con la somatostatina porcina en 1975. Guillemin, fue el descubridor de la hormona liberadora de la tirotropina (TRH), de la somatostatina u hormona antagonista del crecimiento y fue un estudioso de las endorfinas u opiáceos endógenos.
El Académico Alfredo Jácome conoció a Schally, quien dirigía el laboratorio de endocrinología del Hospital de Veteranos en la Universidad de Tulane, durante su residencia. Tuvo la oportunidad de rotar en el servicio de endocrinología bajo la dirección de Cyril W. Bowers. Schally, a diferencia de otros científicos de su laboratorio, prefería trabajar solo en su laboratorio realizando experimentos con animales, y era conocido por no asistir a las reuniones del departamento. Schally dominaba el español y portugués, lo que le permitió realizar investigaciones en Iberoamérica. En el primer semestre de 1967, también conoció a Roger Guillemin, quien dictó una conferencia sobre las investigaciones en su laboratorio, cuando todavía trabajaba en Baylor.
En Tulane, los colombianos eran bien recibidos en el Departamento de Medicina, dirigido por el Dr. G. E. Burch, hacían parte del programa Tulane-Colombia (enfocado en enfermedades tropicales). Por allí pasaron médicos de las universidades del Valle, la Nacional, la Javeriana y la de Antioquia, quienes llegaron después a trabajar en el Hospital San Juan de Dios de Bogotá, donde eran conocidos como los “Tulane boys”.
Schally y Guillemin no solo realizaron importantes descubrimientos sobre hormonas y neuropéptidos, sino que también fueron fundamentales en el desarrollo de tratamientos innovadores. Schally logró aislar y sintetizar hormonas como la TRH y la GnRH, con aplicaciones clínicas significativas. La investigación de Schally sobre la somatostatina, por ejemplo, reveló su capacidad para inhibir el crecimiento y prevenir la ceguera en diabéticos. El laboratorio de Guillemin también hizo importantes estudios sobre LH-RH (ahora llamada GnRH), que además de usos en diagnóstico, fue utilizado (en particular sus análogos) en otros temas como fertilidad y manejo de cáncer de próstata avanzado, esto último gracias a Schally.
A pesar de que Schally no tenía un título médico formal, recibió numerosos premios y doctorados honoríficos. Después del huracán Katrina, que destruyó su laboratorio en Nueva Orleans, se trasladó a la Universidad de Miami, donde continuó sus investigaciones. Sus vidas, de cierto modo paralelas, también se cruzaron en la muerte pues fallecieron el mismo año. Roger Guillemin falleció el 21 de febrero de 2024 a los 100 años y Andrew Schally murió el 17 de octubre de 2024 a los 97 años.

El Académico Dr. Alfredo Jácome Roca es MD, FACP. Internista-endocrinólogo, miembro honorario de la Asociación Colombiana de Endocrinología, Diabetes y Metabolismo, miembro de número de la Academia Nacional de Medicina y miembro activo de la Sociedad Colombiana de Historia de la Medicina, Bogotá.
Jácome Roca, A. (2024). Schally, Guillemin y los neuropéptidos que controlan la adenohipófisis. Revista Colombiana De Endocrinología, Diabetes &Amp; Metabolismo, 11(2). https://doi.org/10.53853/encr.11.2.898
Resumen del artículo. Victoria Rodríguez G. Comunicaciones Academia Nacional de Medicina