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Presidentes y delegados de la Asociación Latinoamericana de Academias Nacionales de Medicina, España y Portugal-ALANAM, se dieron cita en Bogotá para hablar de cómo la inteligencia artificial ha impactado la educación médica en cada uno de sus países.
El Académico Dr. Germán Fajardo Dolci, de la Academia Nacional de Medicina de México, manifestó que Latinoamérica enfrenta un déficit de personal sanitario que se agrava por varios factores, como la falta de presupuesto, el crecimiento desordenado de la infraestructura sanitaria, la alta tasa de jubilaciones y las desigualdades en el sistema de atención. El modelo de atención en México es diverso, con un enfoque basado en la medicina familiar para quienes tienen seguridad social, pero con variabilidad en la atención en otras regiones. La formación de médicos también presenta limitaciones, con una enseñanza rígida, poco flexible, sin variaciones en el tiempo, que aún no se adapta a los cambios tecnológicos. Para el Dr. Fajardo si se quieren superar esos obstáculos, la medicina deberá incorporar las tecnologías emergentes, crear nuevas especialidades y adaptar las existentes a las necesidades epidemiológicas y demográficas de cada región, flexibilizando la educación con una formación más transdisciplinaria.
El Académico. Dr. Raúl Carrillo Esper, de la Academia Nacional de Medicina de México, señaló que el concepto de la evolución de la inteligencia, tanto orgánica como artificial, ha sido una travesía fascinante a lo largo de millones de años desde Lucy, -la australopithecus afarensis que habitó el planeta hace 3 millones de años- y origen de nuestra especie. Comparativamente, los avances tecnológicos actuales, con los chips neuromórficos, han superado esas capacidades orgánicas de manera asombrosa. Las máquinas, pueden realizar billones de operaciones por segundo, algo imposible para un cerebro humano. Esta evolución en la inteligencia artificial se refleja en desarrollos como el uso de la Inteligencia Artificial Generativa – tipo Chat GPT- que no sólo procesa información, sino que también genera contenidos, diagnósticos y respuestas útiles para los profesionales de la salud. Sin embargo, con estos avances también surgen preocupaciones éticas. Expertos como Geoffrey Hinton, ex-programador de Google en IA y premio Nobel de Física, advierten sobre los riesgos que implica el desarrollo descontrolado de la inteligencia artificial si no se regula adecuadamente. En este contexto, para el Dr. Carrillo es crucial adaptarnos a estos avances tecnológicos, no solo para aprovechar sus beneficios, sino también para mitigar sus posibles peligros.
El Académico Dr. Jorge Tadeo Jiménez, de la Academia Nacional de Medicina del Paraguay, anotó que la educación es un proceso fundamental para el desarrollo de la persona, cuyo objetivo no solo es formar individuos, sino también crear cultura, generar potencialidades de diálogo y desarrollar una conciencia colectiva. Educar implica un proceso dialéctico en el que el aprendizaje se genera a través de la discusión, la crítica y la reflexión. A medida que surgen nuevas tecnologías, como la Inteligencia Artificial (IA), estas herramientas han transformado las formas de enseñar, aprender y hasta de practicar la medicina, mostrando tanto grandes oportunidades como desafíos. A pesar de sus beneficios, la IA carece de la capacidad de comprender el contexto humano de manera profunda, lo cual sigue siendo responsabilidad del médico o del educador. Para el Dr. Jiménez, la educación médica debe ser vista como un proceso dinámico que no solo forme profesionales competentes en conocimientos técnicos, sino también responsables y éticos en su práctica y en eso pueden participar las Academias de Medicina.
El Académico Dr. Oscar Pamo Reyna, de la Academia Nacional de Medicina del Perú, centró su charla en las desventajas de la Inteligencia Artificial, explorando el otro lado de la moneda. Un reciente estudio realizado en Perú con 800 médicos mostró que solo el 20% de los médicos usan herramientas de IA para su profesión, el 50% de los médicos peruanos es mayor de 50 años y no son nativos digitales. Este cambio en la práctica médica es parte de una transición más amplia hacia el uso de herramientas digitales que reemplazarán las metodologías tradicionales de enseñanza y práctica médica, como el uso de libros y anotaciones manuales. Hay decenas de ejemplos en las redes sociales de pacientes buscando diagnósticos a través de la IA, y los resultados pueden ser sorprendentes, dado que la IA puede manejar vastos volúmenes de datos y detectar patrones que los médicos humanos podrían pasar por alto. Sin embargo, este uso plantea un dilema sobre la confianza de los pacientes en sus médicos, pues algunos pacientes podrían exigir que los médicos se apoyen en la IA en lugar de confiar en su juicio clínico. A esto se suman preocupaciones sobre la privacidad de la información y los posibles sesgos de los programas, ya que muchos de estos se entrenan con datos provenientes de países anglosajones. Para el Dr. Pamo es fundamental que los médicos y estudiantes mantengan un pensamiento crítico, desarrollen sus propias competencias, aún si se apoyan en la IA, y aseguren que la relación con el paciente siga siendo una prioridad.
La Académica Dra. Sonia Boudrandi, de la Academia Nacional de Medicina del Uruguay, relató la experiencia en su país. La primera facultad de medicina se creó en 1875. La descentralización de la educación universitaria ha permitido que estudiantes de otras ciudades se eduquen desde sus regiones, buscando con ello también reducir el porcentaje de deserción estudiantil. Actualmente, el 60% de los estudiantes son mujeres, una tendencia que se observa también en otras carreras del área de la salud. La enseñanza en Uruguay está centrada en el estudiante y es profundamente humanista, con énfasis en la ética, la comunicación y la resolución de problemas con 6 años de formación y un año de internado obligatorio. Uruguay también promueve la formación de especialistas a través de concursos de residencias médicas y la recertificación por razones de ética y profesionalismo médico. Allí, los estudiantes tienen contacto temprano con los pacientes, y la educación incorpora nuevas tecnologías con simuladores y plataformas virtuales, para enfrentar el creciente número de estudiantes. Los desafíos de Uruguay están relacionados con el bienestar de los médicos, el acoso laboral especialmente en mujeres, el estrés y los problemas de salud mental en una profesión que enfrenta situaciones emocionalmente exigentes y que requiere una verdadera vocación.
El Académico Dr. Hamlet Suárez de la Academia Nacional de Medicina del Uruguay, subrayó que la inteligencia artificial (IA) en medicina está siguiendo un proceso similar al que han experimentado otras tecnologías en el pasado. Entre sus beneficios, los diagnósticos más tempranos y precisos, la generación de una medicina más personalizada, una mayor eficacia en la asistencia quirúrgica mediante robótica y el seguimiento remoto de pacientes. Sin embargo, existen precauciones, como los sesgos en los algoritmos, que pueden reflejar prejuicios del desarrollador y afectar los resultados. Otro problema es la incertidumbre sobre quién es responsable en casos de diagnósticos erróneos, si es el médico que confía en el algoritmo, el desarrollador del software o la empresa que lo comercializa. En términos de su implementación, la IA puede mejorar la relación médico-paciente al liberar a los médicos de tareas repetitivas, permitiéndoles dedicar más tiempo a la empatía, la comunicación y el cuidado emocional.
El Académico Dr. Ramón Abel Castaño Yepes, representando a la Academia Dominicana de Medicina, presentó la iniciativa internacional “Choosing Wisely”, una campaña enfocada en reducir el sobreuso, sobrediagnóstico y sobretratamiento en la práctica médica. El objetivo central es facilitar la conversación entre médicos y pacientes sobre qué tratamientos o exámenes realmente son necesarios, destacando que más no siempre es mejor. La campaña también busca involucrar al público general, dado que gran parte del problema del sobretratamiento surge por la presión de los pacientes para solicitar tratamientos innecesarios. En países como Estados Unidos, Canadá, Colombia, Argentina y Brasil, diferentes sociedades científicas emiten sus propias recomendaciones, siguiendo un formato estandarizado que facilita la comprensión pública. En Colombia, esta iniciativa se adaptó con el nombre “Decisiones Acertadas”. En República Dominicana, el interés por implementar esta iniciativa surgió debido a la alta prevalencia del modelo de pago por servicio en la medicina privada, lo que fomenta el sobretratamiento. La adopción de “Choosing Wisely” puede contribuir a racionalizar el uso de tecnología médica y mejorar la calidad del cuidado, basándose en principios de autorregulación profesional.
El Académico Dr. Antonio Campos Muñoz, de la Real Academia Nacional de Medicina de España, señaló que la educación médica en el siglo XXI está marcada por grandes transformaciones aunque el propósito de sanar al ser humano sigue siendo el mismo. Los cambios en la comunicación, la tecnología, la genética y la inteligencia artificial han alterado profundamente el contexto de la educación médica, planteando nuevos desafíos y oportunidades y reconfigurando la relación entre el médico y el paciente. La medicina reactiva ha dado paso a una medicina proactiva, donde la información es monitoreada y analizada constantemente. Los médicos, deben adaptarse a un entorno de aprendizaje más dinámico, centrado en el autoaprendizaje y el uso de nuevas tecnologías. Los docentes, por su parte, deben guiar a los estudiantes no solo en el conocimiento técnico, sino también en su capacidad para acompañar al paciente en su experiencia de enfermedad. La medicina sigue siendo un medio para ofrecer esperanza y acompañamiento al paciente e integrar los avances del presente, no debe hacer perder de vista los principios humanitarios que han guiado a la medicina desde sus orígenes.
El Académico Dr. Víctor Maojo, de la Real Academia Nacional de Medicina de España, relató su experiencia como médico desde 1985, destacando su incursión en el campo de la Inteligencia Artificial (IA) pues ha tenido la oportunidad de conocer a varios pioneros del área. La IA ha evolucionado desde sus inicios, pasando de los sistemas basados en conocimiento a los sistemas basados en datos, y resaltó que esta evolución está estrechamente ligada a la historia de la cibernética y la ciencia cognitiva. A lo largo de su carrera, ha trabajado con muchos sistemas de IA en medicina, desde sistemas expertos en diagnóstico hasta aplicaciones de “machine learning y deep learning“. Muchos de estos sistemas no fueron utilizados en la práctica debido a la desconfianza de los médicos y la falta de evaluaciones rigurosas. El Dr. Maojo destacó los límites y riesgos de la IA en la medicina, entre ellos el riesgo de dependencia excesiva de estas tecnologías, y errores de origen en los datos, pero reconoce que la IA tiene un gran potencial en la medicina, especialmente en áreas como la medicina personalizada y la formación de futuros médicos, quienes deberán adaptarse a estos avances para no quedarse atrás.
El Académico Dr. Duarte Nuno Vieira de la Academia Nacional de Medicina de Portugal, anotó por su parte que hasta mediados del siglo XX, era común que los estudiantes de medicina asistieran e incluso participaran en autopsias como parte de su formación. hoy en día, la mayoría de los médicos se gradúan sin haber tenido contacto con una autopsia real. La falta de autopsias ha sido atribuida a diversas causas, la aparición de tecnologías médicas avanzadas (como la resonancia magnética y las ecografías), el temor a enfermedades contagiosas y algunas noticias que generaron una percepción negativa sobre el procedimiento. Sin embargo, investigaciones han mostrado que las autopsias pueden mejorar la precisión de los diagnósticos, revelando errores que no aparecen en los certificados de defunción. La IA ha reemplazado con simuladores y mesas de autopsia virtual la formación anterior de los estudiantes. Aunque estas tecnologías ofrecen ventajas significativas, como la simulación de diversas patologías, son muy costosas y no pueden reemplazar completamente la experiencia directa de una autopsia, que es una experiencia multisensorial que marca a los estudiantes de medicina. Por sus limitaciones; la medicina legal, las autopsias médico-legales, y las leyes que reglamentan el uso de cadáveres, se han convertido en una alternativa para conservar la enseñanza médica con cuerpos reales.
El Académico Dr. Álvaro Rodríguez Gama, secretario ejecutivo de ALANAM cerró el foro anotando que aceptar los cambios en medicina puede ser un proceso difícil, especialmente cuando involucran transformaciones fundamentales. A lo largo de la historia, las innovaciones se han enfrentado a resistencias, pues aquellos acostumbrados a métodos tradicionales suelen defenderlos, incluso cuando se presentan avances significativos. Los cambios deben ser razonables, progresivos y respetuosos. Si bien, la tecnología ha avanzado enormemente, aún falta su inclusión formal en los programas educativos. En la actualidad, la educación médica enfrenta lagunas importantes en múltiples áreas que no cuentan con cátedras que las aborden y que empiezan con el “lenguaje médico”. La medicina está llena de siglas, acrónimos y términos complejos, que no se usan de manera efectiva en la comunicación con pacientes y colegas. Además, la capacitación de los docentes también tiene falencias, ya que muchos médicos, a pesar de ser expertos en sus áreas, no tienen las habilidades necesarias para enseñar de forma eficaz. Aparte de las deficiencias en la formación académica, la salud de los propios médicos es una preocupación crítica. A pesar de ser expertos en cuidados de salud, muchos médicos descuidan su propio bienestar, lo que tiene consecuencias graves, como una alta incidencia de enfermedades cardiovasculares y problemas psiquiátricos entre ellos. No hay cátedras sobre autocuidado, tampoco sobre el impacto del cambio climático en la salud humana, que es uno de los mayores desafíos del siglo XXI, o sobre la racionalización de los costos en la atención médica, vitales en las decisiones clínicas. Las Academias, con su autoridad y autonomía, son las llamadas a impulsar estos cambios en las mallas curriculares para mejorar la formación y la práctica médica global.
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Intervenciones completas en:
INTELIGENCIA ARTIFICIAL & EDUCACIÓN MÉDICA – ALANAM Día 1 P.M.
INTELIGENCIA ARTIFICIAL & EDUCACIÓN MÉDICA – ALANAM Día 2
Resúmenes. Victoria Rodríguez G. Comunicaciones Academia Nacional de Medicina